Solo hay que encender la televisión, poner la radio, ojear la prensa, abrir las redes sociales o lanzar una búsqueda en lengua española por internet para concluir que el anglicismo celebrity está de moda. A diferencia de voces como influencer o youtuber, este préstamo del inglés no viene a colmar un vacío denominativo generado por la aparición de una nueva realidad, al menos a primera vista. De hecho, las personas famosas existen desde siempre y, como indica la Fundéu, el español cuenta con las palabras celebridad y famoso, famosa para referirse a ellas, argumento que lleva a afirmar que el anglicismo es innecesario.
Aun así, resulta indiscutible que se usa, y no poco. De acuerdo con los datos recogidos por el Observatori de Neologia, celebrity empezó a registrarse de forma esporádica a comienzos de la primera década del siglo veintiuno, tanto en España como en Hispanoamérica, y desde entonces su frecuencia no ha dejado de crecer. Salta a la vista que la forma plural prevalece claramente sobre el singular. Del mismo modo, y salvo contadas excepciones, se observa que predomina el género femenino, incluso para aludir a personas masculinas, sin duda por analogía con celebridad y quizá también por la abrumadora presencia de mujeres entre las supuestas celebrities. Algunos ejemplos:
- Paris Hilton, Shakira o Quentin Tarantino forman parte de la lista de celebrities consideradas superdotadas. [Diario de Ibiza (España), 6/03/2015]
- La celebrity y el Nobel acapararon miradas y flashes, al igual que Bardem y Penélope, que posaron juntos por primera vez. [La Opinión de Zamora (España), 12/02/2016]
- Lamar Odom, ala pivot de la NBA tornado en celebrity televisivo, vuelve a casa tras 25 días y una canasta. [El País (España), 13/04/2014]
Según el corpus esTenTen18, disponible a través de Sketch Engine, la voz española celebridad prima sobre el préstamo celebrity en singular (limitando la búsqueda a la acepción ‘persona famosa’), mientras que en plural se documenta casi exclusivamente el anglicismo celebrities.
Aunque celebrity se usa ante todo como sustantivo, hay veces que adopta la función de adjetivo, lo mismo que en inglés y a diferencia de lo que sucede con celebridad. En estos casos no va antepuesto al nombre al que acompaña sino pospuesto, en consonancia con las pautas de la lengua española. Así, por ejemplo, el fenómeno televisivo Celebrity MasterChef, de origen británico, pasa a llamarse MasterChef Celebrity en español.
En los últimos años se viene registrando, además, la forma abreviada celeb(s), también tomada del inglés y también desaconsejada por la Fundéu.
- Durante los Oscar del año 2001, la ‘celeb’ se llevó el premio a Mejor Actriz enfundada en un vestido de estilo atemporal que mezcla el dúo clásico black & white. [El Comercio (Perú), 2/03/2018]
La omnipresencia de marcas tipográficas (mayoritariamente cursiva, aunque también comillas o una combinación de ambas) pone de manifiesto que estamos ante una palabra importada. En cambio, apenas se registran glosas explicativas o descriptivas, lo que parece indicar que los hablantes perciben celebrity como un préstamo transparente.
Los ejemplos anteriores dan a entender que en la categoría de las celebrities tienen cabida representantes de la moda, la música, el cine, el deporte, etcétera, como sugiere la definición del Oxford English Dictionary: ‘a famous person, especially in entertainment or sport’. Con respecto al español, el préstamo no figura en el DLE, pero sí en el Clave, que aporta una definición idéntica para el anglicismo y el equivalente castizo celebridad: ‘persona famosa o que goza de fama, popularidad y admiración pública’. Por su parte, el diccionario de neologismos NEOMA relaciona el uso de celebrity con la cultura del espectáculo, le asigna la etiqueta ‘sociedad’ e incluye tanto la función adjetival como la abreviación celeb. Ambos recursos lexicográficos coinciden con la Fundéu en que el préstamo es innecesario y puede sustituirse por celebridad o famoso.
