Hay términos que nacen marcados por una profunda carga ideológica y que, precisamente por ese motivo, están sujetos a interpretaciones distintas en función de quiénes y cómo los usan, de las prácticas sociales, y de las relaciones culturales y de poder que se dan a lo largo del tiempo. Este es el caso del verbo racializar, procedente del inglés racialize, que hoy se emplea con un significado bastante distinto del que tuvo en su origen.
El término fue introducido por los estudiosos del racismo en Estados Unidos para expresar que la raza y, en particular, las características físicas de los individuos contribuían por sí mismas a la discriminación de un determinado grupo social. Conforme a esa interpretación pseudocientífica, la persona racializada, por su condición biológica, era en cierto sentido responsable de las desigualdades y las diferencias sociales y culturales que la afectaban; en otras palabras, la racialización contribuía a presentar las tipologías raciales como algo tangible y preexistente a las representaciones e imaginarios sociales.
Para hacer frente a ese discurso, como explica el filósofo José Antonio Marina en su Diccionario Woke, el movimiento antirracista, al adoptar la igualdad y la universalidad como valores irrenunciables, se negaba a conferir valor social a la pertenencia étnica. Hoy, sin embargo, ese mismo movimiento reivindica la diferencia precisamente para poner de manifiesto y denunciar la discriminación de que son objeto algunos colectivos por sus características raciales, principalmente su aspecto físico y su color de piel. Visto desde esta perspectiva, ignorar las diferencias raciales supone en parte negar la existencia de esa injusticia social.
En ese contexto, el neologismo racializar —en particular su participio (racializado -da), empleado extensamente como adjetivo— se ha abierto paso en las dos últimas décadas en el amplio dominio del español, al igual que en otras lenguas próximas, con el sentido de clasificar, identificar o diferenciar a las personas en función de su pertenencia a un determinado grupo étnico.
- Siempre se ha negado la existencia del racismo hacia los pueblos indígenas. Indudablemente también hay otros sujetos racializados en la historia de México, pero los indígenas son la población particularmente sujeta a distintas formas de exclusión de carácter etnocéntrico. [La Jornada (México), 06/04/2004)]
- Ocultar esas tremendas culturas que precedieron a la colonización resultó una tarea casi imposible por la fuerza de esas presencias aún subalternizadas, desacreditadas y racializadas. [Página 12 (Argentina), 14/04/2012]
- En Estados Unidos a este conjunto de las categorías raciales que sufren el racismo se le llama “People of Color”, y en ella están negros, latinos o asiáticos, pero no los blancos. Este es el ejemplo más claro que existe para entender a quiénes se dirige el concepto de “personas racializadas” tal y como se está usando mayoritariamente ahora. [eldiario.es (España), 17/01/2020]
Conforme a su significado último, el concepto de racialización se podría aplicar a cualquier persona, pues todos formamos parte de una categoría racial o étnica por la que se nos identifica. No obstante, como muestran los ejemplos anteriores, se asocia por lo común a quienes no pertenecen a la raza blanca y, de manera particular, a quienes sufren discriminación.
