El entusiasmo masivo por usar herramientas tecnológicas de sofisticada elaboración posiblemente radica en la paradójica sencillez con que pueden manejarse, así como en la gran utilidad que prestan. La multiplicidad de funciones de estas herramientas permite al usuario desde facilitar rutinas y planificar actividades cotidianas hasta solucionar algunos problemas de mayor complejidad, y su gran aceptación impulsa año tras año a las urbes más importantes del mundo desarrollado a organizar exhibiciones en las que puedan mostrar los más recientes avances de la innovación tecnológica y, de este modo, asombrar a los curiosos con adminículos como drones, zapatillas con GPS o maletas inteligentes. De todos los aparatos electrónicos con tecnología de punta desarrollados en las últimas décadas, quizás el más popular y mejor cotizado sea el teléfono inteligente: según cálculos realizados en 2014 por el US and World Population Clock, existen más de estos artilugios tecnológicos en la Tierra que habitantes y, de los varios miles de millones de personas que usan internet en el mundo en la actualidad, la mayoría probablemente lo hace a través de su teléfono inteligente u otro aparato portátil, como la tableta o el ordenador.
Tanto el teléfono celular con pantalla táctil, frecuentemente llamado teléfono inteligente o smartphone, que permite al usuario conectarse, a través de internet, con otras fuentes de información documental, como diversos otros dispositivos desarrollados por la tecnología, son lo que se conoce también como gadgets; de hecho, entre los entusiastas de la tecnología de última generación, esta voz parece ser la de uso más común. En la jerga de la tecnología vanguardista, gadget se refiere genéricamente a un dispositivo novedoso y práctico, que tiene un propósito y una o más funciones específicas. Pero los gadgets pueden tener, además, una función social, especialmente cuando se trata de la versión más reciente de equipos costosos puestos en el mercado, ya que estos pueden contribuir a «mejorar» el estatus de quien los posee.
Si bien se cree que la palabra gadget proviene del francés del siglo xix, como se documenta en el Oxford English Dictionary, época en que se habría usado en el ámbito náutico, en los países anglohablantes se populariza a partir de la década de 1980, cuando comienza a emplearse para designar genéricamente con este nombre a un número importante de dispositivos prácticos creados con tecnología avanzada. En adelante, diversas variedades del español comienzan a adoptar la voz inglesa como préstamo léxico sin adaptación ortográfica.
- Los asistentes permanecieron durante una hora atónitos contemplando el despliegue de sabiduría, gadgets y tecnología. [El País (España), 19/10/2004]
- El boom de los dispositivos móviles, especialmente los smartphones, obedece a las nuevas necesidades de los usuarios de emplear gadgets todo en uno, que al mismo tiempo que son teléfonos, también son navegadores web, sistemas de posicionamiento y reproductores de audio y video. [El Universal (México), 7/01/2011]
En su versión monolingüe, el Oxford English Dictionary define gadget como ‘a small mechanical or electronic device or tool, especially an ingenious or novel one’, mientras que en su versión bilingüe inglés-español, esta misma obra lexicográfica entrega dos equivalentes con un sentido similar en español: ‘aparato’ y ‘artilugio’.
Por otra parte, en el ámbito de internet o en determinados sistemas computacionales, también suele llamarse gadget a un pequeño software que puede ser agregado a una plataforma mayor y que provee una nueva característica, función o servicio específico. En otras palabras, un gadget tendría la misma finalidad que un widget, con la diferencia de que el primero solo funciona en sitios web específicos, mientras que el segundo funciona en cualquiera. Con este sentido, un gadget es más o menos equivalente a un widget, es decir, una aplicación (o app) que permite al usuario acceder a nuevas funcionalidades o a un servicio determinado.
- Los accesorios, gadgets, que se le añaden de forma progresiva (juegos, carátulas, música…), cada vez los convierten en algo más alejado de su origen: el ser un teléfono transportable. [El País (España), 20/10/2004]
- Clock es una widget gratuita y, aunque existen muchas más, es la que nosotros hemos probado y nos parece aceptable, especialmente porque, al igual que otras anteriores, tiene varias opciones de máscaras y es bastante personalizable. [El Sur (Chile), 17/03/2013]
En cuanto a la categoría gramatical, en las diversas fuentes de vaciado de las que el Observatori de Neologia recoge neologismos para su estudio, la palabra gadget figura como nombre masculino en los dos sentidos detectados (‘aparato’ y ‘aplicación’), posiblemente porque se la asimila al género de la mayoría de sus equivalentes en español. En efecto, en la prensa en español se ha podido observar también el empleo frecuente de diversos equivalentes de gadget, como dispositivo, artefacto, mecanismo, artilugio, adminículo o herramienta, por lo que el uso del anglicismo podría corresponder más bien a una variante diafásica o diastrática.
Además de gadget, en el Observatori de Neologia se ha recopilado el adjetivo gadgetero, -ra, formado a partir del préstamo del inglés, mediante el mecanismo de derivación con el sufijo –ero. Según el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, uno de los valores de este sufijo en sustantivos es ‘indicar oficio, ocupación, profesión o cargo’; sin embargo, en los casos que aquí se documentan, se aprecia un valor de –ero algo distinto, ya que por extensión semántica corresponde a ‘persona aficionada a’.
- Pero los peruanos siempre gadgeteros ese año lanzamos las primeras cabinas de internet del mundo. [La República (Perú), 6/11/2013]
Con respecto al sentido de ‘aparato’ con que se usa gadget, es interesante constatar que el uso del anglicismo se mantiene en español, de modo que el hablante puede disponer de una variedad de opciones para referirse a los dispositivos electrónicos desarrollados en la presente era tecnológica. Es posible que la persistencia en el uso de esta voz inglesa a lo largo de los años se deba, por una parte, a que la información sobre ciencia y tecnología frecuentemente se desarrolla y transmite en inglés y, por otra, a que los hablantes del español suelen ser receptivos y proclives al uso de estos préstamos en algunos ámbitos, como el de la tecnología, ya sea por razones prácticas o por motivos de estatus social. En cambio, en el caso del sentido que se refiere al accesorio que sirve para dotar a un aparato de una funcionalidad específica, la motivación del hablante al usar gadget remitiría a la necesidad de llenar un vacío denominativo específico.
Constanza Gerding Salas
Red Antenas Neológicas
Universidad de Concepción (Chile)