Es habitual en estos tiempos encontrarse, al pasear por la calle, con skaters en plena acción: son patinadores que utilizan un skate board, o monopatín (patineta en algunas variedades del español americano, identificadas por el DRAE23 en El Salvador y Venezuela), para desplazarse y ejecutar diversas acrobacias, generalmente sobre los accidentes del mobiliario urbano. La palabra, de origen inglés, se forma por derivación del verbo to skate ‘deslizarse’ y el sufijo -er, que nominaliza designando al agente de la acción.
Este tipo de patinaje surgió en la costa oeste de Estados Unidos a finales de la década de 1950, como una variante adaptada del surf. La práctica se diseminó rápidamente. En España e Hispanoamérica empezó a conocerse unos dos lustros más tarde para ponerse de moda a finales de la década de los setenta del siglo pasado, momento en que pueden verse las primeras infraestructuras destinadas a pistas y parques para patinar, y a formarse equipos de competición (en el corpus académico CREA encontramos un caso de skate ya en un periódico argentino de 1979). Tanto en su variante urbana como en la puramente competitiva, desde entonces el skating ha experimentado una notable popularidad y tendrá su espacio por primera vez en los próximos juegos olímpicos de 2020, no sin controversia por parte de numerosos skaters que no se consideran deportistas.
Y es que, más allá de la característica de deslizarse sobre una tabla con ruedas, skater designa a una persona con rasgos propios de una cultura callejera, a menudo entrecruzada con grupos urbanos punk o hip hop y a veces asociada a la pintura de grafitis, lo que entendemos que ha dotado de una fortaleza adicional al vocablo y ha ayudado a que se vaya imponiendo. En determinados países americanos, se puede encontrar skato con ese significado de ‘perteneciente a una tribu urbana’ (une en una palabra a los patinetos o skaters, y a los que gustan de la música ska, probablemente por la coincidencia de ambas circunstancias en esos sitios; suele referirse también al grafitero). En ocasiones skater puede designar solo al integrante del grupo, sin necesidad de que sea patinador:
- Flogger, Emo, Rollinga, Freak, Skater, Dark, Hip-hopper No, Gaturro, no… Te pregunté de qué «Tribu» sos… Ah… ¿Porqué? ¿Ésta no está de moda? [La Nación (Argentina), 5/07/2009]
Se adjetiva también para hablar de cultura o ambiente skater y en el mundo de la moda, el estilo skater identifica un modo de vestir informal:
- El estilo skater seduce a los diseñadores y llega a la pasarela. [El País (España), 23/08/2012]
La especificidad de la palabra parece convertirla en un neologismo necesario ya en su significado más restringido, pues el skater es una subespecie del patinador, –ra que define DRAE23 de modo un tanto general: ‘que patina’. El vocablo monopatín, de mayor uso en los inicios de esta afición popular en España, figura en el diccionario académico desde su 21.ª edición (1992), originalmente con una connotación infantil, para referirse al ‘juguete [objeto para patinar en la definición actual] consistente en una tabla relativamente larga sobre ruedas, con la que se deslizan los niños [se desliza el patinador en la edición vigente] tras impulsarse con un pie contra el suelo’. Monopatinaje se llama a veces al deporte, y monopatinador a quien lo practica; aunque no en los diccionarios, pueden encontrarse en algún raro uso si se busca por la red, y así lo consigna la Fundéu en una escueta intervención en Twitter que no parece ser recomendación. En las bases de datos del Observatori de Neologia encontramos una ocurrencia tanto en castellano como en catalán:
- Pero también Priest y Dogma, que provocaron las iras católicas por su blasfema presentación de figuras religiosas, y Kids, cuyo protagonista es un joven monopatinador cuya especialidad es desvirgar adolescentes. [El País (España), 17/09/2000]
- Els monopatinadors utilitzen tots els gairells per mostrar les seves habilitats. [Diari de Girona (Catalunya, España), 01/08/2008]
Por su mayor brevedad, por tener más amplitud semántica que la mera práctica del patinaje y por una indudable permeabilidad al anglicismo, skate, skating y skater se han impuesto paulatinamente y se han consolidado en el uso hispanohablante, ocupando y ampliando el espacio que se había abierto con la creación de los neologismos patrimoniales monopatín/patineta, monopatinar, monopatinaje y monopatinador (los cuales retroceden en uso, como se puede comprobar en el Corpus Académico del Siglo xxi CORPES). Por otra parte, en las fuentes principales usadas en el Martes Neológico, si bien skater está ausente en DRAE23, VOXUSO y NEOMM, sí que lo hallamos ya en Alvar2, Clave y DEA.
En los diccionarios de otras lenguas skater está recogido. Por supuesto, en el Oxford English Dictionary/Merriam Webster’s Dictionary, pero también en italiano (Dizionario Garzanti), portugués (Dicionária Priberam da Lingua Portuguesa) y francés (Le Grand Robert/Le Petit Robert); en este último caso adaptado como skateur.
Por último, bien es cierto que aún en fechas recientes hay algún medio hispanohablante que se siente más cómodo entrecomillando la palabra:
- No quiera Dios que […] se accidente algún inocente ciclista, «skater» o repartidor en moto. [El Sur (Chile), 10/04/2011]
- Los «skaters» reinventan la rueda [El Sur (España), 21/06/2013]
Pese a esto último, podría afirmarse que, según indican los testimonios, skater se ha hecho un sitio en la lengua general y que, por tanto, es susceptible de entrar en el diccionario.
Miguel Marañón Ripoll
Centro Virtual Cervantes
Instituto Cervantes (España)