Con la aparición de la imagen digital, la fotografía ha dejado de ser un campo exclusivo de los profesionales y se ha generalizado hasta el punto de que hoy en día todo el mundo puede hacer fotografías si tiene un móvil a mano. De esta manera, lo que antes requería un proceso costoso de carácter fisicoquímico, donde un material fotosensible se revelaba para obtener una imagen, ahora tan solo implica un sensor de imagen que digitaliza y guarda las fotografías en un dispositivo. Así, la imagen se resume en un conjunto de unidades homogéneas de color denominados píxeles —o pixeles—, un término que en inglés es un acrónimo de picture element ‘elemento de imagen’.
Asimismo, la pugna tecnológica constante que existe entre fabricantes, no ya de cámaras digitales, sino también de videocámaras, ordenadores y, sobre todo, teléfonos móviles —algunos de los cuales cuentan ya con tres y cuatro cámaras— ha hecho que las imágenes hayan ido ganando calidad, lo que implica la participación de un número de píxeles que se multiplica por millones. Es en este contexto cuando surge el término megapíxel —o megapixel— para dar cuenta de la resolución de las imágenes que puede generar un dispositivo, una palabra formada por la base píxel y el prefijo de origen griego mega-, que en el sistema internacional equivale a 106, es decir, un millón:
- El nuevo terminal estrella de la compañía china destaca por su pantalla, un sensor fotográfico principal de 108 megapíxeles y su potente procesador. [La Vanguardia (España), 2/3/2021]
- ¿Desaparecerán las actuales cámaras digitales si los teléfonos se están acercando ya a los dos megapíxeles de calidad de imagen? [El País (España), 21/9/2004]
No es extraño, por lo tanto, que una de las preguntas habituales a la hora de comprar una buena cámara sea el número de megapíxeles que tiene, especialmente entre los entendidos en fotografía, pero no exclusivamente. Sin embargo, esta palabra es, en la actualidad, un neologismo lexicográfico, puesto que no aparece en el Diccionario de la lengua española (DLE), que solamente incluye el término base: píxel. A pesar de ello, los datos del Observatori de Neologia nos indican que es una palabra de uso frecuente entre los hablantes de español, documentada por primera vez en el 2004 y con una frecuencia de uso estable desde entonces. En general, la forma mayoritaria es megapíxel, aunque también se documenta la forma megapixel en menor medida y especialmente en el español de América:
- Se cambiaría el actual procesador A4 por el A5 (el del iPad 2), una cámara de 8 megapixeles y vendría con más capacidad de almacenamiento. [La Nación (Argentina), 7/6/2011]
- En cuanto a las cámaras, la trasera es dual con sensores de 12 megapixeles con ultra gran angular y gran angular, mientras que la frontal también tiene un sensor de 12 megapixeles. [Excélsior (México), 7/11/2021]
Esta palabra, asimismo, se documenta tanto en el CORPESXXI —en más de trescientos documentos y con más de seiscientas ocurrencias— como en el CREA, también desde 2004. Además, aparece en algunos diccionarios de uso, como el Diccionario del español actual (DEA), de Manuel Seco et al., y el Diccionario de uso del español (DUE4), de María Moliner, así como en diccionarios de neologismos, tales como el Diccionario de neologismos del español actual (NEOMA) y el Diccionario de neologismos on line (DNOL). En cambio, sorprende que sea una palabra poco común en los diccionarios de otras lenguas. De hecho, aunque aparece en el Oxford English Dictionary, para el inglés, no se ha podido documentar ni en Le Grand Robert, ni en el Zingarelli ni en el Gran diccionari de la llengua catalana, por ejemplo.
Probablemente, que dicha unidad no aparezca en algunos de estos diccionarios —que adoptan una perspectiva más normativa que descriptiva, como ocurre con el diccionario de la RAE— se deba especialmente a su carácter predictible, al tratarse de una unidad prefijada y transparente. En cualquier caso, no podemos perder de vista que es un neologismo denominativo que se ha implantado entre los hablantes, especialmente en un mundo en que, como ya he comentado al inicio, la presencia de las cámaras digitales es cada vez mayor. Por todo ello, se trata de una palabra —hoy en día no tan nueva— que el diccionario normativo de la lengua española debería incorporar al lado del término píxel, dada su frecuencia y estabilización en el uso.
Ivan Solivellas
Observatori de Neologia
Universitat Pompeu Fabra / Universitat Rovira i Virgili (España)