Con el creciente interés de la sociedad moderna en el origen y los métodos de producción de los alimentos, los consumidores se inclinan cada vez más hacia la búsqueda de fuentes de alimentación ecológicos, orgánicos y sostenibles. En este contexto, el oleoturismo, o turismo del aceite de oliva, ha comenzado a ganar reconocimiento a nivel mundial. El oleoturismo se asocia a una serie de imaginarios: paseando por olivares, observando cómo el aceite de oliva dorado fluye desde la prensa y viviendo de primera mano el proceso tradicional de elaboración del aceite.