La palabra gotícula se utiliza para designar aquellas pequeñas gotas de saliva a través de las cuales se propaga un virus. Esta capacidad transmisiva es lo que diferencia semánticamente gotícula de gotita y la que explica, además, su fuerte presencia en los medios durante la pandemia. Gotícula es un término especializado perteneciente al ámbito de las ciencias que ha pasado al uso común, lo que permite considerarlo como un neologismo. El mecanismo de formación que está presente es la adición del diminutivo latino -culo, -cula ‘pequeño’ a la palabra gota, el mismo mecanismo que podemos encontrar en otras entradas del diccionario, como montículo, espiráculo, molécula o vulpécula.

[fotografía] pequeñas gotas de agua aumentadas por visión microscópica, sobre una superficie vegetal de color verde
Egor Kamelev (Pexels)

El primer registro hallado pertenece, curiosamente, al ámbito de la literatura, y se encuentra en el poema «Nihil novum» de Amado Nervo, texto que data de 1900:

  • Mi libro sólo es, en suma / gotícula entre la bruma […]

No obstante, salvo este uso literario, desde la primera mitad del siglo xx hasta la llegada de la pandemia, la palabra estaba circunscrita al ámbito de las ciencias. Con la llegada de la COVID-19, el neologismo gotícula adquirió una particular relevancia en la prensa de diferentes países del ámbito hispánico, alternando con variantes como gotas virales o microgotas. Es posible encontrarla, con bastante frecuencia, en periódicos tanto de España como de América, sobre todo durante el año 2020, tal como podemos observar en los siguientes ejemplos:

La búsqueda en prensa no solo evidencia que tiene un uso generalizado en todo el mundo hispanohablante, sino que también da cuenta de que su frecuencia de uso fue muy alta en 2020, pero que ha ido disminuyendo abruptamente. Sin embargo, durante el presente año, la llegada de la viruela del mono parece haber influido en un resurgimiento de las apariciones en prensa del neologismo en cuestión.

En relación con su registro en las obras lexicográficas de referencia, destaca el hecho de que ninguna de ellas ha recogido la palabra, lo que se explica debido a su carácter especializado. Lo mismo sucede con los corpus de la Academia: no se encuentran resultados en ninguno de ellos, lo que refuerza la idea de que es un término circunscrito al ámbito de las ciencias. Ahora bien, si ampliamos la búsqueda, es posible encontrar un registro en el Diccionario politécnico de las lenguas española e inglesa (Beigbeder, 1997), en donde se presenta como la traducción de la palabra inglesa droplet, y otro en el Diccionario de términos médicos (DTM) de la Real Academia Nacional de Medicina de España, en cuya obra remite a gotita, aunque con la observación de que «[…] la preferencia por una variante u otra depende del contexto».

En otras lenguas, la situación es similar, pues no se registra en las obras de referencia del catalán, italiano ni francés (DIEC2, Dizionario Hoepli della lingua italiana y Le Grand Robert, respectivamente). En portugués, goticula es recogida por el Dicionário Priberam Online de Português Contemporâneo en sus dos acepciones: como una palabra de uso común («pequeña gota») y como un término especializado del ámbito de la medicina, con el mismo sentido que en español.

Así, pues, considerando su alta presencia en prensa y su ausencia en las principales obras lexicográficas del español, cabe preguntarse si gotícula logrará permear de forma definitiva en el léxico general, o bien permanecerá circunscrita al ámbito especializado. Para intentar responder a ello, consideremos lo siguiente: en primer lugar, llama la atención que gran parte de sus apariciones en prensa corresponden a citas directas de especialistas, o van acompañadas de una definición o reformulación del término; luego, destaca el hecho de que su frecuencia de uso ha ido decayendo en la medida en que la preocupación por la pandemia parece ir en la misma dirección, aunque debemos considerar que sus registros en prensa han aumentado desde la aparición de la viruela del mono; finalmente, la presencia de la palabra en espacios diferentes a los ya mencionados, como foros o comentarios en redes sociales, es prácticamente inexistente, por lo que parece mantener aún cierto carácter disciplinar.

Lo anterior nos lleva a pensar en que, pese a su marcado carácter especializado, la palabra gotícula merece su inclusión en las obras lexicográficas españolas, pues su alta frecuencia de uso en prensa durante los últimos tres años permite respaldarlo. Asimismo, tenemos que considerar que, ante la eventual aparición de nuevas variantes de la COVID-19 o, como ya ha ocurrido con la viruela símica, lo más probable es que los hablantes tendamos a echar mano de aquellos neologismos que han surgido —o resurgido— durante la pandemia.

Gabriel Valdés León
Grupo de Investigación reconocido «Motivación, Educación y Salud»
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (España)

gotícula f.

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