Pese a que se haya introducido en la lengua española recientemente, el origen de la voz inglesa outfit se remonta a mediados del siglo xviii. Este término, formado por derivación del verbo to fit out, ‘equipar’, se usaba inicialmente para referirse al equipo con el que los exploradores se embarcaban en expediciones, pero no fue hasta el siglo siguiente cuando la palabra se extendió semánticamente para designar también la ropa que llevaban los viajeros. Dicho uso cuajó entre los hablantes anglosajones y dio lugar a una nueva acepción que recoge el Oxford English Dictionary como ‘combinación de piezas de ropa (que a menudo incluye accesorios) escogidas o diseñadas para ponérselas de manera conjunta’.
El avance tecnológico de las últimas décadas ha abierto el debate sobre moda a cualquiera que disponga de conexión a internet, y las redes sociales son testigo de ello. Así, se podría decir que estamos asistiendo a un proceso de democratización de la moda cuyo máximo exponente es la proliferación de blogs y redes sociales dedicadas exclusivamente a esta área temática. En este contexto surgió, hacia el 2004, el hashtag (también neológico) #OOTD o #outfitoftheday, empleado sobre todo en Instagram y en Pinterest para mostrar la ropa seleccionada para cada día. La etiqueta se extendió a países hispanohablantes aproximadamente en 2006, gracias a lo cual se introdujo el préstamo inglés en nuestra lengua.
Como muestran los siguientes ejemplos, las ediciones de ambos lados del Atlántico de Vogue, la revista de moda por excelencia, no tardaron en adoptar el extranjerismo:
- En la maratoniana gira de presentación de G. I. JOE, Sienna Miller consigue deslumbrar con sus impecables outfits, a cuál más glamuroso. [Vogue (España), 6/08/2009]
- Con 630 m cuadrados, la tienda estará dividida en mujer y hombre, que a su vez tendrán diferentes secciones ideales para cada ocasión: el trabajo, para un look casual chic, los jeans perfectos, el outfit de noche, increíbles accesorios y mucho más. [Vogue (México), 1/11/2012]
Cabe destacar que, a pesar de su uso extendido, la presencia del término outfit en obras lexicográficas en español es casi inexistente, ya que no aparece documentado en los principales diccionarios descriptivos del uso actual ni en los de neologismos, excepto el NEOMA, que recoge esta voz bajo la definición de ‘conjunto de prendas con que se viste una persona’. Tampoco recogen el término los diccionarios de referencia del italiano, del catalán o del francés y, en cuanto a la representación en corpus, solo encontramos dos ejemplos de uso, uno en CREA procedente de la prensa puertorriqueña y otro en CORPES XXI de un blog de la península.
La base de datos del Observatori de Neologia, por el contrario, dispone de un número considerable de fichas que reflejan el empleo del préstamo en prensa de distintas regiones del mundo hispanohablante:
- Tomar desayuno, leer el periódico y hasta quedarse el día entero vestida con tan cómodo outfit resulta un verdadero placer. [El Comercio (Perú), 2/05/2011]
- Penélope con un outfit muy distinto y menos arriesgado que el de su oponente ni siquiera logró conseguir tablas. [Europa Sur (España), 1/12/2019]
- Luciendo un outfit muy cómodo con vaqueros y cazadora de cuero, la joven ha confesado que está muy tranquila en cuanto al amor se refiere. [Diario Vasco (España), 31/07/2020]
Un apunte interesante es que no existe consenso sobre qué traducción resulta la más apropiada para el anglicismo outfit, ya que el español cuenta con distintas opciones como conjunto, atuendo, traje, estilismo o tenida. La Fundéu de la RAE se decanta por la primera y recomienda evitar el extranjerismo, opinión respaldada por revistas de moda de gran difusión como Glamour. Bien es cierto que el término conjunto presenta ciertas ventajas en comparación con el vocablo outfit, pues se trata de una voz propia de la lengua que es, además, productiva. Lo demuestran el verbo conjuntar y el adjetivo formado a partir del participio conjuntado -da. ¿Pero indica eso que outfit podría caer en el olvido?
Las tendencias en el mundo de la moda parecen apuntar en la dirección opuesta. Se trata de un ámbito profesional en constante ebullición cuyas creaciones beben en todo tipo de culturas. La amplia presencia de préstamos (jean, showroom, prêt-à-porter, atelier, chic, vintage…) lo pone de manifiesto, y podría considerarse un argumento de peso para incluir el término outfit en diccionarios de español. De cualquier forma, si este anglicismo seguirá estando de moda entre los hispanohablantes, solo el tiempo lo dirá.
Irati García Urricelqui
Observatori de Neologia
Universitat Pompeu Fabra