No obstante lo anterior, se han registrado varios ejemplos que invitan a matizar esta conclusión. De no hacerlo, difícilmente podría justificarse un uso bastante habitual en el que tanto la voz foránea celebrities como la unidad propia celebridades se une a famosos mediante una coma o la conjunción y, lo cual da a entender que se trata de dos condiciones y de dos categorías de personas distintas:
- Si hace unos años se puso de moda en televisión tirar de famosos y celebritiespara todos los formatos de programas imaginables, ahora son los políticos los que se están reproduciendo de forma descontrolada en las mesas de debate. [La Vanguardia (España), 8/09/2020]
Todo ello sugiere que el préstamo celebrity, así como muchos usos actuales de celebridad y sobre todo de celebridades en plural, aportan un matiz que no se encuentra necesariamente en famoso, famosa. Podríamos decir que todas las celebrities o celebridades son famosas, pero que no todas las personas famosas tienen por qué ser celebrities o celebridades. Quien destaca en un ámbito determinado, ya sea el deporte, el cine, la moda, la ciencia, la literatura o cualquier otro campo, adquiere fama, y quien es famoso por el mero hecho de ser famoso o buscar la fama pasa a ser llamado celebrity. Las celebrities concitan interés por su estilo de vida, que ellos mismos (o sus seguidores) exhiben con glamur en los medios de comunicación y las redes sociales. De ahí que se hable preferentemente de ellas en secciones como «Gente», «Sociedad» o «Estilo». A título ilustrativo se podría decir que Ronaldo es famoso por marcar unos goles fabulosos y que es una celebrity por ser tendencia en Facebook, Instagram, Twitter… La variante celebridad (en singular) sirve para ambos casos, aunque los usos más recientes tienden a alinearse con la segunda acepción.
El innegable avance del anglicismo parece estar ligado una vez más al plus de prestigio social asociado al inglés en una cultura del postureo, donde el estatus de celebrity se erige poco menos que en profesión. Ni siquiera las mascotas se libran de ello:
- Una perra celebrity, semiantropomorfizada con goggles, chaleco look de la Marina y zapatitos azul marino, concebida como símbolo a explotar con fines publicitarios de ocasión. [La Jornada (México), 6/11/2017]
El matiz semántico de reciente aparición que acabamos de describir no se recoge en el DLE, que se limita a definir la palabra celebridad como ‘persona famosa’ y que como ya se ha dicho no incluye el préstamo del inglés. Al añadir la coletilla ‘que goza de popularidad y admiración pública’, tanto para celebridad como para celebrity, la solución aportada por el diccionario Clave se ajusta más al uso actual.
En otras lenguas románicas como el catalán, el francés, el italiano o el portugués, el préstamo del inglés también convive en mayor o menor medida con la variante autóctona, aunque no lo recogen las fuentes lexicográficas de referencia. De acuerdo con la entrada correspondiente de la Neolosfera, en catalán el uso de celebrity (que no celebritat) se reserva para aludir a «una celebritat televisiva, amb forta repercussió social».
Todo lo anterior nos lleva a concluir que aparentemente sí existe una necesidad comunicativa generada por una nueva realidad. En español, esta se halla cubierta por la coexistencia de dos mecanismos neológicos diferentes: préstamo del inglés (celebrity) y cambio semántico del equivalente autóctono (celebridad). Al parecer, la primera opción está ganando terreno, pese a las recomendaciones de las autoridades lingüísticas. Habrá que estar atentos a la evolución para comprobar si celebrity realmente acaba imponiéndose, en cuyo caso quizá se vuelva innecesaria la acepción ‘persona famosa’ de la entrada celebridad.
Goedele De Sterck
Grupo NeoUSAL
Universidad de Salamanca (España)
Yo he oído esta palabra desde los primeros 90. Igual los medios empezaron a usarla diez años más tarde… ¿Desde cuándo hay datos del Observatori de Neologia?