La popularización de la informática desde finales del siglo xx y especialmente la eclosión de Internet han modificado las relaciones humanas: en Internet se busca información, se contrata un viaje, se encuentra trabajo, se comparten aficiones, se hacen amigos, y un largo sinfín de posibilidades de las que no queda excluida la sexualidad.

Ordenador portátil de perfil
Ordenador portátil, copa de vino y auriculares. Pixabay.com

Efectivamente, la excitación o el coito simulado utilizando la tecnología informática y mediante el intercambio de mensajes con otra persona, habitualmente a través de un chat, recibe el nombre de cibersexo, que es una forma de sexo virtual, en el sentido de que no hay contacto físico alguno:

  • Gran estudioso de las tecnologías de la comunicación y a menudo anticipándose a sus consecuencias, el ensayista Román Gubern ha echado mano en su nuevo libro, El eros electrónico (Taurus), de la antropología, la sociología y la biología para defender que el triunfo del cibersexo es producto del pánico al sida y de una sociedad bulímica de emociones, y que el ciberespacio es el refugio de los tímidos y solitarios. [El País (España), 10/02/2000].
  • Hoy este «desorden» encabeza una lista de «nuevas adicciones» (al celular, al sexo, al trabajo, a las compras compulsivas), donde en vez de sustancias lo que se consume son altas dosis de tecnología, mensajes de texto, videos, música, chat, cibersexo, pornografía, videojuegos, compras en línea, etc. [El Comercio (Perú), 16/03/2008].
  • Por otra parte, en Canarias fueron detenidas también seis personas que presuntamente habían contactado con menores a través de Internet con el objetivo de mantener relaciones sexuales directas, o cibersexo a través de la cámara web —técnica conocida como grooming. [Levante (España), 7/04/2008].
  • Leonardo Aja, director de la corporación Buscando Ánimo —enfocada en la atención de adolescentes—, comentó que la ‘ruleta sexual’ no es la única práctica que debería encender las alarmas de los padres. Y explicó que el cibersexo entre menores de edad está más extendido de lo que se cree. [El Tiempo (Colombia), 26/05/2013].

El formante ciber-, si bien recibe el tratamiento de elemento compositivo en los diversos diccionarios, es un formante creado recientemente en inglés, a partir de la palabra griega κυβερνήτης, ‘timonel’, a la que se añadió el sufijo -ics, que forma sustantivos que designan ciencias. Así, en cybernetics, ‘cibernética’ la metáfora del timonel que gobierna una nave se toma para pasar a designar el campo de estudio que se ocupa de los sistemas de comunicación y control en los seres vivos y las máquinas, especialmente los dispositivos tecnológicos electrónicos (según el Oxford English Dictionary). A partir de ahí, con el desarrollo de la informática, en los años sesenta del siglo xx empezaron a aparecer diversas formaciones con cyber- relativas a los ordenadores, la tecnología de la información y la realidad virtual, que a partir de los noventa incluyen también internet, aunque muchas de ellas son formaciones efímeras que no se consolidan en la lengua. Y del inglés, la palabra cibernética y su truncación ciber-se ha extendido a diversas lenguas en sus equivalentes respectivos, bajo la forma cyber– (francés, italiano, alemán) o ciber– (español, catalán, portugués).

Precisamente, el auge de la informática ha propiciado la creación de palabras que son el resultado del cambio de paradigma que ha supuesto: así, el DRAE23 recoge ciberespacio y cibernauta, pero son muchas más las palabras que se han generado, como ciberacoso, ciberdelincuente, ciberactivista o cibercafé.

A pesar de que cibersexo se registra desde el 2000, según los datos del Observatori de Neologia, pocos diccionarios dan cuenta de él: no aparece en el diccionario académico, que limita las entradas con ciber- a cibernauta y ciberespacio, ni tampoco en el DEA, que recoge diversos sustantivos con ciber- (ciberpirata, ciberdelito, ciberpunk, ciberterrorismo, entre otros). Sí aparece en Alvar2 (2004), que recoge tres acepciones distintas (‘sensaciones sexuales transmitidas por medios informáticos’, ‘flirteo que se realiza a través de las redes informáticas’ y ‘pornografía transmitida a través de las redes informáticas’) y en el Clave (2012), que lo define como ‘relación sexual que se tiene a través de internet’. Otras lenguas no parecen tener tantos reparos y ya lo han incorporado en su lemario, como el Oxford English Dictionary para el inglés o el Grande dizionario italiano de Aldo Gabrielli o el Dicionário Priberam da Língua Portuguesa. La lengua española no debería quedar ajena a esta nueva realidad que ha surgido con el desarrollo de la era digital.

Elisenda Bernal
Observatori de Neologia
Universitat Pompeu Fabra (España)

cibersexo m.
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