El pinganillo es un aparato intercomunicador compuesto de un pequeño auricular que se coloca dentro de la oreja y un receptor con cable o inalámbrico, que se emplea como sistema de comunicación por periodistas, deportistas y otros profesionales, ya que por su escaso tamaño es discreto y no dificulta la movilidad.
Fue el realizador español José María Fraguas —según la Wikipedia y la página web del autor—quien utilizó por primera vez el neologismo pinganillo en 1983 para referirse al auricular llevado por los presentadores de televisión para comunicarse con el control de realización. Estaríamos, pues, ante un neologismo ‘de autor’, ya que existe registro de la persona y momento en que fue empleado por primera vez. Sin embargo, no es hasta el año 2004 que este neologismo aparece documentado por el Observatori de Neologia:
- Nada más salir, nada más lanzarse por la rampa, Heras se dio cuenta de que no le funcionaba el pinganillo. [El País (España), 27/09/2004]
Desde su nacimiento, el pinganillo ha ido ganando espacio en la sociedad y en el habla del español peninsular, donde convive con otras denominaciones como audífono espía o muela pinganillo, más populares en otros países de Latinoamérica. En un primer momento circunscrito al ámbito de la televisión, su uso se ha extendido a deportistas, vigilantes de seguridad y, a medida que la tecnología ha permitido hacerlo más pequeño e inalámbrico, se ha popularizado como sistema para copiar en los exámenes:
- Por cierto, lleva un pinganillo en la oreja, escucha la radio, podría ser periodista. [El País (España), 21/09/2007]
- Vamos a sitios donde la música va a ser buena, no va a estar lleno y el tío de la puerta no lleva pinganillo. [Gaceta Universitaria (España), 20/10/2013]
La popularización del uso de pinganillo ha ido acompañada de su reconocimiento lexicográfico. En los diccionarios Alvar2, Clave, NEOMM y DEA —en este último acompañado de la marca de uso coloquial— aparece consignado bajo la definición de ‘(pequeño) auricular que se coloca/sujeta dentro de la oreja’. No obstante, el pinganillo parece haber pasado más desapercibido en los diccionarios VOXUSO y DRAE, así como en la base de datos del Observatori de Neologia, nutrida básicamente de un corpus de prensa, que registra únicamente cuatro ocurrencias entre 2004 y 2013.
La palabra pinganillo —formada a partir del verbo pingar y el sufijo diminutivo -illo— aparece consignada en el DRAE con el significado de ‘carámbano’ o ‘pedazo de hielo más o menos largo y puntiagudo’. Esta nueva acepción de pinganillo podría haber surgido por extensión semántica a partir de una analogía formal entre el carámbano de hielo y el auricular, especialmente porque el cable del pinganillo cuelga o pende de la oreja al igual que el carámbano de su base. Sin embargo, aunque no está documentado en el DRAE, es posible que pinganillo circulara también como palabra comodín para designar coloquialmente y de manera cariñosa (o despectiva) cualquier objeto pequeño y colgante. En este caso, estaríamos ante una especialización de este significado vago original, cuyo uso sí vemos documentado en el Corpus de Referencia del Español Actual de la RAE:
- Estábamos todos hasta la cara con los salpicones de la sangre de las caballas, que al cortarles el pinganillo hacían cloclocló como una gallina. [CREA, 1979]
- Un hombre sólo puede tener el pene que tiene, pero puede ponerse un número ilimitado de corbatas. Con lo que emula el grosor, la forma o la longitud que su otro pinganillo no alcanza. [CREA, 2000]
En cualquier caso, la evolución tecnológica no solo va a permitir fabricar pinganillos cada vez más pequeños e imperceptibles, sino que va a hacer desaparecer la similitud formal entre el auricular colgante y el carámbano de hielo, que motivó la aparición de este neologismo semántico.
Sabela Fernández Silva
Observatori de Neologia, Universitat Pompeu Fabra
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Chile)
Hola.
Si preguntáis en algún taller mecánico, mejor de los de la vieja escuela, de los de barrio de siempre, os dirán que un ‘pinganillo’ es un conector o un cable suelto que so se sabe a dónde va. Yo lo he usado en los años 70, y oído a más de un ingeniero y mecánico usarlo en el sentido de ‘conector’.
Sin mucho esfuerzo de búsqueda (Google trabaja por mi) he encontrado una referencia como tal en un foro de mecánica.
“He colocado el bloque limpio y me he fijado en que tenía un pinganillo al aire sin nada conectado.”
“Ese pinganillo va conectado mediante un tubo neumático al siguiente aparato, del que sale otro tubo por el otro extremo hacia sabe dios donde”
Un saludo
Muchas gracias, José Luis, de nuevo, por tu comentario.
Saludos cordiales,
El equipo de Martes Neológico
La verdad es que da gusto ver una definicion de pinganillo así. En el diccionario realmente no se está reflejando todo el uso actual que tiene coloquialmente esta palabra.
Interesante artículo, son raras las ocasiones en las que se puede conocer y contactar con el creador de una palabra, en este caso José María Fraguas.
Generalmente la denominación de ‘pinganillo’ para auricular es solo para España. Un dato curioso es que en algunos países de América se usa el termino ‘pinganillo’ para referirse de manera coloquial al pene, será por aquello de ‘colgar’ o ‘pender’.
En galego “pinga” es lo que en castellano se llama “gota”. Pingueira – gotera, cuando alguién está “pingando” pues está empapado, el agua le resbala y le gotea por/desde la ropa. La pinga cuelga y finalmente se desprende, a no ser que sea de hielo, claro.
Qué bién nos va a venir el uso de lenguas cooficiales en el Parlamento!