Ahora que la tecnología nos rodea e incluso dirige nuestros pasos, es cada vez más frecuente el aumento de casos de ciberbullying. La necesidad de estar conectados permanentemente y de no perder de vista las últimas novedades en moda o música hacen que, inevitablemente, pasemos más tiempo pendientes de las pantallas que de la realidad. Como consecuencia, las estafas y delitos proliferan en la Red a pasos agigantados. Así, a ciberbullying se unen, por un lado, voces pertenecientes al ámbito del acoso como cibergrooming (acoso con intenciones sexuales al que se encuentra sometido un menor de edad por parte de un adulto) o luring (cebo o maniobra que emplean los pedófilos para atraer a los menores hacia encuentros fuera de la red) y, por otro lado, voces que hacen referencia a los causantes del delito: ciberdelincuente o cibercriminal.

Fotografía de un joven sentado que esconde la cara entre los brazos, que rodean sus piernas encogidas.
Pixabay

Se trata de un préstamo procedente del inglés que hace referencia al acoso entre iguales en un entorno tecnológico. Fue Bill Belsey, educador canadiense, el primero en usar el término ciberbullying, creado a partir del elemento compositivo cyber-, que indica la relación con redes informáticas, y del término bullying ‘acoso’. El estudio de su etimología nos permite confirmar que esta voz proviene del verbo inglés to bully, que denota la acción de ‘usar la fuerza o la influencia para intimidar a alguien, especialmente para obligarlo a hacer algo’ según el diccionario Oxford y del sufijo –ing, que indica el resultado de la acción.

Aunque es habitual que los más jóvenes se inicien en las nuevas tecnologías jugando, la edad a la que comienzan a hacer uso de redes sociales como Whatsapp o TikTok es cada vez menor. La excesiva libertad en el uso de dispositivos móviles y el desconocimiento de los peligros de Internet por parte de los padres pueden desembocar en numerosas ocasiones en ciberbullying. Se trata de una variedad de acoso psicológico que se genera entre iguales a través de medios tecnológicos como el teléfono móvil e Internet. El envío de mensajes de texto, imágenes o vídeos de forma repetida que hostigan a una persona son algunas de las acciones más comunes asociadas al ciberbullying. De acuerdo con R. B. Standler, el acoso pretende causar angustia emocional, preocupación, y no tiene propósito legítimo para la elección de comunicaciones. Por ende, resulta de vital importancia detectarlo a tiempo: las consecuencias pueden ser devastadoras a nivel psicológico y emocional para la víctima.

Su presencia en diccionarios no demuestra el continuo empleo de este vocablo en los medios, puesto que no se encuentra en DLE, NEOMM, Clave, VOXUSO, Alvar1, ni Alvar2. Los contextos estudiados no dejan lugar a dudas: ciberbullying aparece a inicios del siglo xxi. Sí que podemos encontrar esta voz en el Diccionario de neologismos del español actual. Asimismo, este diccionario propone como variante el término ciberbulling:

  • Los casos de ciberbulling a los docentes aumentan de diez a catorce en un año. [La Verdad de Murcia (España), 01/12/2012]

En los corpus de referencia CREA y CORDE no se encuentra recogido el neologismo ciberbullying ni tampoco su equivalente en español: ciberacoso. Sí que lo encontramos en CORPES (2001-2012), puesto que el intervalo de recogida de datos es más reciente. No obstante, los resultados no alcanzan la veintena de contextos:

  • Pese a todas las ventajas de las nuevas tecnologías, éstas también han traído nuevas formas de acoso escolar. El 26,6% de los adolescentes españoles practica o padece ciberbullying a través del teléfono móvil o Internet. Esta situación puede provocar que los adolescentes vean desestabilizado su equilibrio emocional. [Público.es (España), 24/09/2009]
  • El Ministerio de Educación ha incluido en su directiva para el próximo año normas muy claras para aplicar estrategias de prevención ante situaciones de bullying, ciberbullying, acoso y agresión entre escolares. [La Republica.pe (Perú), 01/01/2011]

En el Observatori de Neologia los resultados ascienden a más de cincuenta si tenemos en cuenta las dos grafías: ciberbullying y ciberbulling, siendo la mayoría pertenecientes a la primera grafía. El primer resultado data de 2007:

  • Éste es precisamente el caso de las agresiones relativas a las grabaciones con móviles —tipificadas como ciberbullying— o de cualquier otra relacionada con el mal uso de las Nuevas Tecnologías sea cual sea su método de difusión: desde SMS, Chats, foros de Internet, páginas web, portales de vídeos, correo electrónico o MMS. [El País (España), 08/10/2007]
  • El ciberbullying se ejerce principalmente por el móvil. [Levante (España), 21/11/2016]

La Fundéu recomienda el uso de la voz ciberacoso en lugar del anglicismo ciberbullying. Sin embargo, en español se ha extendido el uso de bullying para referirse específicamente al acoso escolar, incluido en el DLE. De hecho, es habitual encontrar el término acoso acompañado por adjetivos para determinar el ámbito de la conducta: un ejemplo de ello es mobbing, referido al acoso laboral. Conviene subrayar que la voz española ciberbullying se encuentra recogida en el NEOMM y en el Clave. Así, cabe destacar que el número de ocurrencias asciende a unos ochenta si buscamos el equivalente en español ciberacoso en el Observatori de Neologia; la mayoría de contextos son españoles aunque también encontramos una pequeña muestra en periódicos latinoamericanos:

  • Radiografía del ciberacoso en Chile: La envidia y la inmadurez son las principales motivaciones del bullying digital. En una encuesta en la que participaron 800 personas, un 82% aseguró que existe un clima más odioso en internet que «en la vida real». [El Mercurio (Chile), 13/03/2019]
  • Hasta 8 denuncias al mes recibe la PNP por ciberacoso a menores de edad. [Correo Perú (Perú), 07/05/2018]

En cuanto a obras de lenguas extranjeras, la voz cyberbullying aparece en el diccionario en línea inglés Oxford English Dictionary. Con respecto al francés, el diccionario Larousse tan solo incluye harcèlement. En Le grand dictionnaire terminologique de Québec hallamos cyberintimidation. Este diccionario, además, alude a la diferencia entre cyberintimidation y cyberharcèlement, puntualizando el empleo de la primera voz cuando las víctimas son menores y de la segunda cuando las víctimas son adultas.

La gravedad de los riesgos asociados al uso de Internet hace que sean numerosas las vías empleadas para su concienciación: anuncios publicitarios, películas o charlas informativas han sido puestos en marcha con el fin de hacer frente a este delito. Pero esto no sería posible si el concepto ciberbullying no estuviera bien delimitado. En definitiva, la velocidad con la que avanzan las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) nos permite augurar que ciberbullying será una voz necesaria que no hará sino facilitar la creación de otras voces del mismo ámbito con objeto de hacer frente a la infinita casuística de situaciones que salen a la luz cada día.

Marian Jesús Rubio Díaz
NEOROC, NeoUMA
Universidad de Málaga (España)

ciberbullying m.

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