La neología de lo erótico, el vocabulario del sexo y el lenguaje del amor han sido de gran interés para la lexicografía. Son muchos los profesionales que han intentado aproximarse a reflejar la actualidad sexual de la población hispanófona a lo largo de los años en este ámbito. No obstante, algunas corrientes ideológicas como el feminismo o los estudios de género han llevado a revisar algunas de estas definiciones ya institucionalizadas y lexicalizadas como por ejemplo el caso de consolador. Si bien esta palabra se define como «aparato, generalmente en forma de pene, utilizado para la estimulación sexual» (acepción incorporada en 2014 en el DLE), su percepción y su cambio semántico han suscitado polémicas. Las personas usuarias de consoladoresno lo utilizan como un consuelo ante la ausencia de un varón, sino que lo utilizan por placer, propio o conjunto. La palabra ha sido tachada de portar un sentido heteropatriarcal y moralizante traído por la tradición judeocristiana, por lo que suele optarse por el uso del préstamo del inglés dildo, que hace referencia a cualquier aparato destinado a la estimulación sexual, principalmente a la penetración (anal o vaginal) y que generalmente tiene forma de pene.
En cuanto a la formación de la palabra, la voz dildo es un anglicismo de origen incierto. No parece haber un consenso en las fuentes lexicográficas consultadas y existen algunas teorías sobre su origen: una de ellas defiende que deriva del término italiano diletto (‘deleite’ o ‘entretenimiento’); otra, que se formó como una palabra tabú para no hacer referencia directa al pene y que su formación sería aleatoria y respondería a un juego fonético y no a un préstamo de otra lengua.
La extensión del neologismo en los países de habla hispana es irregular y los datos muestran que parece estar mucho más extendido en países de Latinoamérica:
- Gozar por el culo a través de dedos, dildos, manos, lengua es un deseo que puede tener cualquier persona pero que en los héteros aparece vedado ligado a la homosexualidad o a la feminidad. [Página12 (Argentina), 11/11/2016]
- Hubo de todo, eso sí: performances, spankings (juego de nalgadas con el público), el concurso ponle el condón a tu dildo, auspiciada por una marca conocida de preservativos, intercambio de saberes entre los colectivos, y un largo etcétera. [La República (Perú), 3/6/2018]
En el territorio peninsular su uso es más restringido, adquiere matices metafóricos y las empresas que lo comercializan suelen optar por la voz dildo en lugar de por consolador como podemos ver en los siguientes contextos:
- Entre ellos «el conejito», el Vibratex Rabbit Habit Vibrator que utilizaba Samantha Jones y que tiene la peculiaridad de, además del dildo vaginal propiamente dicho, contar con unas orejitas que masajean el clítoris. [MG Magazine (España), 10/11/2019]
- El enorme ‘dildo de Levante’ que amenaza con cambiar para siempre el paisaje cultural de Málaga. [El País (España), 3/3/2021]
- Lleva tus relaciones sexuales a una nueva dimensión con el dildo Durex Vibrador Intense Orgasmic Pure Fantasy. [La Vanguardia (España), 23/11/2021]
Se han recogido también ocurrencias en el territorio español en su uso más genérico:
- Los dildos han pasado de objeto para provocar placer en la intimidad a ser utilizados como símbolo pacifista. [El País (España), 19/4/2016]
La voz dildo no tiene representación lexicográfica en el ámbito hispanófono, pero sí en el anglófono, y se recoge tanto en el Merriam-Webster como en el Oxford English Dictionary como un objeto con forma de pene que se usa para la estimulación sexual.
En cualquier caso, el dildo sustituye uno de los micromachismos presentes en la herencia de la lengua española y viene a suplir ese vacío patriarcal que parecía que el consolador dejaba inevitablemente. Aunque la palabra consolador está institucionalizada y lexicalizada, no podemos obviar la crítica que ha recibido con los años tanto en prensa como en televisión, tertulias, debates de café, etc., debido al auge de los movimientos sociales que subrayan las problemáticas que llevamos arrastrando como sociedad desde hace años. El feminismo y el activismo LGTBIQ+ ponen en tela de juicio la necesidad del goce y del disfrute frente al consuelo tradicional del falo de plástico. Con la extensión de esta palabra parece que ahora no hay necesidad de consolar a ninguna persona y se pone el foco en el placer o en la estimulación sexual de quien lo use, que, al fin y al cabo, es la finalidad de este objeto.
Pedro Javier Bueno
Observatori de Neologia
Universitat Pompeu Fabra (España)