Aporofobia es un neologismo formado por composición culta: del prefijo griego άπορος, ‘pobre, sin recursos’, y del sufijo del latín científico -phobia, y este del griego -φοβία, aversión, rechazo. Como dice Martínez Navarro (profesor de Filosofía Moral), es un término que sirve para nombrar un sentimiento de rechazo al pobre, al desamparado, al que carece de salidas, al que carece de medios o de recursos.
La palabra aporofobia no aparece en los diccionarios y, sin embargo, es objeto de atención en las redes sociales. Resulta fácil encontrar miles de páginas que no solo definen esta palabra sino que aluden ampliamente a la realidad social que designa. No obstante es preciso destacar que, aunque su uso se está extendiendo gracias a los medios de comunicación y, principalmente, a internet, en realidad estamos ante un término pluridisciplinar que pertenece al ámbito especializado de la sociología, de la psicología, de la ética, de la filosofía e incluso de la psiquiatría o la jurisprudencia.
Se trata de un término especializado creado por la filósofa española Adela Cortina y utilizado en la década de los noventa en sus escritos de ética y filosofía. De hecho, en un artículo del año 2000 del periódico El País, reclamó su introducción en el diccionario de la Academia. A pesar de ello, aporofobia sigue sin aparecer en DRAE23:
- Es en este orden de cosas en el que quisiera brindar a la Real Academia un nombre, después de rebuscar afanosamente en mi viejo diccionario de griego, tan usado el pobre en los años del bachillerato: el nombre aporofobia […]. Es, ciertamente, una expresión que no existe en otras lenguas […]. Pero lo indudable es que la repugnancia ante el pobre, ante el desamparado, tiene una fuerza en la vida social que todavía es mayor precisamente porque actúa desde un deleznable anonimato. [El País (España), 7/03/2000]
En el BOBNEO sólo contamos con una aparición de este término:
- La Fiscalía de Menores determinará si la agresión está motivada por la llamada aporofobia u odio al pobre. [La Vanguardia (España), 8/06/2015]
El empleo de la variante aporafobia, no acorde a las reglas etimológicas, también se encuentra sin dificultad en la prensa diaria:
- La agorafobia se acompaña de la aporafobia y la xenofobia, el miedo a la pobreza y a los diferentes hace que el espacio público sea abandonado por unos grupos y ocupado por otros. [El País (España), 2/07/2008]
- También se ha producido una caída notable en los delitos de odio por antisemitismo, que se reducen un 62 % respecto de 2014 y representan el 0,7 % del total, con nueve casos. En el lado opuesto, aumentan un 36,4 % los de aporafobia (odio a los pobres), que representan el 1,1 %. [Sur (España), 24/02/2016]
Son más habituales, sin embargo, los contextos con un empleo correcto del neologismo:
- Frente a la falta de estadísticas, las Fiscalías han ejemplificado delitos de odio […]. Así ocurrió con el procedimiento desarrollado en Utrera (Sevilla) contra dos jóvenes acusados de asesinato por matar a un indigente con «claros indicios» de un móvil conocido como «aporofobia», un intenso rechazo ante situaciones de indigencia. [Sur (España), 20/09/2015]
- En España, que no es diferente al resto del mundo, se ha despertado una especie de «aporofobia», traduzco: «Odio violento hacia el pobre». Semejante fobia ha acabado ya con la vida de demasiados hombres y mujeres sin techo. [La Opinión. El Correo de Zamora (España), 14/11/2015]
La Fundéu considera que el neologismo aporofobia, no aporafobia, está bien formado y es un término válido en español para hacer referencia al odio o al miedo al pobre. Por tanto recomienda no resaltarla ni con cursiva ni con comillas, pues ha sido creado a partir de los procedimientos de formación culta que posee nuestra lengua y cumple con una de las principales características del lenguaje: la economía lingüística.
A pesar de no estar contemplado en los diccionarios, sí que es recogido y reconocido por el Ministerio del Interior como uno de los seis delitos de odio que tipifica. El término aporofobia parece claramente instalado en la lengua española ya que detectamos también algunos de sus derivados:
- Nuestra sociedad no es xenófoba (odio a lo extraño), pues basta ver el ‘miedo’ que nos despiertan los coches alemanes, las pizzas italianas o los relojes suizos, sino que es aporófoba, fruto del patrón conductual egoísta e individualista que nos impone la ideología capitalista. [http://www.fundacionmelior.org/content/tema/espana-xenofobia-o-aporofobia, 26/02/2015].
- Martínez recurre, llegados a este punto, al cuento de la hormiga y la cigarra para ahondar más en la percepción que tienen de las víctimas los aporófobos [La Vanguardia (España), 22/03/2016].
No parece, sin embargo, que haya sido incorporado a otras lenguas, excepto en catalán, que ha sido tomado directamente de Adela Cortina, como puede verse en Neolosfera:
- El fiscal de delictes d’odi i discriminació, Miguel Ángel Aguilar, va afirmar ahir que a la Unió Europea encara hi ha un 75 % de víctimes que no denuncien aquestes vexacions, i les dades més ocultes són les motivades per l’aporofòbia —odi a la pobresa. [Avui (España), 28/10/2014]
El uso de aporofobia parece mucho más extendido en el territorio peninsular que al otro lado del Atlántico. A pesar de ello, hemos encontrado algún contexto en el español de América:
- Pero los temores del hombre hoy se dirigen hacia otros sujetos y es así como nace el término «aporofobia», que no es otra cosa que el miedo a los pobres. Un neologismo que todavía no ha encontrado su lugar en el Diccionario de la Real Academia, pero que le pone nombre a un naciente problema de nuestro tiempo y en particular de nuestra Ciudad de Buenos Aires. [http://opinion.infobae.com/christian-joanidis, 11/09/2013]
- Apunté una frase de Martínez Navarro que nos acerca al interior de muchos argentinos: La aporofobia se induce, se provoca, se aprende y difunde a partir de relatos alarmistas y sensacionalistas que relacionan a las personas de escasos recursos con la delincuencia y con una supuesta amenaza a la estabilidad del sistema socio-económico. [Diario crítico de Argentina (Argentina), 14/05/2016].
Por otra parte, aunque podría pensarse que es un sinónimo de peniafobia, no deben confundirse. Peniafobia, que tampoco está recogido en el DRAE, es un término procedente del ámbito de la psiquiatría que designa la obsesión por no ser pobre, miedo a la pobreza, no el odio o rechazo al que es pobre.
Está claro que estamos ante un término que forma ya parte de nuestro patrimonio léxico. Además, de la misma manera que no podemos cerrar los ojos a una realidad que por muy cruda que sea está ahí, ante nosotros, tampoco podemos dejar de denominarla y para ello nada más adecuado que la palabra que estamos analizando: aporofobia.
Gloria Guerrero Ramos
Grupo NEOUMA
Universidad de Málaga (España)