El publicista A. F. Osborn descubrió la técnica del brainstorming en unas sesiones experimentales, en el año 1939. Unos años más tarde, en 1954, describió esta técnica y propuso el nombre en su libro Applied Imagination. El brainstorming, traducido como lluvia de ideas o tormenta de ideas, es una técnica de grupos para generar ideas espontáneamente sobre un tema o para solucionar un problema, a través de la creatividad. El uso del término se ha extendido de distintas formas. Por un lado, como un procedimiento específico en nuevas disciplinas, como, por ejemplo, la creación de textos. Por otro lado, ha adquirido un significado más general, para expresar el momento inicial de una reunión donde se invita a sugerir ideas de forma libre y no estructurada, o bien para dar nombre a procesos de búsqueda de soluciones.

Fotografía de las manos de varias personas con rotuladores y tijeras en una reunión.
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Estas acepciones se encuentran recogidas en el Oxford English Dictionary para el nombre y el verbo brainstorm. Respecto al nombre, la primera acepción, informal, se refiere al momento en el cual uno es incapaz de pensar con claridad, mientras que la segunda se refiere al grupo de discusión que se crea de forma espontánea para producir ideas o resolver problemas. Esta segunda acepción es la que aparece también para el verbo brainstorm.

El neologismo lluvia de ideas no aparece en los diccionarios de referencia para el español: Alvar 1, Alvar 2, Clave, DEA, DRAE23, NEOMM y VOXUSO. Aparece, en cambio, en el Diccionario de términos clave de ELE del Centro Virtual Cervantes. En los medios de comunicación españoles consultados, siempre es más frecuente la forma inglesa brainstorming que la forma traducida. A pesar de la poca frecuencia de aparición, en otras lenguas románicas también existe la traducción de brainstorming por sintagmación: pluja d’idees (catalán), pluie d’idées (francés), pioggia d’idee (italiano), chuva de idéias (portugués); y aunque el Diccionari de la llengua catalana (DIEC2) documenta pluja d’idees como una acepción de pluja, los diccionarios de referencia del francés, italiano y portugués incluyen entre su lemario solo el préstamo brainstorming como una técnica de búsqueda de ideas originales y resolución de problemas.

Algunos de los ejemplos localizados se refieren específicamente a la técnica de grupos:

  • Los participantes en el CIB coinciden en destacar la importancia de trabajar en equipos multidisciplinares, a pesar de los retos que supone. «Cuando hacíamos lluvia de ideas, el diseñador decía que, pensando en el usuario, deberíamos hacer tal cosa», cuenta Odgers. [El País (España), 04/01/2018]
  • La definición de la tarea resultaba del acuerdo colectivo (con el acompañamiento y dirección de Imma Contreras) y después de la correspondiente lluvia de ideas sobre posibles actividades y creaciones, propuesta por cada grupo. [El País (España), 27/10/2019]

Pero en numerosos casos, el sentido del neologismo es más informal, más general, y hace referencia a un llamamiento, a un proceso de recogida de ideas o soluciones a través de formas diversas, pero ya no como técnica de grupo:

  • El motivo del encuentro era provocar una lluvia de ideas para que el congreso de móviles de febrero sea un gran éxito y despeje cualquier duda a los organizadores sobre su continuidad en Barcelona. [La Vanguardia (España), 18/12/2017]
  • La sectorial funciona como un órgano centrado en la «lluvia de ideas estratégicas» y que trabaja, más que a menudo, de manera telemática. [La Vanguardia (España), 09/01/2017]
  • Casi en simultáneo, señalan en el Gobierno, se realizó una reunión en Palacio, destinada a proponer una lluvia de ideas para el mensaje. [El Mercurio (Chile), 03/06/2018]

En los medios de América Latina consultados aparece en menos frecuencia lluvia de ideas, y es más usual encontrar brainstorming, como se puede observar en estos ejemplos:

  • Cada disco que entrega la banda liderada por Paula Trama es como un nuevo boletín de la eterna búsqueda de amor y los inevitables desencuentros, imantados por un pop inmensamente elegante, apuntalado en un brainstorming de ideas grupales, que en cada giro desvela su construcción artesanal. [Clarín (Argentina), 01/11/2019]
  • Los procesos iniciales tienen un protocolo de intercambio de ideas, brainstorming, bocetado a máquina, papel, maquetas, entre otros, de forma de cubrir varias aproximaciones a un ejercicio, problema y soluciones. [El Observador (Uruguay), 02/01/2016]

Es interesante que, cuando se utiliza una variante, la traducción más habitual de brainstorming sea lluvia de ideas y no el calco tormenta de ideas. En inglés, es probable que la pronunciación sea responsable a la hora de escoger una palabra compuesta como brainstorming respecto a la posible brainraining. En cambio, en español, que el compuesto equivale a un sintagma con un complemento preposicional, el aspecto de la pronunciación no parece relevante entre lluvia de ideas o tormenta de ideas. En cambio, la connotación de fecundidad y productividad asociada a la lluvia frente a la idea de perturbación, adversidad o desgracia que sugiere la palabra tormenta, puede haber jugado un papel a la hora de establecer el uso de este neologismo diccionarizable.

Sílvia Llach
Institut de Recerca Educativa
Universitat de Girona (España)

lluvia de ideas f.

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