La influencia de las lenguas indígenas en las distintas variedades geográficas del español de América ha sido uno de los temas más estudiados y polémicos de la dialectología hispanoamericana: aunque no hay consenso en torno al impacto de estas lenguas en los esquemas fonológicos y sintácticos de la lengua española, sí lo hay en lo que respecta a su importante influencia en el nivel léxico, con préstamos amplia y tempranamente documentados. Préstamos de estas lenguas son, por ejemplo, los nombres empleados para denominar a los mismos pueblos (etnónimos) y sus lenguas (glosónimos). Es lo que ocurre con los etnónimos y glosónimos del mapuche, el pueblo originario más numeroso de las actuales repúblicas de Chile y Argentina. El etnónimo araucano (de Arauco ‘corriente de agua’, y este de rag ‘greda’ y ko ‘agua’) se incorporó a la tradición lexicográfica académica muy pronto, ya desde la segunda edición del Diccionario de autoridades (1770), donde se definió como «el natural de Arauco, o lo perteneciente a aquel valle del reyno del Perú». En cuanto glosónimo, araucano apareció por vez primera en la decimocuarta edición del diccionario de la Academia (1914), donde se incluyó con las siguientes acepciones: «natural de Arauco», «perteneciente a este país de América, hoy una de los provincias de Chile» e «idioma de los araucanos». Desde la decimoquinta edición (1925), se incluyó también en el repertorio usual académico su sinónimo (etnónimo y glosónimo) mapuche (‘gente del territorio’, de mapu ‘territorio’ y che ‘gente’).
![[dibujo] bandera del pueblo mapuzugun](http://blogscvc.cervantes.es/martes-neologico/wp-content/uploads/sites/2/2025/06/mapuzugun_500.jpg)
En la actual edición del Diccionario de la lengua española (actualización 2023) se mantiene la palabra mapuche como etnónimo y glosónimo, mientras que el término araucano permanece como etnónimo y como nombre no de una, sino de un grupo de lenguas. Sin embargo, en lo que respecta a su condición de glosónimos, ninguna de estas dos unidades ha sido una denominación surgida dentro de la comunidad mapuche. Las primeras denominaciones de esta lengua, registradas por los misioneros jesuitas durante el periodo colonial chileno, fueron Chil(l)idugu(n) ‘la lengua de Chile’, de Chil(l)e ‘nombre dado al territorio (de donde proviene el actual nombre del país Chile)’ y dungun ‘habla’; y mapudungu(n) ‘lengua del territorio’, de mapu ‘territorio’ y dungun(n) ‘habla’. De ellas, el glosónimo mapudungun sigue vigente y exhibe un uso extendido, tanto dentro de la comunidad mapuche como fuera de ella, en ámbitos generales y especializados; no obstante lo anterior, y a pesar de su temprano registro, esta unidad no ha sido recogida en ninguna de las ediciones del diccionario académico.
Ejemplo de ello es el uso que se hace de este glosónimo por parte de las instituciones del Estado de Chile, como el Programa de Educación Intercultural Bilingüe del Ministerio de Educación, la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena y la Subdirección Nacional de Pueblos Originarios. Su uso también es mayoritario en los trabajos descriptivos y académicos sobre esta lengua, sobre todo durante las últimas tres décadas, como en los títulos de las siguientes obras: Vocabulario y frases útiles en mapudungun (Harmelink, 1990), Mapudungun. El habla mapuche (Zúñiga, 2006), Morfología y aspectos del mapudungun (2011), y Diccionario mapudungún-español y español-mapudungún (Augusta, 2017). También en obras escritas en otras lenguas como el inglés («Mapudungun», capítulo del libro The Oxford Handbook of Polysynthesis —Zúñiga, 2017—) y el francés (La création lexicale comme outil didactique en mapudungun: vers une perspective métalinguistique et intergénérationnelle —Vergara y Loncon, 2018—).
En cuanto a su uso en la prensa, la base de datos BOBNEO registra ocurrencias de las variantes ortográficas mapudungun y mapudungún. La base de datos Factiva, en tanto, registra estas dos variantes ortográficas más otras cuatro, originadas a partir de dos variables: el grado de adaptación ortográfica de este préstamo y el alfabeto mapuche empleado en su escritura (esta lengua cuenta con al menos tres grandes alfabetos en competencia). De esta forma, Factiva consigna las variantes mapudungún (1.450 ocurrencias) y mapudungun (1.123 ocurrencias), las más empleadas, que tienen como base el Alfabeto Mapuche Unificado. Algunos de los registros son:
- Y junto a estos cimientos, Litoral recoge obras de poetas contemporáneos entre los que destaca Raúl Zurita, que explora las posibilidades matemáticas en las estructuras poéticas, Diego Maqueira y su lenguaje de jerga, y autores mapuches como Leonel Lienlaf, Elicura Chihuailaf y Jaime Luis Huenún, cuyos poemas se publican en castellano y mapudungún (idioma mapuche). [La Vanguardia (España), 16/1/2000]
- Sus versos en mapudungun han viajado por medio mundo junto a sus reivindicaciones: una historia, un territorio, un modo de ser y un idioma, que, según Pablo Neruda, debía enseñarse en universidades. [Europa Press (España), 29/4/2002]
También registra las variantes mapuzungun (159 ocurrencias) y mapuzungún (55 ocurrencias), en las cuales se emplea como base una mezcla del Alfabeto Mapuche Unificado con los alfabetos Azümchefe y Raguileo. Algunos de estos registros son:
- «La enseñanza será en el idioma originario, mapuzugun, porque aprender a través del idioma original es promover la identidad de nuestro pueblo nación y comprender también la dinámica tecnológica de la biodiversidad, protegiendo plantas autóctonas —en la mayoría de los casos medicinales— y no suplantándolas por especies foráneas», explica Marin. [La Nación (Chile), 21/3/2007]
- Curiosamente, todavía no hay ningún programa de Radio Comunidad Linares que hable en la lengua madre de los cerca de mil pobladores aborígenes del paraje Aucapán, el mapuzungún. [Clarín (Argentina), 1/5/2005]
Por último, consigna además las variantes mapuzugun (123 ocurrencias) y mapuzugun (12 ocurrencias), que tienen como base los alfabetos Azumchefe y Ragileo.
En conclusión, a partir de la breve exposición de la evidencia histórica y actual del uso del glosónimo mapudungún y sus variantes ortográficas (que se remonta a más de cuatrocientos años), creemos que es una necesidad imperiosa la inclusión de esta unidad en el diccionario académico. ¿Otras razones? Esta unidad corresponde a una de las denominaciones surgidas dentro del mismo pueblo mapuche para denominar su lengua (autoglosónimo), por lo que su inclusión sería una forma de manifestar respeto por la lengua de un pueblo que ha sufrido una hispanización forzada, cuyas huellas traumáticas perviven hasta la actualidad. Asimismo, su inclusión ayudaría a la normalización ortográfica de este préstamo, cuya escritura presenta numerosas variantes, producto, entre otros factores, de la falta de normalización ortográfica del mapuzugun. Empleamos esta variante no adaptada a la ortografía española y la proponemos como lema para la próxima edición del diccionario académico (en consonancia con otros préstamos que mantienen la ortografía de su lengua fuente, como blues, boîte y pizza) por ser una de las formas defendidas por las organizaciones que trabajan por la revitalización de esta lengua y por ser la variante sugerida por los manuales de buenas prácticas lingüísticas publicados por las instituciones del Estado de Chile.
Belén Villena Araya
NeoValpo – Antena Neológica de Valparaíso
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Chile)