El paintball es un deporte, practicado por más de diez millones de estadounidenses de forma habitual, que tiene su origen en Estados Unidos, aunque en sus inicios no fue considerado un deporte sino un juego de supervivencia. Surge en Newhampshire en 1976 cuando dos amigos, Hayes Noel y Charles Gaines, se propusieron crear una actividad recreativa que les permitiera cazarse uno al otro y poner a prueba sus habilidades cara a cara. Para ello utilizaron un arma de bolas de pintura (la Nelspot 007), que se empleaba, normalmente, como marcador de ganado. Fue así como mantuvieron su primer duelo, lo que constituiría su primera partida de paintball. En los años ochenta se inaguraron los primeros campos de paintball en Estados Unidos, pero en España no se empieza a conocer algo de este deporte hasta la década de los noventa. En 1992 se abrió el primer campo de paintball en Madrid, en el municipio de Garganta de los Montes, justo cuando surgía la Liga Nacional de Paintball Profesional en Estados Unidos. En la actualidad hay campos de paintball en casi todos los países. Como en cualquier deporte, se han ido desarrollando todo tipo de competiciones y ligas de carácter nacional e internacional. Se trata de un juego de estrategia militar en el que dos equipos se enfrentan y se disparan bolas de pintura, en el que los jugadores pueden ser eliminados de forma definitiva o transitoria al ser alcanzados por una de ellas. Se puede practicar al aire libre o en un espacio cerrado y es considerado como uno de los juegos más seguros, con el que se ha registrado un menor número de siniestros si se compara con otras actividades deportivas realizadas al aire libre como el tenis o montar a caballo.
Según la Neoloteca (diccionario en línea que abarca todos los neologismos especializados —técnicos y científicos— catalanes, aprobados por el Consejo supervisor del TERMCAT —centro de terminología de la lengua catalana—, con su definición y su equivalencia en otras lenguas), paintball significa ‘batalla de pintura’ o ‘guerra de pintura’ y esos parecen ser los únicos equivalentes en español. En el caso del catalán se ha establecido como alternativa ‘guerra de pintura’, mientras que en otras lenguas (francés, portugués, alemán) no existe ninguna equivalencia. Paintball es un préstamo del inglés que, al ser tomado directamente sin sufrir ninguna alteración gráfica, fonética o morfológica, se considera una palabra-cita o un préstamo crudo. En su lengua de origen, es un compuesto léxico, formado por dos sustantivos (paint y ball) que se unen ortográficamente. Como todos los compuestos, tiene un significado propio y un referente único. Dicho referente no viene dado por ninguno de los dos sustantivos que componen esta lexía compleja (paintball no es, simplemente, una bola de pintura), pero sí que estaría relacionado con ellos. De ahí que se trate de un compuesto exocéntrico, dado que el núcleo semántico que abarca su significado (en este caso, un tipo de juego) no está dentro del compuesto, sino fuera de él.
El diccionario americano Merriam-Webster señala que el primer uso escrito del término paintball se registra en el año 1987, si bien es posible que se utilizara con anterioridad en el ámbito oral. No obstante, en el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), los ejemplos recogidos de periódicos estadounidenses son del año 1996:
- Se llama paintball y, según los salvadoreños viejos, no es lo más oportuno ni adecuado para los jóvenes. [El Salvador. La Información (Estados Unidos), 1996]
En Alvar2 se incluye la voz paintball, acompañada de dos ejemplos del año 2000. Uno de ellos pertenece a la prensa española:
- El paintball empieza a sumar adeptos en Chile. [La Tercera (Santiago de Chile), 08/01/2000]
- Las misiones de los «buddies» son diversas, aunque en todas ellas el fin está claro: aniquilar al equipo contrario. Unas veces para salvar una pequeña posición en un terreno (muy similar al juego del paintball), y otras para evitar a toda costa que los enemigos te aniquilen. [Marca. Tiramillas (España), 29/09/2000]
En BOBNEO la voz se documenta por primera vez en 2006 en textos periodísticos de España y de algunos países hispanoamericanos (Chile, Perú, Colombia):
- Una muestra expuso ayer en el citado campus las principales actividades que desarrollará esta carrera del área técnica: canopy, paintball, mountain bike, muro de escalada y rapel (descenso de altura), fueron parte de lo exhibido. [El Sur (Chile), 23/12/2006]
- Disfrute de actividades gratuitas para niños y adultos como también de otras con costo adicional tipo masajes, paintball, areneros o paseos a caballo. [El Comercio (Perú), 17/06/2009]
- Quienes lo visitan encuentran desde parapente, rappel, zip-trekking, canyoning, camping, paintball, canopy, ciclomontañismo y caminatas ecológicas en las que puede conocer la serranía de las Baldías, el nacimiento de nueve de las principales quebradas del valle de Aburrá y una represa. [El Tiempo (Colombia), 07/04/2012]
Con respecto a su tratamiento lexicográfico, curiosamente, el término no aparece ni en el Nuevo diccionario de anglicismos de Félix Rodríguez González y Antonio Lillo Buades (1997) ni en el Gran diccionario de anglicismos de Félix Rodríguez (2017). Tampoco se recoge en el DRAE23 ni en el VOXUSO. Por el contrario, sí que aparece en el Clave, en el DEA y en el NEOMM. En el caso de otras lenguas, si bien no ha sido introducido todavía en el Le Grand Robert ni en el Gran diccionari de la llengua catalana, sí que lo encontramos en el Dizionario Hoepli della lingua italiana o en el Dicionário da língua portuguesa de Porto Editora.
El paintball se ha ido abriendo camino poco a poco en España, por lo que es una palabra de uso frecuente, que se encuentra ya en varias obras lexicográficas, aunque ha tardado en extenderse en los corpus del español. Sin embargo, consideramos que, al ser un préstamo de difícil adaptación, su proceso de inclusión en los diccionarios es más lento y ello explicaría que a día de hoy todavía no la veamos en el DRAE23.
Elisa Barrajón López
NEOROC, Grupo NeoUA (España)