En 2007 la prensa advertía que uno de los lugares más importantes en el más allá católico había sido eliminado por la misma Iglesia. Entonces, el limbo, este lugar en el que según la doctrina y en palabras del DLE «[…] irían las almas de aquellos que no han sido bautizados antes de tener uso de razón», fue suprimido porque, según la Comisión Teológica Internacional, refleja una visión excesivamente restrictiva de la salvación. Si bien hace más de diez años que ya no existe el limbo católico, la palabra limbo ha permanecido, escabulléndose del ámbito divino para hacerse un hueco en otros contextos comunicativos. En la actualidad, el DLE recoge tanto las acepciones religiosas —aunque hoy obsoletas— como las relacionadas con la astronomía («contorno aparente de un astro»), la botánica («la lámina o parte ensanchada de las hojas típicas») y la popular expresión idiomática estar en el limbo, es decir, «sin enterarse de lo que ocurre». Estas son también las acepciones que recogen el Diccionario de uso del español de América y España y el Diccionario Clave.

[fotografía] rompimiento de gloria.
Brett Sayles (Pexels)

Podría afirmarse que una mayoría de lexicógrafos de la lengua española ha estado en el limbo durante un largo letargo, pues hay otro uso significativo de la palabra limbo desde, al menos, el siglo xix. En varios países de habla hispana existe una variada muestra en los medios de comunicación escritos donde se da una resemantización del limbo original. Este neologismo se refiere a un espacio, en su mayoría figurado, en tierra de nadie. En estos casos, el sustantivo va acompañado a menudo de un adjetivo calificativo o de un sintagma preposicional, que matiza las características del tipo de no-espacio al que se refiere.

Si consultamos diccionarios de otras lenguas como el Diccionari de la llengua catalana del’Institut d’Estudis Catalans (DIEC2) o el Dizionario dell’Italiano Treccani veremos que tampoco existe un registro de esta resemantización. Supone una excepción el Dictionnaire de Français Larousse, que define el limbo como un «État vague, incertain: ‘Ce projet est encore dans les limbes’». Este significado se acerca a la aportación del Diccionario del español actual (DEA), porque, paradójicamente, pese a no hallar el limbo en diccionarios de neologismos como el NEOMA o el Diccionario de neologismos online del OBNEO, en el DEA encontramos la única referencia al neologismo en lengua española. Está marcado como lit —literario— y se define como un «lugar apartado o aislado, ajeno al resto del mundo». En esta dirección «literaria» apunta también la base de datos de CORPES XXI, pues la palabra se adscribe especialmente el ámbito literario.

Un ejemplo muy temprano de este neologismo en la lengua española lo hallamos mediante la Hemeroteca Nacional Digital de México; en el periódico Águila Mejicana, publicado en Ciudad de México el 20 de diciembre de 1823, se usa en el contexto de una pequeña disertación filosófica sobre la naturaleza del hombre y su organización política: «[…] ¿Hay paso no solo mas natural; pero ni mas grandioso é importante, que el que da el hombre racional y sociable, […] del limbo de la ignorancia al fanal de la ilustración?». La Hemeroteca nos permite observar otros ejemplos significativos del uso de limbo un poco más tardíos; el 15 de diciembre de 1851, en la publicación El Siglo Diez y Nueve, podemos leer esta descripción del volcán Etna: «[…] veréis un globo escarlata que, sepultado en las entrañas del abismo, gira indistintamente en un limbo tenebroso cuyos vapores asficsian […]».

Acercándonos a la actualidad, las muestras del uso de limbo se acumulan. Tal y como nos muestran las estadísticas del corpus CREA escrito, los tres ámbitos principales de su uso son los de la ficción (33,82 %), la política, economía, comercio y finanzas (18,39 %) y las ciencias sociales, creencias y pensamiento (15,85 %). Observando algunos ejemplos, podemos ver que, efectivamente, hay cierta tendencia a usar el neologismo en cuestiones políticas y laborales pero que, asimismo, aporta versatilidad a la construcción del discurso en general, hecho que lo convierte en un elemento retórico:

  • […] vertederos instalados con peligro evidente para la salud pública… todo ello en el limbo de lo ignoto. [Faro de Vigo (España), 25/1/1980]
  • […] Pero Mandela, encapillado en el doloroso limbo de la cárcel, nunca resultó manchado por estas bajezas: además de un hombre, era y es una idea. [El País (España),18/8/1976]

La presencia de esta resemantización ha sido notada por el OBNEO, donde encontramos algunas ocurrencias ya de nuestro siglo xxi, tanto en textos de España como de América Latina. Observamos también que actualmente limbo aparece solo, sin necesidad de un complemento:

  • Buena parte del proceso por el cual el rock brasileño se perdió la posibilidad de una infancia propia y condenó a una especie de limbo a sus enfants terribles, tuvo que ver, sin embargo, con el lugar que se propuso ocupar el Tropicalismo […] [Bailando sobre los escombros: historia crítica del rock latinoamericano (Argentina), 2001]
  • Las autoridades regionales quieren declarar áreas, pero parece que jurídicamente no pueden. Seguimos en un limbo sin la posibilidad de proteger zonas estratégicas, dice. [El Tiempo (Colombia), 25/6/2004]
  • […] a pesar del compromiso de los últimos tres gobiernos de reformar a la Policía, este plan se encuentra una vez más en el limbo. [El Diario (Bolivia) 7/11/2003]
  • Bajo una intensa nevada y pertrechados con pancartas, pitos y megáfonos, los trabajadores de la línea aérea se declararon en un «limbo laboral». [Madrid Diario (España), 7/1/2010]
  • Guantánamo, esa cárcel para terroristas, actualmente tiene 91, llegó a tener 635 después de los atentados de las Torres Gemelas y el Pentágono, en un limbo legal, en condiciones muy discutibles, y el Congreso, al plan que ha presentado Obama, le llama ya el plan death on arrival, es decir, muerto al llegar. [Herrera en COPE (España), 24/2/2016]
  • Cuando se nos vino encima la pandemia, muchas obras pasaron a un limbo. [El Cultural (España), 22/4/2022]

Teniendo en cuenta todas estas evidencias, que son contemporáneas e históricas, y que asimismo recorren lo largo y ancho de los territorios hispanohablantes, es razonable ofrecer un hueco al neologismo limbo en nuestras obras de referencia, tan presente ya en nuestra lengua.

Marta Girabal
Universitat Pompeu Fabra; Universitat de Barcelona (España)

limbo m.

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