islamofobia f.

islamofobia <em>f.</em>

El adjetivo islamófobo, ba ‘que tiene o muestra islamofobia’ y el sustantivo islamofobia ‘aversión o rechazo hacia el islam, lo musulmán o los musulmanes’ son dos neologismos lexicográficos no recogidos por el DRAE que, sin embargo, se encuentran ampliamente documentados desde hace años en las distintas variedades de la lengua española, como muestran los siguientes ejemplos recopilados por el Observatori de Neologia en diversas zonas del territorio español así como en diversos países de América Latina.

inasumible adj.

inasumible <em>adj.</em>

El neologismo inasumible surge de adjuntar el prefijo in– a la base asumible, que a su vez es producto de aplicar el sufijo –ble al verbo asumir. El neologismo se registra por primera vez en el Observatori de Neologia en el año 1991, en España:

  • Hacienda cree que tiene un coste inasumible y afirma que es políticamente inadecuada. [La Vanguardia (España), 19/02/1991]

aporofobia f.

aporofobia <em>f.</em>

Aporofobia es un neologismo formado por composición culta: del prefijo griego άπορος, ‘pobre, sin recursos’, y del sufijo del latín científico –phobia, y este del griego -φοβία, aversión, rechazo. Como dice Martínez Navarro (profesor de Filosofía Moral), es un término que sirve para nombrar un sentimiento de rechazo al pobre, al desamparado, al que carece de salidas, al que carece de medios o de recursos.

buenismo m.

buenismo <em>m.</em>

El mundo político está lleno de ismos, tanto los que se refieren a doctrinas o sistemas (comunismo, socialismo, soberanismo) como a actitudes o tendencias (abstencionismo, altruismo, aislacionismo). En general, estos derivados cumplen una función denominativa y parten del significado del sustantivo o adjetivo al que se adjunta el sufijo –ismo, como, por ejemplo, keynesianismo ‘movimiento que sigue las ideas de John M. Keynes sobre el control del nivel de actividad económica’. Sin embargo, el caso de buenismo es distinto, tanto por su formación, a partir de un adjetivo en el que no se basa ni tampoco inspira un movimiento o actitud propiamente dicho, como por el valor despectivo que encierra, que vemos reflejado en los ejemplos siguientes:

wok m.

wok <em>m.</em>

El wok es un utensilio de cocina que viene de la palabra del chino 锅,  y es una transcripción de su pronunciación del cantonés, que es /wə/. Es un nombre genérico para un instrumento culinario para preparar comida o líquido muy práctico, ya que anda a medio camino entre la olla y la sartén. A diferencia de las sartenes tradicionales, es más profunda, pero no tanto como una olla, lo que facilita su manejo. Podríamos decir que cuenta con los aspectos positivos de ambos, lo que ha provocado su adopción y su amplio reconocimiento como símbolo de comida china en España y en distintas zonas de Europa. Se trata, por tanto, de una sartén cóncava, estrecha por la base y ancha por arriba. Su principal característica es el calentamiento homogéneo de toda la superficie, lo que ayuda a que la comida se haga de manera uniforme y no pierda los nutrientes de los alimentos con caídas y subidas bruscas de temperatura, cocinándola de una manera muy sana.

técnico m.

técnico <em>m.</em>

El léxico del deporte, como cualquier conjunto léxico, va impulsando la creación de nuevas acepciones en palabras ya existentes por una necesidad de especificidad comunicativa y uno de los recursos para ello es la restricción de sentido. El término entrenador tiene una extensión semántica demasiado ancha como para poder cubrir el conjunto de actuaciones del profesional que no solo entrena, sino que selecciona a los jugadores de un equipo deportivo y dirige su juego sobre el terreno. Por esta razón, técnico desarrolla una nueva acepción y se usa con este sentido restringido en el ámbito deportivo, a diferencia de su uso genérico: ‘persona que posee los conocimientos especiales de una ciencia o arte’, según se define en la última edición del diccionario académico. También en francés el término technicien ha sufrido esta restricción semántica e igualmente ha ocurrido en otras lenguas románicas, por ejemplo, en catalán.

microcrédito m.

microcrédito <em>m.</em>

El microcrédito hace referencia a un pequeño préstamo que se concede a personas con capacidad emprendedora que carecen de recursos económicos suficientes para acceder al sistema bancario tradicional. La finalidad es promover así la creación de pequeñas empresas y generar autoempleo. Esta iniciativa surgió en Bangladesh en los años sesenta promovida por Muhammad Yunnus y la fundación del Banco Grameen, que buscaba primar los objetivos sociales sobre los beneficios financieros. La utilización del microcrédito estuvo inicialmente ligada a los países en vías de desarrollo, pero fue exportada a los países desarrollados y adoptada por el sistema bancario tradicional para facilitar a los colectivos con dificultades de inserción el acceso al mercado laboral. En España se conceden microcréditos desde el año 2001, por parte de las entidades financieras y de la Administración Pública, a los colectivos más desfavorecidos y en riesgo de exclusión (parados de larga duración, inmigrantes, hogares monoparentales, mayores de 45 años, mujeres vulnerables, personas discapacitadas) para contribuir a la creación de nuevos puestos de trabajo. En la Comisión Europea, el microcrédito se concibe como una herramienta para luchar contra la pobreza y promover la autoocupación.

ciberacoso m.

ciberacoso <em>m. </em>

El desarrollo e implantación en nuestra sociedad de las nuevas tecnologías de la comunicación han traído consigo la execrable agudización de un problema que no es nuevo, desgraciadamente: la inclinación de ciertos individuos a someter al prójimo, a convertirlo en objeto de escarnio, a hostigarlo. Si tal intimidación se produce por medios de comunicación electrónica, recibe el nombre de ciberacoso:

retroalimentar v. tr.

retroalimentar <em>v.  tr.</em>

Retroalimentar es un neologismo cuyos elementos constitutivos resultan fácilmente identificables para cualquier hablante de español: el verbo alimentar, por un lado, al cual se adjunta, por otro, el formante culto retro-, procedente del latín y que aparece también en formas como retrotraer, retroactividad o retrovisor. Desde el punto de vista semántico, sin embargo, el proceso de formación de esta voz no es tan transparente como podría parecer a primera vista, pues ambos formantes se toman en un sentido figurado.