En 1966 Joseph Weizenbaum, considerado uno de los padres de la cibernética, «dio vida» a Eliza, el primer bot basado en inteligencia artificial, que fue creado para desempeñar el trabajo de una terapeuta. El anglicismo bot constituye un acortamiento del sustantivo robot. De acuerdo con la Nueva gramática de la lengua española, el acortamiento (también conocido como truncamiento) es un recurso morfológico que consiste en la reducción formal de un elemento léxico, mediante la supresión de una o más sílabas finales, sin que se produzca ningún tipo de alteración semántica o gramatical. Por lo tanto, bot comparte con robot su significado y su pertenencia a la categoría de los sustantivos.

Fotografía de varios dispositivos electrónicos.
Pixabay

Al parecer, debemos este último término al pintor y poeta checo Josef Capek (1887-1945) quien, paradójicamente, pasaría a la historia no por sus cuadros cubistas ni por sus Poemas desde un campo de concentración (escritos en Bergen-Belsen, poco antes de morir), sino por haber «alumbrado» el término robot una calurosa tarde en la que se encontraba pintando junto a su hermano, el dramaturgo Karel Capek (1890-1938), mientras este escribía una obra teatral de ciencia ficción. Durante muchos años se le atribuyó a Karel el origen del término, como se aseguraba en el Oxford English Dictionary, pero él confesó en 1933 que era su hermano quien le había sugerido aquella tarde que utilizara el neologismo robot para denominar a los protagonistas de su obra, unos «humanos artificiales» creados para reducir la carga laboral de los hombres. Dichos autómatas con capacidad de raciocinio acababan trabajando a destajo, de ahí posiblemente que a Josef se le ocurriera esta voz, a partir de la palabra checa robota, que significa ‘esclavo’. Los robots universales de Rossum fue estrenada en 1921 en el Teatro Nacional de Praga y en 1922 en Nueva York, ciudad donde contó con una excelente acogida entre el público norteamericano, lo que propició la expansión del neologismo.

Pero volvamos, por un momento, a la Nueva gramática de la lengua española. De acuerdo con esta obra académica, en determinadas ocasiones los acortamientos adquieren connotaciones distintas a las de la palabra completa. Al contrario de lo que sucede con robot, el término bot no designa a una máquina, sino a un programa informático. Únicamente en la cuarta acepción de robot, esta voz se define como un «programa que explora automáticamente la red para encontrar información» (DRAE23). Sin embargo, es bot el sustantivo que más se ha popularizado con este sentido en el lenguaje de programación y desde dicho ámbito especializado se ha ido expandiendo en los últimos años a los medios de comunicación de todo el mundo. El diccionario Clave identifica bot como «programa informático que permite realizar tareas automáticas en internet». Una definición coincidente con las que se recogen en algunos diccionarios monolingües en inglés, como el Cambridge Dictionary, el Oxford English Dictionary y el Merriam-Webster Dictionary; y en alemán, como el Duden Deutsches Universalwörterbuch. Sin embargo, tal acepción no ha sido incluida aún en repertorios de otras lenguas románicas como el Dizionario Hoepli della lingua italiana, Lo Zanichelli, Le Grand Robert, Le Trésor de la Langue Française Informatisé, el Dictionnaire de l’Académie Française, el Dicionário Priberam da Língua Portuguesa o el Gran diccionari de la llengua catalana.

En el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA) únicamente pueden localizarse dos ejemplos en los que se menciona esta voz: uno, extraído de la crítica cinematográfica de la película de Steven Spielberg A. I. Inteligencia Artificial, publicada en el diario mexicano Excélsior:

  • David visita la pecaminosa Rouge City […] Como para entonces, la lucha de orgas contra mecas se ha resuelto a favor de estos últimos, quienes en la búsqueda de testimonios humanos encuentran a David, para entonces el único bot que vivió en una época humana. [Excélsior (México), 07/09/2001]

Y otro, procedente de la Revista Digital Universitaria, también mexicana:

  • Algunos de los habitantes de estos MUDs son inteligencias artificiales, robots, afectuosamente llamados bots. Cuando uno visita un MUD, puede encontrarse con ellos, tener una conversación, preguntarles una dirección, pedirles auxilio, bromear y todo ello antes de saber que no estamos interactuando con personas sino con cosas. [Revista Digital Universitaria 2 (4) (México), 12/2001]

En el texto precedente se hace referencia a algunas de las finalidades más comunes de los bots, «tener una conversación, preguntarles una dirección, pedirles auxilio, bromear». Adviértase cómo al pluralizar el término se opta por el sustantivo bots, con –s final, tal y como recomienda actualmente la Fundéu. Además, al ser una forma ortográficamente válida en español, desde esta institución asesorada por la Real Academia Española se aconseja también escribirlo sin cursiva ni ningún otro tipo de resalte tipográfico.

En el Observatori de Neologia podemos encontrar muchos más ejemplos procedentes tanto de medios de comunicación españoles como hispanoamericanos:

  • El Gobierno tiene constancia del incremento de bots y fake news en las redes a medida que nos acercamos a la campaña de las elecciones generales, y las encuestas empiezan a dar resultados relevantes a Vox. [La Vanguardia (España), 23/03/2019]
  • Se utilizan bots (sistemas informáticos que simulan ser personas en una red social y que son creadas con un fin determinado) para llegar a más gente y así vender un producto. [El Tiempo (Colombia), 07/03/2017]
  • Inicia con un bot que lanza mensajes falsos en redes sociales. [El Comercio (Perú), 17/01/2017]

Véase cómo en los extractos anteriores se hace referencia a un uso «malicioso» de este tipo de programas informáticos, «para difundir información falsa, simular un adversario en una campaña política o en un juego electrónico, saturar un portal de internet, etc.», según advierte la definición de bot recogida en el Diccionario del español de México. Por ejemplo, el pasado 9 de abril, en una intervención en el Congreso de los Diputados, Pedro Sánchez acusó al líder de uno de los partidos de la oposición de utilizar millones de bots para propagar información engañosa acerca de la Covid-19:

  • Sánchez: «Señor Abascal, quiero dirigirme a usted y a sus millares de bots». [El Diario (España), 09/04/2020]

Y, recientemente, en una entrevista, Ramón Salaverría, vicedecano de investigación de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y director de un proyecto financiado por la Fundación BBVA para investigar acerca de cómo se difunden las noticias falsas sobre salud en las redes sociales, al ser preguntado sobre si son más peligrosos los bots o los humanos, aseguraba lo siguiente:

  • Son peligrosos los humanos que no están prevenidos sobre los bots. Los bots son simples cajas de resonancia de la información. No es lo mismo que un mensaje en las redes te llegue de un único usuario que de 20 perfiles diferentes. Lo verdaderamente delicado es el comportamiento posterior de las personas como tú y yo a partir de ese contenido. [El País (España), 12/04/2020]

En Los robots universales de Rossum los «hombres artificiales», aunque fueron fabricados para ayudar a sus creadores, finalmente se rebelan y acaban destruyendo a la humanidad. Esperemos que, en el futuro, los bots no reproduzcan una noticia similar…

Ana Mancera Rueda
Universidad de Sevilla (España)

bot m.

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