Existe amplia información en blogs, publicaciones periodísticas y revistas científicas acerca de la disciplina conocida como reiki, una modalidad de medicina alternativa que tiene como objetivo alcanzar la sanación de personas, animales e incluso plantas mediante la imposición de manos. Esta técnica, que se origina en prácticas religiosas cuyo propósito es supuestamente la canalización de la gracia divina, consiste en transmitir energía vital para lograr el bienestar o el equilibrio de quien se somete a la imposición de las manos por parte de un iniciado.
Aunque existen diversas variantes de este tipo de terapia, como el reiki karuna, el reiki tibetano, el reiki celta, el reiki egipcio, el reiki andino y el reiki del arco iris, el objetivo en todos ellos es la armonización natural del ser vivo, a quien considera como un todo que trasciende lo corporal.
La confianza en esta disciplina oscila entre el escepticismo total y no poca evidencia científica reciente sobre el impacto del reiki como terapia para mejorar la calidad de vida de personas que padecen algunas enfermedades incurables. Por esta razón el reiki se ha empleado como terapia complementaria en algunos tratamientos médicos, aun cuando también hay quienes lo usan como cuidado preventivo de la salud. Un artículo publicado en 2011 en la sección Tendencias de El Mundo asevera que, si bien la práctica del reiki tiene más de 3.000 años de antigüedad, la terapia permaneció semiolvidada hasta que el monje y catedrático japonés Mikao Usui la revitalizó cuando creó en Tokio en 1922 la escuela Usui Reiki Ryoho Gakkai, depositaria del reiki tradicional japonés.
La voz reiki, que deriva del japonés (rei, ‘universal’ y ki, ‘fuerza vital’), se encuentra poco documentada lexicográficamente, aunque ya figura en algunos diccionarios del español, como Clave, que lo define como «tratamiento curativo mediante el restablecimiento del equilibrio de energías del organismo». En inglés también aparece documentado en línea, en Cambridge Dictionary y en Merriam-Webster Dictionary, por ejemplo.
En cuanto al empleo de esta voz en la lengua cotidiana, la base de datos del Observatori de Neologia alberga ejemplos que ilustran el uso de este japonesismo en prensa escrita en español, así como también del neologismo reikista, formado por sufijación, que se refiere a la persona que utiliza la técnica de sanación para mejorar su propia vida o para ayudar a sanar a otros:
- Un verdadero reikista jamás le indicará que deje de tomar sus medicinas. [El Comercio (Perú), 16/05/2006]
- Cerca de diez mil personas imparten en el país algún tipo de terapia alternativa o complementaria, como la acupuntura, el reiki y la homeopatía, entre otras. [El Mercurio (Chile), 17/05/2006]
- El Hospital de Jerez de la Frontera, el primero en abrir las puertas al reiki con un curso de formación a sanitarios. [Diario de Cádiz (España), 21/05/2010]
- Además, se ofrece spa de manos y pies y sesiones de reflexología y reiki. [Clarín (Argentina), 04/03/2012]
Al igual que muchas otras voces extranjeras que ya han sido incorporadas a la lengua castellana, este préstamo del japonés y su derivado bien podrían tener consideración lexicográfica si su uso perdura en el tiempo, ya que ambos vienen a llenar vacíos semánticos en el español, especialmente si se considera una nueva práctica profesional.
Constanza Gerding Salas
Red Antenas Neológicas
Universidad de Concepción (Chile)
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