La descarbonización se ha establecido como un término crucial en el discurso contemporáneo sobre el cambio climático y la sostenibilidad. Su relevancia ha ido en aumento, reflejada en su consideración como candidata a palabra del año por la Fundéu en 2018. Se trata de un vocablo derivado del verbo descarbonizar, incorporado recientemente el diccionario de la Real Academia Española (DLE) a través de la actualización del 2023 en su edición digital con la definición de «reducir las emisiones de carbono, especialmente las que se producen en forma de dióxido de carbono».