Los cuidados y tratamientos cosméticos son tan antiguos como la propia preocupación por la belleza. No obstante, las redes sociales potencian, hoy más que nunca antes, la divulgación de las rutinas de mejora de la salud física y mental (los llamados autocuidados) para conseguir sentirnos sanos y gustarnos más. Parece que asistimos a una redimensión del concepto de belleza, donde lo bello se relaciona con lo terapéutico.