El sustantivo binarismo surge de la sufijación de la base léxica binario, binaria, adjetivo que refiere, según el DLE, a dos acepciones: «compuesto de dos elementos, unidades o guarismos» y «dicho de un sistema de numeración: de base dos». El sufijo –ismo contribuye con el sentido de «cualidad de algo», de modo que, en principio, binarismo designa la cualidad de cualquier cosa de estar conformada por dos instancias:
- La extremadamente compleja situación de Venezuela no se analiza con un binarismo de buenos y malos, ni de chavistas o antichavistas. [El Telégrafo (Ecuador), 1/2/2019]
![[Fotografía] señalización de los aseos, con sendos monigotes de varón y mujer en dos mitades de un círculo](http://blogscvc.cervantes.es/martes-neologico/wp-content/uploads/sites/2/2025/09/binarismo_500.jpg)
El significado de binarismo más extendido en la actualidad, sin embargo, es el que se asocia con los estudios de género. A fines del siglo xx, Judith Butler en El género en disputa plantea que la idea del «sexo» como algo natural se configura dentro de la lógica del binarismo de género ya instalada en nuestra cultura occidental y resulta indisociable de la misma. De esta manera, el «sexo» entendido como la base material o natural que determina el género es el efecto de una concepción que tiene lugar dentro del sistema social mismo y es marcado desde el origen por la matriz social heteronormativa. Así, binarismo es un tecnicismo acuñado dentro de la filosofía y luego su uso se extiende a la lengua general gracias a la expansión de los debates sobre temas de género en las sociedades occidentales. De este modo, el origen del término se da, en realidad, en la lengua inglesa, pero luego se extiende a otras lenguas, como el español. Butler propone tomar la base binary que refiere a términos matemáticos y usarlo metafóricamente para crear un neologismo, binarism, que le sirva de categoría de análisis para plantear su hipótesis: cuestionar una posición ideológica que entiende que las personas se pueden clasificar en dos, mujer o varón, e impide o cercena otras identidades posibles.
- Indirectamente el Estado me ponía otra vez en el binarismo, invisibilizando mi identidad travesti. [Página12 (Argentina), 2/3/2021]
Encontramos que del total de ocurrencias de binarismo en los corpus una tercera parte registra la colocación de binarismo con de género. Esta alta frecuencia hace que nos preguntemos si en español se da primero el uso del sintagma binarismo de género y luego se produce el acortamiento a binarismo o si, directamente, se trata de un calco del inglés.
- El término ‘genderqueer’, comúnmente abreviado como ‘queer’, engloba a todo aquel que se considere a sí mismo por fuera del binarismo de género, ‘hombre/mujer’, es decir, que no se siente ni hombre ni mujer, al menos no completamente. [El País (Colombia), 16/7/2017]
En cualquier caso, la forma compleja binarismo con el sentido de «construcción social que implica la división sexogenérica en dos elementos separados», el sufijo -ismo contribuye con el sentido de ‘doctrina’, ‘sistema’ o ‘movimiento’, además de con el mencionado más arriba de «cualidad de algo».
En cuanto al registro lexicográfico, no todos los diccionarios del español incluyen binarismo en su nomenclatura. En todo caso, incluyen el término con el primer sentido. Por ejemplo, el DEA define la palabra como: «Teoría o doctrina basada en oposiciones binarias». Sin embargo, el cambio o especialización semántica relativa al género comienza a ser documentado por organismos que se ocupan del español. Así, la Fundéu recoge el siguiente significado para binarismo: «El término binarismo, en el sentido con el que se está aplicando más a menudo, alude a la creencia de que las personas solo pueden tener dos géneros, el masculino y el femenino, lo que se entiende como una forma de discriminación hacia quienes no se identifican con esta dualidad» (7/11/2020). Algo similar ocurre en otras lenguas occidentales, que suelen incluir la voz equivalente a binarismo con su primer sentido. Por ejemplo, Merriam Webster define binarism de un modo general, que podría abarcar el sentido de género: «un modo de pensamiento que predica una aparente oposición estable (como bueno y malo u masculino y femenino) que en el análisis post-estructuralista parece insuficiente para la aproximación a las áreas de diferencias».
Ahora bien, frente al binarismo como concepción que, al restringir el reconocimiento de identidades disidentes que se autoperciben como no binarias, provoca discriminación comienza a usarse la negación antepuesta para designar la respuesta a esta doctrina:
- Cuando se ha hablado del no binarismo en el debate público ha sido a raíz de polémicas, sin entrar en un debate de fondo. [La Vanguardia (España), 15/4/2023]
El sintagma con el no antepuesto a binarismo, ¿es una lexicalización estable para designar la posición de las personas que se reconocen en disidencia con el sistema sexogenérico preestablecido o se trata de un sintagma libre? Por la baja frecuencia que registra no binarismo, podemos considerarlo un fenómeno en proceso, sin embargo, la tendencia que se observa en los contextos registrados es que la negación ocurre solamente con el sentido de «binarismo de género». El interrogante que surge es, entonces, si no binarismo corresponde a una sufijación de no binario o a la anteposición de no a binarismo.
Otra prueba del peso léxico que ha ganado el término binarismo en su sentido relativo al género es su posibilidad de combinarse con el prefijo negativo anti– como vemos en el siguiente ejemplo:
- No obstante, el antibinarismo gana espacios. [Excélsior (México), 7/6/2016]
A partir de los contextos documentados, podríamos inferir que el término binarismo no necesariamente está en directa relación con temas de género, aunque resulte su uso más extendido en la actualidad. En cambio, no binarismo parece estrechamente vinculado a cuestiones de género, por lo que podría plantearse que sea un derivado de no binario, no binaria.
Basándonos en lo expuesto nos parece necesaria la documentación del término en los diccionarios dada su extensión generalizada en las variedades del español, así como en otras lenguas. Tal extensión de uso constituye un fenómeno interesante que evidencia cómo en la lengua se reflejan los cambios en proceso en nuestras sociedades, entre ellos, la diversidad de actores sociales, sus luchas y el reconocimiento de sus voces.
Maité Mancini
Universidad Nacional de General Sarmiento (Argentina)