Es bien sabido que todos los caminos conducen a Roma; los vehículos con que los transitamos nos conducen, en cambio, a historias lingüísticas no siempre conocidas. A lo largo del siglo xx, la industria del motor ha refinado y diversificado internamente su oferta. El neologismo que nos ocupa este martes, todocamino, se ha puesto en circulación para denominar a un tipo reciente de turismo que, en su breve historia, esconde varios detalles de interés que nos revelan mucho de cómo creamos neologismos y cómo estos se integran en familias más amplias.

Fotografía de un todocamino rojo.
Pexels

Los todocaminos se venden como hermanos menores de los todoterrenos, pero son, más propiamente, hermanos mayores de los turismos: de aspecto más robusto y más altos que un coche convencional debido a que su carrocería cuenta con una mayor altura libre al suelo, los todocaminos toman de los todoterrenos, básicamente, solo su aspecto exterior y, algo muy importante, la inspiración de su nombre. El aire de fortaleza y resistencia que tienen los todoterrenos dentro del mercado del motor dio lugar a la creación de esta palabra, que desde inicios del siglo xxi encontramos documentada en corpus y en fuentes periodísticas españolas:

  • Primero fue el todocamino Santa Fe y ahora llega el turno al monovolumen Trajet. [El País (España), 27/05/2001]
  • Este todocamino, que tratará de hacerse un hueco entre modelos tan exquisitos como el BMW X3 y X5, el Lexus RX300 y el Audi Allroad, entre otros, mezcla el aspecto robusto propio de un todoterreno con el dinamismo y la suavidad de conducción típicas de un turismo. [«Airbag», suplemento de El Periódico (España), 18/07/2004, ap. CREA]

La prensa especializada en el ámbito del motor otorga el mérito de la creación de este neologismo al periodista deportivo Tomás Díaz-Valdés (1941-2020). Aparentemente, Díaz-Valdés empezó a aplicar esta palabra a algunos de los modelos de Renault y contribuyó a difundirla en los medios que dirigió y en los que colaboró. De esta forma, con plural formado en –s y tratado como invariable cuando es adjetivo, la voz todocamino empezó a propagarse en secciones y revistas especializadas en motor:

  • Nissan renueva su modelo X-Trail sin tener que renunciar a sus cualidades de vehículo todocamino y familiar. [La Vanguardia (España), 11/03/2007]

A diferencia de su modelo inspirador todoterreno, que ha dado lugar a una extensión semántica por la que se aplica como adjetivo a objetos distintos de vehículos (con la acepción de ‘resistente, a prueba de golpes’: reloj todoterreno) o a personas (que es ‘capaz de realizar múltiples funciones’, DRAE23), todocamino no ha experimentado ese proceso de expansión semántica y sigue empleándose exclusivamente en el ámbito comercial de la industria del motor. En tal dominio, todocamino encuentra una competencia feroz en los extranjerismos crossover o SUV (sigla para sport utility vehicle) que, por ser internacionalismos que a menudo las marcas acoplan al propio nombre comercial de sus vehículos, han gozado de gran extensión en los últimos años y son los que se emplean en español americano, donde todocamino es de raro uso:

  • En 1995, Subaru inició la línea de los ‘crossover’ o todocamino. [Sur (España), 02/11/2009]

Formalmente, todocamino es un compuesto con el sustantivo camino, que se hermana con otras construcciones gemelas del español que se inician con el cuantificador de totalidad todo. Entre esas construcciones está el muy antiguo adjetivo todopoderoso, que fue la forma de calcar en español la fórmula, menos patrimonial y más latinizada de omnipotens aplicado a Dios, también con valor nominal (el todopoderoso). Otros sintagmas fijados introducidos con todo muestran ese mismo empleo que, sin lexicalizar, mantiene su grafía separada: un todo relieve es un sinónimo de altorrelieve y la seda de todo capullo es aquella que, muy gruesa, ‘se saca de los capullos de inferior calidad’ (DRAE23).

Pero, sin duda, el hermano más viejo y conocido de nuestro neologismo todocamino es todavía. El adverbio temporal todavía era en el castellano medieval una locución (toda vía desde el latín tota via) que significaba ‘constantemente, en todas las situaciones, por todos los caminos’ y en el siglo xvi extendió su valor hasta ser equivalente a aún. Cuando el inglés always (también, literalmente ‘todos los caminos’) busca a su hermano español lo encuentra en todavía, aunque sus significados ya no coincidan. Las road movies han tenido más recorrido que las películas de carretera y en ellas los todocaminos siguen circulando. Ignoramos si los crossover terminarán borrando al todocamino del mapa lingüístico, pero, hasta entonces, bien podrían darle un hueco los diccionarios, la Roma donde todas las palabras confluyen.

Lola Pons Rodríguez
Historia15
Universidad de Sevilla (España)

todocamino m. y adj.

4 pensamientos en “todocamino m. y adj.

  • 29 de septiembre de 2020 a las 17:56
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    Aprecio muchísimo etimologías explicadas a fondo. Desde que era estudiante en escuela 2ndaria (highschool, NYC), me ha fascinado la procedencia de palabras, motivado por las clases de Latín (requisito). En casa se hablaba español y, aunque no lo leía en aquel tiempo, pronto comencé a ver semejanzas entre el español y Latín (aún no sabía que éste evolucionó en las lenguas romances). Que me interesara la lingüística como campo de especialización se debe a 4 años de estudiar el Latín. Aún me sigue fascinando las etimologías de voces.

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  • 13 de octubre de 2020 a las 13:55
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    Aprecio y disfruto enormemente de tu blog y de tus explicaciones etimologicas. El toda via me a hecho todavia mas feliz!!!Te lo agradezco muchisimo!!!

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  • 15 de octubre de 2020 a las 11:00
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    Tus publicaciones son mi lectura diaria. ¡Qué gozada leerte!

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