Llegas a casa, tienes un momento de sofing, abres X o Facebook (o cualquier otra red social) y, de pronto, recibes un bombardeo de noticias: la guerra en Ucrania, la marcha multitudinaria de universitarios argentinos contra el presidente Milei, el conflicto armado en Gaza… Son vídeos grabados por periodistas profesionales o ciudadanos de a pie, te indignas, sientes empatía por las condiciones inhumanas que viven algunos y… ¡clic! Retuiteas añadiendo una etiqueta que demuestre tu ciberactivismo. Ahora, puedes realizar otras acciones de apoyo o deslizar al siguiente meme de gatitos.
![[fotografía] Fragmento de pantalla de computador.](http://blogscvc.cervantes.es/martes-neologico/wp-content/uploads/sites/2/2025/10/ciberactivismo_500.jpg)
No es de sorprender que Internet, tan presente en nuestras vidas, también sea un medio para divulgar posturas ideológicas y participar de acciones ciudadanas que buscan generar un cambio social o político. Desde un «me gusta» hasta crear comunidades, virtuales o presenciales, que tienen como objetivo organizarse, compartir, debatir y emprender actividades en pro de diversas causas reivindicativas o de interés social.
En esta oportunidad de aprovechar las tecnologías de información y comunicación (TIC) para hacer llegar nuestras opiniones y mover conciencias, surge ciberactivismo, compuesto híbrido con el elemento ciber-, que ya se ha tratado en este blog en diversas ocasiones (como en ciberdelincuente, [https://blogscvc.cervantes.es/martes-neologico/ciberdelincuente/] ciberacoso [https://blogscvc.cervantes.es/martes-neologico/ciberacoso/] o ciberseguridad). [https://blogscvc.cervantes.es/martes-neologico/ciberseguridad/] En este caso, ciberactivismo ya aparece recogido por el Grand dictionnaire terminologique o la Encyclopedia Britannica:
- A través de las redes sociales y distintas plataformas se ha ido desarrollando el activismo digital o ciberactivismo, en el que se moviliza a la opinión pública para defender distintas causas. [El Correo (España), 25/8/2021]
- La plataforma, en la que millones de usuarios firman o patrocinan peticiones, asegura que el ciberactivismo ha crecido más de 35 % en 2021. Y calcula que al día se crean cerca de 50 peticiones en Colombia. [El Espectador (Colombia), 30/6/2021]
- Ciberactivismo. Gran parte de la revolución tecnológica nos roba nuestra vida real, sobre todo si puede ser potencialmente crítica y subversiva, y nos la cambia por vida virtual. [Mundo Obrero (España), 14/3/2013]
Uno de los puntos débiles del ciberactivismo se denota en el último de los contextos. Hay expertos que señalan el peligro de creer que mediante acciones virtuales podemos generar un cambio real. Si bien difundir vídeos donde se ve a las mujeres agitando su velo como señal de protesta contra la represión del régimen islamista es una forma de visibilizar la problemática y apoyar la causa, quedarnos en un simple «me enoja» o compartir podría no tener la relevancia necesaria. En ese sentido, como señalan algunos activistas, el ciberactivismo siempre debe apostar por traspasar el mundo virtual y llegar a las calles. De lo contrario, se corre el riesgo de que las protestas se diluyan en las redes o se queden en la fase del clictivismo (término que recoge Oxford English Dictionary, en lugar de cyberactivism, y que denota un uso despectivo al referirse a acciones poco sustantivas).
Como cualquier tipo de movimiento social o político, el ciberactivismo puede promover acciones radicales que recaen en el límite de lo legal. Entre las diferentes formas de protesta que más nos hacen dudar sobre lo que está permitido o no en el activismo digital, se encuentra el hacktivismo. En términos generales, esta forma de activismo en redes parte de la no violencia y el uso de herramientas digitales dentro del marco legal. Un ejemplo de esta acción es el llamado a que miles de activistas digitales visiten de manera simultánea una página web, para generar mucho tráfico y que colapse. Este tipo de actividades no implica ilegalidad, pues los accesos son autorizados.
Sin embargo, en otros casos, el ciberactivismo puede suponer acciones que implican el robo y distribución de datos, lo que vulnera la identidad de las personas. Entre los sucesos más famosos y controversiales, encontramos el promovido por WikiLeaks, el Cablegate, donde se revelaron conversaciones secretas entre diplomáticos y gobiernos de todo el mundo. Este activismo ha puesto sobre la mesa el debate sobre si llamarlos ciberactivistas o ciberdelincuentes, y como en todo movimiento social y político, la respuesta depende de quién la emita:
- La principal diferencia entre hacktivismo y ciberactivismo es la legalidad de sus actos, siendo los primeros ilícitos y los segundos no. [LISA News (España), 11/5/2022]
- La borrosa línea que separa el ciberactivismo del ciberterrorismo y que sin duda será la clave de muchas batallas políticas, económicas y sociales del siglo XXI volvió a hacerse notar tras los arrestos anunciados ayer en Nueva York por el fiscal de la ciudad Preet Bharara, quien informó de la detención de seis personas vinculadas a la red Anonymous, conocida por sus ciberataques contra instituciones financieras y gubernamentales. [EPV (España), 7/3/2012]
De cualquier forma, no puede negarse que el activismo digital tiene una gran ventaja: al utilizar las TIC, llega a más personas en tiempo real y traspasa fronteras. Miquel Pellicer, experto en comunicación digital de la Universitat Oberta de Catalunya (España), apunta que todas las redes sociales evolucionan y maduran, por lo que son proclives a convertirse en espacios de ciberactivismo. Un ejemplo claro es TikTok, que pasó de replicar coreografías a promover el debate y la difusión de problemáticas sociales. En este tenor, es un hecho que los jóvenes juegan un papel importante en el ciberactivismo, pues son los principales usuarios de estas redes sociales:
- El año pasado ciberactuó el 33,2 % de las personas de 15 a 19 años, el 37,3 % del colectivo de 20 a 24 años y el 40,0 % de quienes tienen entre 25 y 29 años. [Euskadi.eus (España), 20/10/2016]
Hay dos verdades innegables respecto al ciberactivismo. La primera es que Internet siempre buscará formar parte de nuestra vida. La segunda, y más importante, es que las personas tendemos a reflexionar sobre la realidad y tratamos de incidir en ella para mejorar las condiciones de vida, lo cual nos lleva compartir ideas y organizarnos, física o virtualmente, porque cualquiera puede ser un activista.
Claudia Lizbeth Martínez Moreno
Universitat Rovira i Virgili (España)