Que la situación actual de pandemia ha supuesto convertir en virtuales —o, mejor expresado para este blog de neología, «virtualizar»— muchas de nuestras actividades cotidianas no es, a estas alturas, ningún secreto. Cuando dicha virtualización no se lleva a cabo de forma total, sino parcial, hablamos a menudo de actividades «semipresenciales», el adjetivo que aquí nos ocupa. Hasta hoy, este neologismo no aparece recogido ni en el diccionario normativo ni en otros de uso, como Alvar2, Clave, DEA o VOXUSO. Su traducción literal a otras lenguas románicas tampoco se recoge en diccionarios como Le Robert, el Gran diccionari de la lengua catalana o Lo Zingarelli.
La voz semipresencial se forma mediante la adición del elemento prefijal semi- (con valor de ‘medio’ o ‘casi’) al adjetivo presencial, recogido en el DRAE y definido en estos términos en su segunda acepción: «que implica la presencia de la persona concernida». El diccionario normativo define también el sustantivo derivado de este adjetivo, presencialidad, como el «hecho de estar presente». La primera aparición de la palabra en los registros del Observatori de Neologia (UPF) data de 2005:
- Va a tener que variar la metodología ya que no es lo mismo enseñar en un sistema semipresencial. [El Comercio (Perú), 06/03/2005]
En este ejemplo encontramos el adjetivo relacionado con el ámbito de la enseñanza. Ese es, precisamente, el contexto en el que el adjetivo aparece con más frecuencia; así ocurre en las setenta y seis apariciones de este lema en el CORPES XXI, donde, con registros de la voz a partir de 2001, lo encontramos combinado con formas como curso, capacitación, aprendizaje, educación y, de forma más general dentro del contexto educativo, con modelo, metodología, sistema, modalidad o método:
- El curso se realizará bajo la modalidad semipresencial con paralelos en las ciudades de Guayaquil y Quito. [El Universo (Ecuador), 10/01/2004]
- La metodología semipresencial que se empleará en el proceso de enseñanza aprendizaje será de un 70 por ciento del contenido de manera virtual para un total de 350 horas; el restante 30 por ciento (150 horas), será presencial en las aulas universitarias de España. [Hoy (República Dominicana), 06/07/2006]
Un aspecto curioso de la palabra semipresencial es la aparente paradoja que alberga si nos fijamos en los elementos que la componen: uno no puede «casi» estar en un lugar, o «estar a medias». El último ejemplo presentado ilustra el significado que, generalmente, adopta el adjetivo: una actividad semipresencial es aquella que tiene lugar con continuidad a lo largo de un tiempo determinado (ya sean días, semanas, meses o años) y que no exige a los participantes acudir con asiduidad a un lugar concreto para su realización o seguimiento. Fuera del ámbito formativo, esta definición se aplica, por ejemplo, a la esfera laboral. Veamos este ejemplo, extraído de una noticia reciente en la que una asociación de madres trabajadoras solicita una modalidad de «teletrabajo semipresencial» para no invisibilizar completamente a las mujeres que durante la pandemia opten por el trabajo a distancia para conciliar:
- La asociación apuesta porque [sic] el teletrabajo sea semipresencial, tres días en casa y dos en la oficina. «Es fundamental la parte presencial para que el teletrabajo no suponga la invisibilidad de aquellas mujeres que optan por esta medida», dice la propuesta. [InfoLibre (España), 19/06/2020]
Existe, igualmente, otro sentido de esta palabra, que cobra fuerza con la virtualización generalizada a la que nos referíamos arriba: cuando una actividad es puntual, sin continuidad, y no es necesario que asista la totalidad de personas convocadas, se habla también de actos semipresenciales. Veamos estos dos ejemplos recientes encontrados en prensa:
- Tras un parón de tres meses, Madrid retoma estas sesiones, como ya hizo en el mes de abril con la actividad ordinaria con comisiones de las áreas celebradas de forma semipresencial y el pleno de la capital. [La Vanguardia (España), 10/06/2020]
- El pleno del mes de junio en el Palacio de Cibeles será semipresencial y se limitará al control del gobierno, con un total de 19 preguntas por parte de la oposición, hasta alcanzar la firma de los pactos por la reconstrucción de la ciudad tras el ataque del coronavirus. [La Vanguardia (España), 25/06/2020]
Una voz como semipresencial, que tiene ya un recorrido documentado de prácticamente dos décadas y cuya morfología no se hace sorprendente para un hablante de español, está llamada a asentarse en el contexto en que vivimos. Estar o no estar ha dejado de ser la cuestión: hoy, la lengua nos permite estar a medias.
Blanca Arias-Badia
Grupo InfoLex
Universitat Pompeu Fabra (España)