Es habitual que un número importante de hablantes proponga que los diccionarios modifiquen, eliminen o incorporen determinados vocablos o acepciones. Algunos consideran que, con este proceder, se contribuye, en mayor o en menor medida, a la transformación de la sociedad, pues se palian no pocas discriminaciones o se hace frente a injusticias atávicas. Se parte de la idea de que los repertorios lexicográficos, y muy especialmente los académicos, tienen un poder legislativo capaz de discernir los referentes positivos de los negativos mediante la sanción o no de las piezas léxicas. Pero el lexicógrafo ha de tener una vocación más notarial que jurídica en la sanción de los vocablos, ya que es el hablante con su actualización léxica discursiva quien contribuye a la creación de corpus que documenten el verdadero uso de las palabras. Los que defienden la sanción académica de ciertas voces con el loable intento de afrontar no pocas discriminaciones sociales buscan un empoderamiento nacido del respaldo institucional lingüístico.
Esto justifica que en la más importante plataforma de peticiones del mundo (Change.org) se reivindique la inclusión en el DLE de sororidad «por su fuerte significado ético, social, político y reivindicativo», aunque no faltan otras iniciativas de partidos políticos y organizaciones que van en la misma dirección. Se alude con este vocablo a la relación solidaria entre mujeres con el fin de evitar desigualdades. Se deriva de soror (‘hermana’), al igual que fraternidad (‘amistad o afecto entre hermanos o entre quienes se tratan como tales’) se origina a partir de frater (‘hermano’). Más de una ocasión se ha recordado que Unamuno empleó esta voz en La tía Tula (1925) para hacer mención, en este caso, al amor de la hermana. Es decir, se trata de un uso alejado de cualquier atisbo reivindicativo. Habría que puntualizar, de todas formas, que la recurrencia al étimo para determinar el contenido significativo de una pieza léxica entra en contradicción con los procesos evolutivos lógicos de una lengua histórica; de lo contrario, la palabra matrimonio no podría aludir, frente a la tendencia habitual, a la unión de dos personas del mismo sexo o con patrimonio haríamos referencia todavía a la herencia que el hijo tiene heredado de su padre o abuelo. Nos encontraríamos, en el caso señalado, con la oposición entre la solidaridad masculina (fraternidad) y femenina (sororidad), que encontraría su neutralización en la hermandad. Sin embargo, al margen de la recurrencia o no a modificaciones evolutivas de los vocablos, lo cierto es que hallamos una unidad léxica respaldada por su correcta formación (así lo atestigua, por ejemplo, la Fundéu) y que posee una vitalidad considerable, aunque BOBNEO solo recoja pocos casos correspondientes a 2013 y 2014. Es destacable que se incluya en diccionarios de la lengua inglesa (Cambridge Dictionary, Merriam-Webster), francesa (Le Grand Robert, Le Petit Robert), italiana (Zingarelli) o portuguesa (Dicionário Priberam da Língua Portuguesa). Por otra parte, algún repertorio, como el Collins, alude exclusivamente a una hermandad femenina con fines benéficos.
Pese a que no aparezca recogido el vocablo en las fuentes lexicográficas españolas consultadas, generales (Clave, DEA, VOX) o especializadas en voces nuevas (Alvar2, NEOMM), sí se encuentra en el Diccionario de americanismos, publicado por la ASALE en 2010, aunque solamente lo ubica en Puerto Rico. Podemos encontrar, en todo caso, ejemplos que muestren su empleo en otros países hispanoamericanos y también en España, en años anteriores y posteriores a la publicación de este catálogo:
- Estos procesos toman tiempo: actualmente, las relaciones de las mujeres entre ellas siguen siendo complejas, ambivalentes y, a veces, contradictorias, pero la solidaridad, la risa compartida, la sororidad se construyen lentamente, con la convicción de que la vida está adelante y que cuando no se puede bailar y gozar con los hombres, tenemos que bailar y gozar entre nosotras. [El Tiempo (Colombia), 17/09/2008]
- Yo no estaba convencida de la sororidad hasta que hace unos días me invitaron a un grupo cerrado de Facebook llamado “Ni una menos: movilización nacional ya”. [Perú 21 (Perú), 23/07/2016]
- Buscan crear puentes, diálogos, construir pensamiento, servicios para afrontar las violencias políticas, territoriales y familiares, intercambiar saberes, fortalecer la sororidad que desde hace tiempo ya pasó por alto el océano y sumó a las kurdas. [Página12 (Argentina), 25/08/2017]
- No será justo si nos amedrentan con sumarios o expulsarnos por la decisión que hoy tomamos, pues nuestro acto viene del coraje, y de la sororidad que sentimos por quienes hoy estudian y quienes mañana estudiarán. [The Clinic (Chile), 15/05/2018]
- Unir esfuerzos con la actual presidenta, la jueza Vanessa Ruiz, de Estados Unidos, para sincronizar acciones que desalienten la violencia, generar oportunidades en igualdad, abatir la discriminación que lacera a la humanidad, crear sinergia y sororidad, pues no está en duda que entre ¡más mujeres, más justicia! [La Jornada (México), 30/05/2018]
- La sororidad de dos mercheras como Dolores e Isabel, en representación de todo un grupo social, sirve de hilo conductor en La grieta y resultó imprescindible “para llegar a entender que el desahucio, además de dejarte sin techo, arrasa con todo tu entorno”, comenta Yagüe en una de las sedes de Documenta Madrid. [El País (España), 9/05/2018]
Al margen de apegos o desapegos etimológicos, y, por supuesto, dejando a un lado cualquier posición social que aborde los pros y los contras que implica la unión de sexos para conseguir la deseada igualdad, lo cierto es que nos encontramos con un vocablo con frecuencia y dispersión suficientes para ser tenido muy en cuenta. Al menos ha de considerarse en la catalogación de piezas léxicas de nueva creación, antesala de la sanción lexicográfica en repertorios generales, al igual que ha sucedido en otras lenguas. Si nos centramos en el ámbito hispánico, no parece que se restrinja a un solo país, Puerto Rico, como refleja el Diccionario de americanismos; de hecho, las propuestas teóricas más consolidadas vienen de México, tal y como se refleja en la amplia bibliografía sobre la discriminación por razones de sexo, especialmente en los trabajos de la activista y etnóloga Marcela Lagarde. En el caso de España se trata de un vocablo difundido sobre todo en los ensayos de la desaparecida política y escritora Carmen Alborch. Además de los escritos señalados, los datos manejados prueban que se trata de una creación de uso habitual no solo en los medios de comunicación tradicionales, pues también está muy presente en las redes sociales, tanto en España como en Hispanoamérica.
Juan Manuel García Platero
Universidad de Sevilla (España)
[Nota: Durante la edición de este artículo, la RAE felizmente ha incorporado sororidad al diccionario académico en la actualización publicada en diciembre de 2018 (versión 23.2).]