La propagación de los dispositivos móviles ha provocado un cambio en nuestra vida cotidiana, ya que gracias a las apps ahora podemos hacerlo (casi) todo con un teléfono móvil: desde cocinar la receta más suculenta hasta hacer ejercicio o dejar de fumar. Las apps han revolucionado también las relaciones sociales y las formas de comunicación. Se trata de una realidad muy reciente, que ha acompañado a la aparición de los smartphones o teléfonos inteligentes y las tabletas. De hecho, el préstamo empieza a documentarse a partir de la segunda década del siglo xxi:
- El mercado de las apps móviles crecerá un 807 % hasta 2013. [El País (España), 9/03/2010]
Como con casi todo lo que está relacionado con las nuevas tecnologías e Internet, utilizamos un préstamo del inglés para referirnos a estos programas informáticos que desarrollan tareas específicas en los dispositivos móviles: app es una abreviación de la voz inglesa application y significa ‘aplicación móvil’. Hace unos años la palabra aplicación hacía referencia a los programas informáticos que permitían trabajar con el ordenador. Así, los editores de textos, las hojas de cálculo o las bases de datos eran aplicaciones. Aunque la abreviación original app en inglés también se refiere a este tipo de programas de ordenador, el préstamo en español ha tomado un significado más específico y se refiere exclusivamente a los programas para dispositivos móviles.
La novedad y la poca transparencia de la forma app son probablemente la causa de que a menudo no solamente hablemos de apps, sino también de apps móviles. El adjetivo nos ayuda a precisar esta abreviación inglesa, que convive con el calco aplicación móvil:
- Las aplicaciones móviles como canal de reserva van en aumento. Según este informe, el número de viajeros que utilizó apps móviles para reservar su alojamiento en 2014 se duplicó con respecto al año anterior. [La Vanguardia (España), 1/07/2015]
Sin embargo, el uso generalizado de app y su brevedad (sobre todo en comparación con el calco) apoyan la hipótesis de que este préstamo podría instalarse definitivamente en la lengua española. Aquí tenemos una muestra de la gran cantidad de ocurrencias de la palabra que se registran en los periódicos, tanto españoles como latinoamericanos:
- Con esa intención, la compañía ha publicado en su blog oficial una selección de herramientas y apps enfocadas a servir como apoyo para lograr los propósitos más populares y genéricos, como comer mejor o viajar más. [La Vanguardia (España), 3/01/2013]
- ¿Qué le falta al sector para consolidarse? Nos falta formación. Pocos profesionales en Colombia tienen el perfil adecuado y la mayoría de las universidades no ofrecen programas que apuesten por el desarrollo de apps, como sí ocurre en Asia, Europa y EE. UU. [El Tiempo (Colombia), 3/03/2013]
- El objetivo de la app es animar a los más jóvenes para que dejen de fumar antes de que sea demasiado tarde. [La Verdad (España), 1/07/2013]
- Mediante un teléfono inteligente con sistema Android, Windows Phone o desde un iPhone, se pueden bajar aplicaciones (apps) que, entre otras prestaciones, permiten hacer monitoreos del ritmo cardíaco, medir el nivel de glucosa en la sangre, conocer los primeros auxilios ante una emergencia, acceder al calendario de vacunación o recordar la toma de un medicamento, entre otros beneficios. [Clarín (Argentina), 17/03/2014]
A pesar de ello, los diccionarios generales de español aún no recogen el préstamo app, aunque sí que dan cuenta de la antigua aplicación de los ordenadores (DRAE23, DEA, Clave). Entre los diccionarios de neologismos, solamente el NEOMM recoge app y lo define como ‘aplicación informática que puede descargarse en un dispositivo móvil’.
Esta situación también se reproduce en otras lenguas románicas, como en francés o en italiano, en las cuales los diccionarios generales de referencia tampoco recogen el préstamo. Únicamente el Oxford English Dictionary documenta la abreviación app, aunque no incluye su significado como aplicación móvil, sino solamente como aplicación informática en general. Así, parece que el significado de ‘aplicación para dispositivos móviles’ que ha adquirido el préstamo en español aún no ha sido registrado en las obras lexicográficas de referencia.
M. Amor Montané March
Observatori de Neologia
Universitat Pompeu Fabra (España)
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