Caminar diez mil pasos diarios, ir al gimnasio, comer saludable, sacar tiempo para la familia y los amigos, leer, ser eficiente en el trabajo… En una sociedad en la que nuestro valor se mide por nuestra productividad y por los logros que vamos acumulando, muchas personas vivimos con la (falsa) necesidad de ser capaces de llevar adelante todos los ámbitos de nuestra vida de manera aparentemente perfecta.