La productividad y la juventud están de moda. En una sociedad como la actual, en la que impera un rechazo hacia la senectud y lo que realmente importa es la actividad frenética y la acumulación continua de logros y resultados, no resulta extraño que hayan proliferado una serie de voces que recalcan esa desaprobación hacia la idea de envejecer o hacia un colectivo tan vulnerable como es el de los mayores. Términos como edadismo, gerascofobia, gerontofobia o viejismo se han abierto paso y han aparecido cada vez con más regularidad en los medios de comunicación en los últimos años. Muestras de este uso se localizan en prensa en español tanto del ámbito nacional como internacional.