Debemos al político francés Camille Sée (1847-1919) la frase «Dicen que la historia se repite, pero lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan». Un siglo después, todo parece indicar que seguimos sin aprender y seguimos tropezando con piedras que aparecen de manera cíclica y que seguimos sin saber esquivar: solo durante el siglo xx hemos asistido a exterminaciones deliberadas y sistemáticas, como el genocidio armenio (1915-1923), al Holocausto judío (1933-1945), el genocidio camboyano (1975-1979), el genocidio de Ruanda (1994) o la masacre de Srebrenica (1995). Aunque el horror se repita, persiste.