La caída en bancarrota de la compañía estadounidense Lehman Brothers (1850-2008), después de haber superado una guerra civil y el crac mundial de 1929, dio lugar a la crisis que se sigue viviendo actualmente a escala global. En Estados Unidos, se considera que lo que propició la caída de la mayor compañía de servicios financieros fueron, entre otras cosas, los créditos subprime. En España, sin embargo, se achacó la situación de depresión económica, principalmente, a la burbuja inmobiliaria.
Se conoce como burbuja inmobiliaria a la subida anormal, prolongada y descontrolada del precio de los inmuebles, generalmente a causa de la especulación, lo que provoca que el precio se aleje cada vez más de su valor real. A pesar de que las crisis más conocidas son el crac de 1929 y la actual crisis económica, el término bubble, con el significado metafórico relativo a la economía, se usó por primera vez durante el crac de 1720 en Inglaterra, también conocido como la burbuja de los Mares del Sur, dada la implicación de la Compañía de los Mares del Sur.
El neologismo burbuja inmobiliaria, formado mediante un proceso de sintagmación, aprovecha la acepción de burbuja que ya recoge el DRAE (‘proceso de fuerte subida en el precio de un activo, que genera expectativas de subidas futuras no exentas de riesgo’), de origen metafórico, para formar un término económico a la manera de otros, como burbuja económica, burbuja especulativa o burbuja financiera.
Veamos a continuación algunos ejemplos del uso de este neologismo en diferentes países de habla hispana:
- El litoral está destrozado y creo que el modelo económico español, basado en la burbuja inmobiliaria, ofrece dudosas garantías. [La Vanguardia (España), 23/02/2008]
- Ha pinchado la burbuja inmobiliaria, nos dicen; según el PP por la mala cabeza de Zapatero, según el gobierno, para bien porque al sector le viene una purga que le baje los humos, y al ser la oferta mayor que la demanda, la ley de la oferta y la demanda haría bajar los precios. [La Vanguardia (España), 26/02/2008]
- Es debido a eso y a la burbuja inmobiliaria que las casas dejaron de ser un reaseguro en la inversión. [Clarín (Argentina), 18/12/2008]
- El crack de la burbuja inmobiliaria se ha saldado con 632.505 parados en los últimos doce meses. [La Vanguardia (España), 19/05/2009]
- Y eso debido a que compraron propiedades sobrevaloradas por la burbuja inmobiliaria. [La República (Perú), 26/02/2012]
- Aún no hay consenso entre los especialistas si ello representaría un indicio del origen de una burbuja inmobiliaria. [Perú 21 (Perú), 29/03/2013]
A pesar de que desde su origen han sido mucho más habituales los términos burbuja especulativa y burbuja económica por una sencilla cuestión de anterioridad en el tiempo, su extendido uso y su importancia capital y definitoria en la actual crisis económica hacen de la burbuja inmobiliaria un neologismo de rabiosa actualidad. A pesar de que se considera que los países que más la han sufrido han sido los de la eurozona, el boom en los precios de los inmuebles lo compartieron la mayoría de países desarrollados, desde Estados Unidos hasta China, pasando por los países europeos. No sin motivos, un artículo aparecido en The Economist el 16 de junio de 2005 denominaba a esta burbuja «la mayor de la historia».
Respecto a su tratamiento lexicográfico, si bien algunos diccionarios, como el DRAE, el Clave o el VOXUSO, ya recogen el significado metafórico de burbuja, ninguno contempla burbuja inmobiliaria. Sin embargo, el Diccionario del español actual de Seco, Andrés y Ramos sí recoge el neologismo en uno de los ejemplos de burbuja. El diccionario italiano Lo Zingarelli recoge, aparte de bulla, bolla speculativa, como calco del inglés bubble. El francés Le Petit Robert recoge bulle financiére i bulle spéculative, pero ni rastro de la inmobiliaria. Le Grand Robert ni siquiera recoge bulle con sus usos en la economía. Sorprendentemente, el Oxford English Dictionary tampoco ha añadido a sus archivos el tipo de burbuja que nos ocupa. En cuanto a los diccionarios de neologismos, tampoco el NEOMM contiene una entrada para burbuja. Dada la importancia que ha ido adquiriendo el concepto a lo largo de los años, siendo además una pieza fundamental del engranaje de la actual crisis económica y, probablemente, de las futuras, la Real Academia debería considerar su inclusión en el diccionario normativo de la lengua.
Víctor Ruiz Aldana
Observatori de Neologia
Universitat Pompeu Fabra (España)