El mundo político está lleno de ismos, tanto los que se refieren a doctrinas o sistemas (comunismo, socialismo, soberanismo) como a actitudes o tendencias (abstencionismo, altruismo, aislacionismo). En general, estos derivados cumplen una función denominativa y parten del significado del sustantivo o adjetivo al que se adjunta el sufijo –ismo, como, por ejemplo, keynesianismo ‘movimiento que sigue las ideas de John M. Keynes sobre el control del nivel de actividad económica’. Sin embargo, el caso de buenismo es distinto, tanto por su formación, a partir de un adjetivo en el que no se basa ni tampoco inspira un movimiento o actitud propiamente dicho, como por el valor despectivo que encierra, que vemos reflejado en los ejemplos siguientes:
postureo m.
El neologismo postureo surge de adjuntar a la base postura el sufijo –eo, que habitualmente forma nombres derivados de verbos con el sentido de ‘acción y efecto’ (coqueteo, de coquetear; goteo, de gotear; veraneo, de veranear; etc.). No obstante, en el caso de postureo nos encontramos ante un derivado denominal que, aunque no procede de verbo, mantiene el valor de iteración o duración. Otros casos similares a postureo son los neologismos monitoreo (de monitor) o artisteo (de artista).
oscarizar v. tr.
Verbo denominal transitivo formado sobre el nombre propio Oscar (del inglés), que es empleado como denominación de los premios de la Academy of Motion Picture Arts and Sciences, conocidos también como Premios de la Academia (Academy Awards) y, popularmente, como «los Óscar», «los Óscares» o «los Oscars».
tacticismo m.
El neologismo tacticismo surge de adjuntar a la base táctica el sufijo -ismo, que forma nombres con el sentido de ‘actitud o conducta’.