La palabra metadato se encuentra formada mediante composición por dos bases léxicas: meta-, del griego, que significa ‘junto a’, ‘después de’, ‘entre’, ‘con’ o ‘acerca de’; y dato, del latín datum. Sin embargo, probablemente la lengua española no habrá creado este compuesto desde las lenguas clásicas, sino que más bien lo habrá incorporado como un préstamo a través del sustantivo incontable inglés metadata («data whose purpose is to describe and give information about other data», Oxford English Dictionary), como la mayoría de voces propias del lenguaje informático y tecnológico (piénsese en teléfono, por ejemplo).

[fotografía] ordenador portátil semicerrado.
Federico Orlandi (Pexels)

Como sustantivo común, pues, hace referencia a aquella información que define y describe otros datos. Esta palabra ha cobrado especial relevancia a partir del uso masivo de Internet y la consecuente necesidad de clasificar la enorme cantidad de datos ahí alojados. Por ello, lo general es hallarlo en textos especializados de temática científico-técnica o que hacen referencia a soportes electrónicos.

  • Todos los archivos que se crean en una computadora […] poseen metadatos que indican el nombre del usuario que los ha creado, […] usuarios que los han modificado, la referencia de la impresora que los reprodujo, etc. [El Comercio (Perú), 7/8/2011]

Quizá esta palabra resulte familiar también porque ha protagonizado la polémica sobre las políticas de privacidad y manejo de datos personales de los usuarios y compradores de plataformas y redes sociales informáticas:

  • Ars Technica ha desvelado que iTunes incrusta en cada canción metadatos que identifican a su comprador [El País (España), 17/6/2007]

Son, desde luego, datos muy valiosos, por lo que no es de extrañar que despierten el interés no solo para las empresas, sino también para organismos de seguridad ciudadana:

  • Las autoridades estadounidenses aclararon enseguida que no espiaban el contenido de las conversaciones en sí sino metadatos como quién llamaba a quién [El País (España), 5/3/2014]
  • Si el artículo 215 de la Ley Patriótica expira, no podremos continuar el programa de recolectar los metadatos telefónicos, tarea crucial para la seguridad del país, declaró Ned Price, vocero del Consejo de Seguridad Nacional [La Jornada (México), 27/3/2015]

Como se puede ver en estos ejemplos, lo más frecuente, tanto en el español de España como en Hispanoamérica, es utilizar la forma metadato, una variante adaptada a las reglas morfológicas del español como un sustantivo masculino, por lo que, de utilizarse en plural, aparecerá con una terminación en –s: metadatos. En este sentido, es raro utilizarla como un anglicismo (metadata) sin adaptar, y aún menos, reinterpretada en español como femenino singular, pero de significado colectivo, por su terminación en –a (como otras palabras del tipo camada o arboleda):

  • Recientemente se ha evaluado la posibilidad de crear un ambiente abierto y tener un marco de referencia que permita compartir experiencias e información a la hora de buscar recursos, actualizarse, obtener información sobre metadata, formato de datos y tecnología, pero el futuro de los datos y recursos disponibles para aplicar los SIG en la educación está aún en discusión. [Geofocus (España), 2003]

Probablemente, estos escasos ejemplos se deban a la influencia de su forma original inglesa y, además, solo se darían en los primeros textos en español que recogieran este concepto. Es curioso que, como nombre propio, sí es más general recurrir al anglicismo (será por eso del marketing) metadata:es el caso del nombre de una revista digital de tecnología en catalán o de empresas que prestan servicios de consultoría y desarrollo de software.

En cuanto a su presencia en las obras lexicográficas del español, aunque esta palabra está en circulación en esta lengua desde los primeros años de los 2000, no aparece registrada en diccionariosde referencia general, como el académico DLE, aunque sí en el Diccionario panhispánico del español jurídico, de 2020, donde se recogen términos contemplados en la legislación. En el caso de otras lenguas romances, se observa su inclusión tan solo esporádicamente en algún diccionario virtual portugués, como Infopédia (s. v. metadado), pero no en otros similares (por ejemplo, Dicio)o en diccionarios en papel. No se encuentra tampoco en diccionarios de las lenguas gallega, francesa, catalana o italiana; ni siquiera en otras lenguas germánicas, como el alemán: salvando el caso portugués antes expuesto, solo parece estar incorporado en los vocabularios de la lengua origen del término, el inglés, donde se utiliza desde la década de 1960 (Oxford English Dictionary, Collins English Dictionary).

Su ausencia casi general en diccionarios y vocabularios de otras lenguas distintas al inglés y, desde luego, en el caso del español, probablemente se deba a su reciente incorporación, así como al contexto de uso especializado; quizá, en un futuro no muy lejano, la situación sea otra y este neologismo encuentre su lugar en la lexicografía hispánica como reflejo y resultado de su vigencia y vitalidad.

Blanca Garrido Martín
Historia 15
Universidad de Sevilla (España)

metadato m.

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