ojiplático, ojiplática m. y f. y adj.

ojiplático, ojiplática <em>m.</em> y <em>f.</em> y <em>adj.</em>

«Tu esclava está ahora mirando la pared con fijeza estúpida, abiertos los ojos como platos, con el asombro y el temor de una niña que ve romperse entre sus manos el más lindo juguete», así describía Vicente Blasco Ibáñez, en el cuento «La caperuza» (1893), la mezcla de pavor y sorpresa con que una madre descubre la enfermedad de su hijo. No es un caso aislado: la misma imagen hiperbólica aparece, por ejemplo, en «El cazador de orquídeas», del argentino Roberto Arlt.

celebrity f. o m. y adj.

celebrity <em>f.</em> o <em>m.</em> y <em>adj.</em>

Solo hay que encender la televisión, poner la radio, ojear la prensa, abrir las redes sociales o lanzar una búsqueda en lengua española por internet para concluir que el anglicismo celebrity está de moda. A diferencia de voces como influencer o youtuber, este préstamo del inglés no viene a colmar un vacío denominativo generado por la aparición de una nueva realidad, al menos a primera vista. De hecho, las personas famosas existen desde siempre y, como indica la Fundéu, el español cuenta con las palabras celebridad y famoso, famosa para referirse a ellas, argumento que lleva a afirmar que el anglicismo es innecesario.

microrracismo m.

microrracismo <em>m.</em>

¿Cuántas veces hemos oído expresiones como trabajar como un negro, haber moros en la costa o engañar (a alguien) como un chino sin reparar en lo que hay de implícito en estas locuciones? Estas y otras expresiones populares, transmitidas a lo largo de generaciones, califican de manera despectiva y negativa a determinados colectivos. Pero no solo en el lenguaje cotidiano —ya sea con las expresiones que hemos mencionado, ciertos refranes, adjetivos, etc.— se dan estos casos de racismo subliminal, sino también en actos simples, que a menudo pasan absolutamente desapercibidos pero que suceden más de lo que podemos llegar a pensar. E incluso a veces se ocultan bajo el manto de bromas o chascarrillos.

hub m.

hub <em>m.</em>

Al igual que muchos de los neologismos que han llegado a nuestra lengua, el sustantivo hub tiene su origen en la lengua inglesa; y como muchos de los anglicismos que hemos ido incorporando al español en las últimas décadas, llegó a la lengua castellana a manera de préstamo dentro del área de la informática —o, al menos, así lo atestiguan, entre otros, los datos del Observatori de Neologia—.

infodemia f.

infodemia <em>f.</em>

Infodemia es un neologismo, surgido al alero de la pandemia de coronavirus, que designa una cantidad excesiva de información, tanto verdadera como falsa, que dificulta que las personas encuentren información fiable y orientación fidedigna cuando la necesitan. El sustantivo femenino infodemia está formado por acronimia a partir de las palabras información y epidemia, y no registra variantes gráficas.

descargable adj. y m.

descargable <em>adj.</em> y <em>m.</em>

No hace tanto tiempo, en los primeros años noventa, la humanidad fue testigo del tímido pero afortunado nacimiento de aquello que, por ser inexistente hasta la fecha, se concertó llamar internet. La nueva realidad llegaba ya a este mundo con la intención de dotar de infinitas posibilidades no solo a nuestro día a día, sino también al vocabulario de toda lengua en general y del español en particular —piénsese, por ejemplo, en nuevas voces como hackear, post o youtuber—. Sin embargo, nunca una realidad había sido tan poco material como esta, verdadero almacén intangible y a la vez fácilmente accesible capaz de abastecer a quien a él acuda de un sinfín de contenido que, en ocasiones, puede llegar a formar parte del acopio personal si es descargable. He aquí otro curioso retoño léxico de la era de la información en nuestra lengua.

mover ficha loc.

mover ficha <em>loc.</em>

Cada día se forman nuevos conceptos. A menudo, viajan de un idioma a otro a través de extranjerismos, que pueden adaptarse o no a la idiosincrasia ortográfica y morfosintáctica de la lengua que los acoge. También pueden emigrar despojados de expresión, camuflándose al llegar a su destino en palabras ya existentes, fenómeno que los lingüistas han llamado calco semántico. Este es el caso, muy probablemente, de la locución que hoy nos ocupa: mover ficha.

erte m.

erte <em>m.</em>

En ocasiones, algunas unidades léxicas que son tecnicismos de un discurso de especialidad, por necesidades conceptuales y, sobre todo, sociales, se incorporan al discurso general de la lengua. En este paso, o permeabilización de los discursos, la voz mantiene su significado básico y principal, aunque no con la significación plena que contiene en el discurso de especialidad al que pertenece. Este sería el caso de la voz erte, la cual, siendo un claro tecnicismo del discurso económico y financiero, en los últimos tiempos ha pasado al discurso general del español de España por una clara necesidad sociolaboral colectiva.

frentismo m.

frentismo <em>m.</em>

La bancada del Congreso de los Diputados siempre ha sido una gran cuna para nuevas palabras en nuestra lengua. Los -ismos florecen en el contexto político de manera extraordinaria: algunos son criticados por su oportunismo; otros, por inclinarse hacia el populismo y existe, incluso, el trumpismo. Muchos hablan, por desgracia, de un fundamentalismo islámico que castiga no solo a Occidente, sino también a muchos musulmanes que se ven juzgados. Una de las palabras que ha dado a luz la clase política es la voz frentismo, formada por derivación desde el término frente, que el DRAE23 define como «coalición de partidos políticos, organizaciones, etc.». De entre los diccionarios que hemos consultado, el término frentismo no está presente en el diccionario citado, tampoco en el diccionario Clave ni en el VOXUSO; sí se encuentra, sin embargo, en el Nuevo diccionario de voces de uso actual (Alvar2) y se define como una «táctica política por la que dos o más organizaciones o partidos pactan entre sí para alcanzar un objetivo común, generalmente de carácter electoral, sin pérdida de autonomía para sus componentes». Una acepción similar se recoge en el DEA, que aclara que frentismo es la «tendencia de dos o más partidos a formar un frente común».