El alemán Minijob es uno de los muchos casos en los que un elemento aparentemente inglés constituye de hecho un pseudoanglicismo de la lengua, al ser un caso de neología del alemán que resulta de la formación de una palabra nueva con formantes tomados como préstamos del inglés, pero ya integrados en alemán.
La palabra Job es un anglicismo que desde hace unos treinta años se emplea de forma habitual en la lengua coloquial para referirse a un trabajo no permanente, a menudo puntual, muchas veces no formal, de poca responsabilidad, como son los trabajos de repartición de publicidad de los adolescentes durante los fines de semana o durante las vacaciones, los trabajos ocasionales que hacen estudiantes durante los períodos sin clases, etc. De ahí se extendió a los significados de puesto de trabajo en general, denominación para referirse a la profesión ejercida o a una tarea en concreto. Con estos cuatro significados, todos etiquetados como coloquiales, entró en el diccionario normativo del alemán, el Duden, con una pronunciación diferente de la que tiene en inglés, pero también con un sonido inicial /dʒ/ no usual en palabras alemanas: /dʒɔp/, parcialmente adaptado del inglés /dʒɒb/ o /dʒɑːb/. También entró en el diccionario normativo el verbo jobben «trabajar, realizar un trabajo temporal con el fin de ganar dinero; ganar dinero con un job», que según el Duden es adaptación del inglés to job, pero podría derivar igualmente del mismo sustantivo Job tomado prestado.
Ya en 1977 se había introducido en Alemania occidental el llamado empleo de corta duración, de hasta tres meses, con un determinado sueldo máximo. En el marco de las reformas del mercado laboral para luchar contra la crisis económica por la que pasaba el país, en abril de 2003 se introdujo un nuevo modelo de puestos de trabajo que preveía empleos a tiempo parcial en condiciones específicas. Tal vez por el carácter supuestamente tan moderno de la palabra coloquial Job, y quizá por consejo de alguna agencia de publicidad, el nuevo modelo laboral se bautizó como Minijob, una prefijación del anglicismo Job con el formante mini- (que en la tradición gramatical alemana se considera un prefijoide),palabra coloquial tomada, según el Duden, del inglés, si bien hay quienes defienden que es un internacionalismo.
Los minijobs son, pues, empleos de horario mínimo y un límite de ingresos brutos establecido, inicialmente, en cuatrocientos euros, aunque también se aplicaba a contratos que preveían menos de cincuenta días laborables o dos meses dentro de un año natural, como los minijobs en hogares privados. Esta forma de empleo, especialmente promovida por el Estado, facilita que los empresarios privados decidan registrar un minijob en un hogar privado en la llamada Minijob-Zentrale (Oficina Central de Minijob) gracias a una normativa legal sencilla y a unos impuestos considerablemente reducidos. Ahora bien, debido a la falta de cotización, un minijob no proporciona seguridad social. Este uso institucional de minijob ha propiciado en alemán el afianzamiento del anglicismo Job como competidor de otras palabras como Arbeit o Arbeitsplatz; Job se utiliza cada vez más también para el trabajo regular con contratos fijos, en contextos institucionales como las bolsas de trabajo que ahora se llaman Jobbörse, «bolsa de jobs», en vez de formas anteriormente usuales como Arbeitsvermittlung, «coordinación de trabajo, agencia que actúa como mediadora entre trabajadores y empresas».
Al poco tiempo de emplearse, minijob se incluyó en el Duden, definido como «actividad en la que la remuneración mensual no supera una determinada cantidad o que está limitada a un determinado número de días laborables al año». Lo que es llamativo es que esta entrada no recibió ninguna etiqueta diasistemática y, a diferencia de Job o jobben, no es caracterizada como coloquial, resultado del hecho de que es el nombre oficial de este modelo estatal de contratación. Sin embargo, los derivados Minijobber Minijobberin, «persona que tiene un minijob», sí se marcan, nuevamente, como coloquiales.