En este sentido, no se puede pasar por alto el intenso debate público que se suscitó en España en enero de 2020 después de que Alba González Sanz renunciara a encabezar la Dirección General de Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial, dependiente del Ministerio de Igualdad, por entender que debía recaer en una persona racializada. La discusión sobre el alcance del término, que puso de manifiesto sus variadas interpretaciones —reflejo en buena medida de posturas ideológicas encontradas—, contribuyó a su difusión más allá de los estudios sociológicos y los colectivos antirracistas:
- Racializar […] no está incluido en el Diccionario de la Real Academia Española y, si bien su uso es habitual en ciertos ámbitos, genera controversia entre los filólogos: para unos, es una muestra más del uso ideologizado del lenguaje, una tendencia al alza; para otros, un término de gran utilidad para designar la opresión de las etnias minoritarias en determinados contextos sociales. [La Nueva España (España), 17/01/2020]
No es extraño, incluso, que las personas pertenecientes a esos colectivos discriminados por razón de su raza o etnia se sirvan asimismo del neologismo para autodesignarse:
- A menudo, se confunde el término “racializado” como un sinónimo de “negro”, “chino” o “gitano”. Pero no lo es. “En realidad, aúna a todos los colectivos no blancos y se utiliza no solo para denunciar el racismo sistémico que sufrimos, sino como reivindicación de que existimos”. [El País Verne (España), 20/01/2020]
- Perder el rango racializado es perder la diferencia que uno tanto valora y atesora. [DL 23/02/2020]
De hecho, algunas voces advierten sobre el error de aplicar ese término a un individuo únicamente por su color de piel; en este sentido, no son pocas las personas pertenecientes a esos grupos étnicos que no se reconocen en tal categoría. Sucede que, además del fenotipo, en el trato desfavorable o discriminatorio intervienen otros factores, como el origen migrante, el estatus social, las costumbres, la religión o la forma de hablar, que hacen que la persona racializada se sitúe en una posición inferior respecto de otra de raza blanca. Por ese camino, curiosamente, el neologismo se hace extensivo a veces a toda persona que sufre discriminación, no ya por su raza, sino a partir de criterios culturales.
Los diccionarios del español consultados, con la excepción del Diccionario del español total, no recogen el término. En cambio, sí lo sancionan, en inglés (racialize), el Cambridge Dictionary, el Merriam-Webster, el Collins COBUILD Advanced English Dictionary o el Oxford English Dictionary; en francés (racialiser), el Dictionnaire Cordial o el Dictionnaire des francophones; o en portugués (racializar), el Dicionário Priberam da Língua Portuguesa, entre otros.
Algunos de los repertorios citados dan cuenta asimismo del empleo de este verbo y sus derivados para expresar que a una determinada realidad se le confiere o se le impone una interpretación racial. Se trata de un uso que se atestigua en ejemplos como los siguientes:
- Bruce sugiere que el concepto de “racialización” da mejor cuenta de eso que llamamos racismo, pues pone el énfasis en ese activo proceso mediante el cual los peruanos vivimos mapeando racialmente a nuestro entorno y a nosotros mismos. [El Comercio. El Dominical (Perú), 17/02/2008]
- El texto rechaza que se convierta a los inmigrantes en “chivos expiatorios de las dificultades sociales del conjunto de la población” y alerta de la “tendencia a racializar los problemas sociales”. [Diario Vasco (España), 02/04/2010]
- El problema es que siguen racializando las diferencias entre los seres humanos. [El Comercio (Perú), 10/06/2020]
Curiosamente, este es el sentido con que lo utilizaba Federica Montseny en 1931 en el discurso de inauguración del Ateneo Libertario del Clot (Barcelona), en una de las escasas documentaciones del término en español en textos anteriores al siglo xxi:
- […] no hemos de localizar, de racializar la universalidad de la anarquía; no hemos de hacerla patrimonio de una región, de una clase, de un grupo de hombres, a ella, porvenir de todos, concreción grandiosa, cima del avance humano; a ella, que proclama la tierra patria de todos los hombres y que de un extremo al otro del mundo, por encima de todas las fronteras, de país en país, de continente en continente, mañana quizá de astro en astro, enlaza las manos fraternas de todas las criaturas. [La Revista Blanca (España), n.º 197, 01/08/1931]
Casi un siglo después de estas palabras, aunque la multiculturalidad y la multietnicidad son consustanciales a buena parte de las sociedades actuales, la necesidad de recuperar o acuñar términos como racializar pone de manifiesto que el color de piel o la pertenencia a un determinado grupo étnico siguen siendo fuente de estereotipos y prejuicios; en definitiva, siguen alimentando el racismo y la discriminación. También en este ámbito, la justicia social, la inclusión y la igualdad son en gran medida asignaturas pendientes.
José Antonio Moreno
Universitat Rovira i Virgili (España)