Decir que la vida de las unidades léxicas está fuertemente ligada a la de las parcelas de realidad que representan puede parecer una obviedad. Sin embargo, existen casos en los que esa simbiosis queda mucho más patente que en otras, probablemente porque la trayectoria de algunas realidades suscita un interés particular entre los hablantes. Tal es el caso de los ninis, colectivo de jóvenes que ha cobrado relevancia en los últimos años: debido a la difícil situación socioeconómica que vive, el número de menores de treinta años que ni estudia, ni trabaja ha aumentado considerablemente. Este hecho ha favorecido la consolidación del apelativo con el que se les denomina como un neologismo de uso relativamente extendido.

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What Next Global
  • La reactivación del empleo ha alcanzado a los llamados ni-nis, aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan. [El País (España), 20/10/2015]
  • Las opciones en este lugar son pocas: matar o que te maten, consumir drogas o volverte narcomenudista, ser nini o dejar el lugar en el que naciste en busca de una vida mejor. [El Universal (México), 7/02/2015]

Lo primero que llama la atención de esta unidad es su particular mecanismo de formación: se trata de una abreviación de un sintagma en la que, curiosamente, se ha perdido referencia alguna a las palabras que poseen significado léxico (estudiar y trabajar), por lo que la fuerza expresiva pasa a descansar sobre esa doble negación excluyente que se une y se convierte en una nueva palabra. Se trata de una unidad que tiene equivalentes en otras lenguas, como en inglés, donde NEET (‘not in education, employment or training’) se utilizaba ya en los años noventa para denominar a los jóvenes sin ningún tipo de ocupación, así como né-né en italiano o ez-ez en euskera. No obstante, en el contexto del español nini no siempre ha hecho referencia a los jóvenes inactivos, ya que los registros del Observatori de Neologia nos muestran otros significados puntuales aparecidos en la prensa escrita hace algunos años:

  • Lionel Jospin dejó entrever privatizaciones parciales, supuesta excepción al espíritu de ni-ni (ni nacionalizaciones, ni privatizaciones) esgrimida durante la campaña. [La Vanguardia (España), 24/02/1998]
  • Pere Macías registró ayer una enmienda considerando que los presupuestos de 2011 son ‘los presupuestos del ni-ni’, porque ni son unos presupuestos sociales, ni sirven para crear empleo. [El Día de Valladolid (España), 15/10/2010]

Comprobamos, por tanto, que la unidad nace como recurso expresivo de cierta recurrencia, y que una de sus realizaciones (la que hace referencia a los jóvenes sin ocupación académica ni laboral) ha alcanzado un cierto grado de lexicalización:

  • La vida de muchos jóvenes españoles que se han quedado atrapados por la crisis transcurre despacio, como si sus días se repitieran en bucle. Son los ninis, cuyo número ha aumentado con paso firme. [El País (España), 2/11/2014]

Sin embargo, y a pesar del aumento de su uso en los últimos años (encontramos un número considerable de registros en la base de datos del Observatori, principalmente a partir de 2010), existen indicios que nos hacen pensar que este neologismo está cayendo en desuso o, al menos, no tiene visos de estabilizarse dentro de la lengua a corto plazo: en primer lugar, es significativa la frecuencia con la que la unidad se encuentra junto a glosas explicativas que, normalmente entre comas, aclaran su significado:

  • El fenómeno de los ninis, los jóvenes que ni estudian ni trabajan, se desborda en España. [El País (España), 12/09/2012]

En segundo lugar, el tratamiento ortotipográfico que se le aplica con frecuencia, al incluirlo en cursiva o entrecomillado, como hemos visto en los ejemplos anteriores, o en el que incluimos a continuación:

  • Cristina Cantero tiene 24 años, es graduada en Psicología y emigró a Irlanda porque no quería ser una ‘nini’. Disfruta de su trabajo de ‘au pair’ y del ocio de la capital. [El Mundo (España), 25/01/2016]

Por último, es reseñable la evidente variación formal nini/ ni-ni, con una presencia muy similar en los registros de Observatori. Del mismo modo, aparecen casos en los que se escribe en mayúscula, o sin flexionar en el plural:

  • Los nini son ya el 22 % de los jóvenes. [El País (España), 23/10/2012]
  • Existe otro grupo denominado los NINI, jóvenes entre 15 y 24 años que ni estudia ni trabaja. [La República (Perú), 5/02/2013]

En definitiva, nos encontramos frente a un neologismo paradigmático: por un lado, surge de mecanismo de formación léxica imaginativo, aunque no por ello poco recurrente. Por otra parte, en pos de la economía expresiva y la eficiencia denominativa, se lexicaliza rápidamente con un significado claro, lo que favorece que su uso se generalice. Sin embargo, esto no impide que, debido a su corta vida, los hablantes titubeen a la hora de usarlo, tanto desde un punto de vista semántico (por lo que incluyen una explicación aledaña para aclarar su significado) o formal, algo que queda probado por la alternancia en el uso de guiones, o de mayúsculas y minúsculas. El tiempo decidirá si nini pasa a engrosar el acervo léxico estable del castellano o si, por el contrario, cae en desuso incluso antes de ver culminado su proceso de estabilización formal y semántica. En ambos casos, y como siempre sucede con las palabras, su destino irá ligado al de la realidad que denomina.

Miguel Sánchez Ibáñez
Grupo NeoUSAL
Universidad Europea del Atlántico (España)

nini o ni-ni m. y f.

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