Ordenadores, turbinas, tabletas, teléfonos móviles… Muchas personas no pueden concebir la vida actual sin estos aparatos que, con certeza, han supuesto un gran cambio y han modificado su manera de trabajar, de comunicarse o de relacionarse, por ejemplo. De hecho, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones de la ONU, en el mundo hay la misma cantidad de móviles que de personas (con un crecimiento apabullante del 900 % en los últimos quince años). Pero también está claro que todos estos dispositivos necesitan de componentes diversos para poder funcionar, como el coltán, acrónimo con el que se conoce el mineral formado por la columbita y la tantalita, de composición (Fe, Mn) (Nb, Ta)2 O6 y (Fe, Mn) (Ta, Nb)2 O6, respectivamente.

Coltán.
Flickr (Miguel Artime)

El coltán, pues, ha devenido un material clave para los sectores de las telecomunicaciones, la microelectrónica o incluso la industria aeroespacial, gracias a su gran resistencia y sus propiedades fisicoquímicas (no se oxida, es un conductor de electricidad excelente —un 80 % mejor que el cobre— y tiene una gran capacidad de carga que libera lentamente), que lo sitúan en una posición clave como material para futuras bases espaciales en otros planetas. Estos usos son los que aparecen en los contextos que ha recogido el Observatori de Neologia:

  • Y, sin embargo, se trata de un país muy rico, con minas de zinc, de cobre, de plata, de oro, del ahora codiciado coltán, con un enorme potencial agrícola, ganadero y agroindustrial. [El País (España), 13/01/2009]
  • En esta ocasión, un congoleño, nacido a orillas del lago Kivu, Donato Lywando, descubre esta realidad que tan bien conoce y por largos y casi intransitables caminos los espectadores van con él a las minas donde se extraen minerales tan codiciados por los mercados internacionales, como la casiterita, el coltán y el oro. [La Opinión de Zamora (España), 3/08/2009]
  • Lo que hay dentro de cada nuevo aparato que sale al mercado, cada vez más ágil y más poderoso, viene con un mineral conocido como coltán, que en realidad es una mezcla de columbita y tantalita. [Página 12 (Argentina), 17/02/2012]
  • Agrega el informe que “minerales preciosos como el tungsteno y el coltán, ahora son extraídos por las Farc”. [El Tiempo (Colombia), 17/01/2014]
  • Una mañana, su móvil cayó en el váter en uno de esos desaconsejables ejercicios mañaneros en los que se mezclan el Twitter y las necesidades fisiológicas; y, aunque pudo salvar el terminal metiéndolo en un paquete de arroz para secar el corazón de coltán, perdió la mayoría de las fotografías almacenadas. [XL Semanal (España), 16/04/2017]

El 80 % de las reservas de coltán se encuentran en la República Democrática del Congo y la creciente demanda de que ha sido objeto desde la explosión de las tecnologías de la información en los años noventa del siglo xx coincidió con el inicio en este país de graves conflictos étnicos, así como en los estados vecinos de Ruanda y Burundi. Las partes en conflicto han utilizado los depósitos de este mineral para financiar las compras de armamento, cosa que ha generado un gran debate sobre la licitud del comercio y la explotación del coltán en estas condiciones, sin olvidar las precarias condiciones en las que se obliga a trabajar a las personas para su extracción: además de que las minas de coltán no cuentan con sistemas de seguridad y se trabaja con técnicas arcaicas, las zonas donde la extracción es complicada para un cuerpo adulto se cubren con menores que son víctimas de un trabajo arriesgado y forzado. A pesar de ello, las ganancias de las milicias paramilitares que controlan esas minas son ingentes y explotan a la población sin ningún tipo de reparo, del mismo modo que no parece importarles demasiado el impacto ambiental que provocan, puesto que muchos yacimientos se encuentran en los hábitats de grandes simios en peligro de extinción, como los gorilas de montaña, los chimpancés o los bonobos, o incluso en parques naturales aparentemente protegidos. Sin embargo, no hay que olvidar que la extracción de coltán, que se realiza a cielo abierto, ha arrasado miles de hectáreas de selva tropical, hecho que ha comportado desplazamientos de población humana y una afectación drástica de recursos del ecosistema.

Y a pesar de la importancia para nuestra vida diaria y de la gravedad que rodea la extracción de este mineral y su presencia en los medios, tanto del peninsulares como americanos, los diccionarios parecen haber dado la espalda a coltán: con la excepción del NEOMM, que recoge también la variante sin acento coltan con la definición ‘mineral, importante mena del tantalio, empleado en la fabricación de componentes electrónicos’, ningún diccionario general del español, de uso o de neologismos, lo incluye en su nomenclatura, ni tampoco aparece en el Oxford English Dictionary o en Le Grand Robert. Quizás su inclusión en el diccionario ayudaría a visibilizar y tomar conciencia de todo lo que rodea la voz coltán. Mientras tanto, no olvidemos llevar los móviles viejos y estropeados a los puntos de reciclaje para intentar minimizar su impacto medioambiental.

Elisenda Bernal
Observatori de Neologia
Universitat Pompeu Fabra (España)

coltán m.

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