Sea como fuere, se trata de un término que refleja un constructo administrativo del ministerio de Trabajo alemán como una nueva categoría contractual. Por lo tanto, no debe de sorprender que se utilice en español casi exclusivamente en noticias sobre la política o el mercado laboral alemanes. Es por ello por lo que en español suele aparecer marcado tipográficamente y con anotaciones como llamado o denominado:
- La cara oscura de este crecimiento son los casi ocho millones de personas que sobreviven con los llamados minijobs que dan unos 450 euros mensuales y prestaciones sociales nulas. [La Verdad (España), 17/1/2014]
- La segunda reforma laboral que prepara el Gobierno pretende «perfeccionar» la actual e incluir una «simplificación» y una «flexibilización» de las diferentes modalidades de contratación, aunque no contemplar los denominados ‘minijobs’, muy comunes en el mercado de trabajo alemán. [La Verdad (España), 1/12/2013]
Destaca que siempre se escribe en minúscula, es decir, con la grafía adaptada al español, puesto que en alemán los sustantivos se escriben siempre con mayúscula inicial. En otros textos aparece sin que se marque o destaque su condición de elemento extraño, siempre con el plural en -s, lo que no se corresponde con lo que recomienda la RAE para la formación de los plurales de extranjerismos acabados en b (cf. club, clubes):
- Además, sus bajas cifras de paro (3,08 millones) son el resultado de que no se incluyen en las listas ocho millones que figuran como subempleados o parados de larga duración y que perciben subsidios, ni tampoco los siete millones de minijobs con ingresos mensuales de entre 230 y 400 euros y que reciben una ayuda complementaria estatal. [La Vanguardia (España), 13/2/2012]
- Los minijobs destruyen el empleo regular en Alemania, según estudio. [El País (España), 13/12/2012]
No queda claro si aquí se reproduce el plural de Minijob en alemán, Minijobs, o si se trata de una pluralización de minijob en español que no sigue las pautas de la Academia. Curiosamente, casi no se documentan ejemplos del término en singular. Interpretamos que tendrá que ver con el hecho de que en los textos españoles en cuestión suele informarse sobre el modelo de contrato laboral implantando en Alemania, pero nunca se tratan casos concretos de personas con un determinado minijob.
A pesar de que parece ser una denominación que solo se usa en Alemania, en la segunda década del siglo xx, se empezó a usar para el ámbito español:
- La Fundación de Estudios Financieros recomienda poner en marcha los minijobs para rebajar el fraude al fisco. [El País (España), 13/7/2013]
- El vicepresidente de la patronal, Arturo Fernández, afirma que a los sindicatos les van pareciendo mejor los minijobs. [El País (España), 23/8/2013]
Esto propició, pues, que también aparecieran los primeros equivalentes, aunque en algún caso, como en el primer ejemplo que aparece a continuación, se trata de una mera interpretación, en el que se equipara con trabajo basura, que no se corresponde en absoluto con el significado real del elemento alemán:
- La verdad verdadera es que el mercado de trabajo se está dualizando entre trabajos basura, o minijobs, como queramos llamarlos, y los trabajos de alta cualificación para gente muy preparada. [La Opinión de Murcia (España), 11/11/2013]
- Alemania fue el país pionero de los minitrabajos (minijobs) en 2003 y ahora ocupa así a 7,4 millones de personas. [Levante (España), 21/2/2013]
Minijob no aparece en los diccionarios de español ni tampoco en diccionarios de otras lenguas, lo que no sorprende al tratarse del nombre de un instrumento de regulación del mercado laboral aún no implantado en otras economías. Como se trata de un pseudoanglicismo del alemán, obviamente tampoco aparece en diccionarios de inglés americano o británico.
En el momento en el que nos encontramos, con crisis humanitarias, ambientales y económicas, y con tasas de desempleo preocupantes en los diferentes países europeos, en muchos lugares, conseguir un trabajo, aunque sea un minijob, es una buena noticia. Los diccionarios deberían dar cuenta de esta realidad, si bien haría falta establecer la formación de plural de acuerdo con la norma del español, o bien proponer su equivalente y darle lugar también.
Carsten Sinner
Institut für Angewandte Linguistik und Translatologie