La crisis mundial del COVID-19 ha repercutido no solo en el ámbito social, político y económico, sino también en los usos lingüísticos, pues son muchas las nuevas denominaciones creadas para designar realidades vinculadas a este hecho histórico. En este contexto político sanitario, surge un verbo que alude a la estrategia de vigilar y tratar la covid de forma similar a como se realiza con una enfermedad endémica como la gripe, y no como una epidemia: gripalizar.
pixelar v. tr.
Es un hecho que las modas son cíclicas. Lo confirman el retorno de los pantalones campana o los cortes de pelo al más puro estilo Farrah Fawcett. En plena era digital, llama la atención que haya escasez de carretes fotográficos o que todavía haya demanda de discos de vinilo o videoconsolas retro. Sin ir más lejos, uno de los regalos estrella de las pasadas Navidades fue el Tamagotchi, la mascota digital que marcó la infancia de toda una generación. Nacido en Japón y comercializado por Bandai en el año 1996, fue un fenómeno en todo el mundo. Todos, niños y no tan niños, vivían pendientes de su nueva mascota virtual. El aparato era sencillo: tenía la forma de un huevo y cabía en la palma de la mano, lo que permitía poder llevarlo a todos lados. En la pequeña pantalla vivía un alienígena compuesto de píxeles al que se tenía que cuidar.
doméstico, doméstica adj.
Del latín domestĭcus, de domus ‘casa’. Cuando encontramos el adjetivo doméstico, doméstica inmediatamente nos remite a lo que tiene que ver con la casa, sus habitantes (humanos o animales), la familia y todo lo que pasa en ese entorno de intimidad. Es una voz de uso cotidiano; de hecho, el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA) la recoge con una frecuencia media-alta, por lo que, en primera instancia no se percibe como un neologismo.