Si alguna vez has visto a un grupo de personas corriendo por la calle perseguidas por un camarero, probablemente habrás sido testigo de un simpa. Esta palabra es neológica desde una perspectiva lexicográfica, ya que no tiene presencia en el diccionario normativo del español, pero no es una unidad reciente, pues el arte (ilegal) de no pagar la cuenta es una práctica recurrente y antigua. De hecho, el Observatori de Neologia recoge esta denominación desde el año 2008 y sigue viva en el uso de los hablantes, sobre todo en registros coloquiales, pues se sigue detectando a día de hoy en el vaciado de prensa y revistas.
![[fotografía] parte inferior de una bacaladera TPV.](http://blogscvc.cervantes.es/martes-neologico/wp-content/uploads/sites/2/2025/09/simpa_500.jpg)
Así pues, simpa es aquella palabra que se utiliza para designar el momento en el que un cliente de establecimientos como restaurantes o bares decide comer y escaparse sin pagar lo que ha costado el cubierto. Hay quien opta por escapadas más sutiles, como pretender ir al baño para escabullirse por alguna ventana o salida alternativa, y hay quien decide salir a lo grande y se escapa corriendo, contando con la esperanza de que el personal no tratará de perseguirlo o no logrará alcanzarlo:
- Hacer un simpa, coloquialmente conocido como irse sin pagar de algún establecimiento, puede parecer gracioso para algunos, pero en realidad es un acto muy ingrato por parte del pagador y es una faena para quien ha ofrecido un servicio sin recibir a cambio la porción económica que le corresponde. [La Razón (España), 21/7/2021]
Simpa es un neologismo formado por abreviación, a partir del sintagma sin pagar, y por ello hay quien lo escribe con n en lugar de m; en BOBNEO se documentan ambas opciones. Se podría defender que la opción más adecuada es sinpa, ya que es la abreviación directa, pero de acuerdo con FundéuRAE, simpa es la opción preferente, pues es la que respeta las convenciones ortográficas y fonéticas del español, según las cuales donde es indistinta la pronunciación de /m/ o /n/ ante los fonemas labiales /p/ y /b/, se escribe siempre m ante el fonema /p/. Hay otras construcciones que funcionan igual que este neologismo, como ciempiés, cuya grafía adecuada también es con m. Además de la alternancia ortográfica, aunque en los contextos a menudo funciona como sustantivo independiente, simpa suele formar parte de la locución verbal hacer un simpa:
- La primera detención por hacer un simpa fue en 2016 y en diciembre de 2017 estuvo a punto de ingresar en la cárcel por eludir varias citaciones judiciales y para evitar que siguiera estafando. [La Vanguardia (España), 14/3/2022]
- Otro caso curioso es la polémica que se suscitó cuando otro de los nombres del procés, el abogado y diputado Jaume Alonso-Cuevillas intentó hacer un sinpa en un restaurante con una botella de vino. [La Razón (España), 19/2/2024]
Hacer un simpa es una práctica que, naturalmente, comporta repercusiones legales. Huir de un restaurante sin haber pagado la cuenta supone un delito de estafa que puede resultar en diversas consecuencias: desde multas leves pasando por penas de prisión de hasta ocho años, en los casos más severos. Normalmente, el castigo legal varía según la gravedad del delito, es decir, la cantidad robada, y los antecedentes de la persona. En cuentas de menos de cuatrocientos euros, lo habitual es tener que pagar una multa, pero en casos en los que el culpable del simpa en cuestión ya ha dejado tres o más cuentas sin tarjeta de crédito (y se le ha condenado por ello), el castigo puede suponer años de prisión. Hay establecimientos que, con la intención de adaptarse a los tiempos modernos y evitar estas prácticas ilícitas, están tomando medidas llamativas, como un bar en Bélgica en el que el precio por entrar a tomar una bebida es un zapato, para que los comensales no puedan irse corriendo sin pagar la cuenta.
En cuanto a su presencia lexicográfica, simpa se recoge solo en Clave, con una etiqueta que denota su coloquialidad y con la locución hacer un simpa como ejemplo. Este concepto también se recoge en obras lexicográficas de otros idiomas, como en inglés o francés, a pesar de que siguen procesos de formación distintos. En inglés utilizan la denominación dine and dash (‘comer y huir’), que se puede encontrar en el Cambridge Dictionary, y en francés, grivèlerie, palabra recogida en el Larousse. Asimismo, a pesar de que simpa es propio del territorio peninsular, en algunas regiones de Latinoamérica, como Chile y Perú, se utiliza el mismo concepto con la denominación hacer perro muerto.
Uno de los posibles motivos que explican la ausencia de simpa en la mayoría de diccionarios del español es su carácter informal, pues estas unidades coloquiales a veces tienden a ser más volátiles y cuesta más que se incluyan en este tipo de obras, que tienden a recoger léxico formal. Como último apunte, aunque normalmente se aplica al mundo de la hostelería (normalmente en bares y restaurantes, como se ha visto a lo largo del artículo), simpa a veces se aplica simplemente al acto de no pagar por un servicio, como se ve en los siguientes contextos:
- En este tiempo ha aumentado considerablemente la cantidad de conductores que han hecho lo que se conocen popularmente como simpas, es decir, irse sin pagar tras repostar. [El Periódico (España), 6/4/2022]
- A un vecino de Zaragoza le ha salido especialmente caro el simpa que realizó a un taxista cuando dejó de abonarle los 12 euros de una carrera. [El Periódico (España), 16/3/2023]
En definitiva, simpa es una palabra con mucho recorrido y que sigue viva en el lenguaje coloquial de hoy en día. A pesar de tratarse de una unidad informal, ha demostrado tener estabilidad en el léxico de los hablantes y designa una acción muy concreta que tiene repercusiones legales, por lo que el diccionario normativo debería incluir esta denominación, sin importar su grado de formalidad. Asimismo, esto tendría un efecto positivo a nivel lingüístico: ayudaría a aclarar dudas para poder acabar con esta oscilación en el uso entre simpa y sinpa.
Yago Soler Arróniz
Observatori de Neologia
Universitat Pompeu Fabra