Desde el inicio de los tiempos el cielo ha cumplido un rol importante en la humanidad. La antigua Mesopotamia se considera la cuna de la astronomía y, así como sucedió con civilizaciones posteriores a la sumeria, sus dioses y mitología han tenido relación directa con los astros. De esta forma, podemos decir que la astronomía, descrita como una ciencia natural que estudia cuerpos celestes, ha permitido algunos de los primeros grandes avances de la humanidad. Por ejemplo, de la observación del cielo y del movimiento de los astros se pudieron determinar las estaciones del año y se creó el calendario.