En un mundo como el actual, con un medio ambiente dramáticamente estragado por la superpoblación, la deforestación, la producción industrial, la extracción de combustibles fósiles, los medios de transportes mecánicos (automóvil y avión, sobre todo), el consumo de masas y el turismo, resulta absolutamente lógico que determinadas administraciones supranacionales, nacionales, autonómicas e incluso municipales hayan terminado imponiendo un impuesto especial a los agentes más contaminantes (fábricas, empresas de hidrocarburos, compañías eléctricas, actividad turística, determinados productos de consumo, como neumáticos, aparatos electrónicos, bolsas de plástico, etc.), para sufragar en lo posible los costes del reciclaje o reparación del deterioro que sus emisiones y otras actividades nocivas provocan en una tierra, un aire, un agua, una flora y una fauna que son patrimonio de la humanidad toda. Es el caso de Suecia, Noruega, Austria, Dinamarca o Canadá (por citar algunos de los ejemplos más madrugadores), que, desde la década de los noventa, por lo menos, aplican un gravamen especial a las emisiones de dióxido de carbono, contaminación de aguas, segundas viviendas, etc. El ejemplo ha terminado por cundir también en España y los países hispanoamericanos (Argentina, Chile, Colombia, Perú…), donde, a lo largo de las dos últimas décadas, diversas administraciones locales, regionales y estatales han impuesto, con mayor o menor fortuna, según los casos, un tributo similar a turistas, empresas eléctricas, almacenamiento de residuos radiactivos…
Aunque el diccionario de la Academia no recoge la palabra, a este nuevo tipo de impuestos se suele denominar en nuestra lengua con el nombre de ecotasa desde, al menos, el año de 1994, a juzgar por los datos que nos proporcionan tanto el CREA de la mencionada institución lingüística como el Observatori de Neologia y otras fuentes escritas:
- Recientemente, la UE acordó que los gobiernos podían crear la llamada ecotasa, un nuevo impuesto sobre la energía, el alcohol o el tabaco, destinado a penalizar los quebrantos en el medio ambiente y los consumos excesivos. [La Vanguardia (España), 31/08/1994]
- La huelga de transportes pasa factura al Gobierno balear en el año de la ecotasa. [La Vanguardia (España), 3/07/2001]
- Cámara de Turismo de Isla de Pascua explicó que la posible ecotasa afectará solo a los turistas. [Cooperativa.cl (Chile), 25/09/2009]
- El primer intento tuvo lugar en 2001 en Baleares, cuando el parlamento autonómico instauró la ecotasa, un impuesto que se sumaba al precio de la noche de hotel y al alquiler de apartamentos turísticos y cuyo destino era la reinversión en la actividad turística y la protección del medio ambiente. [La Verdad (España), 11/09/2011]
- El partido presentó ayer el programa económico en el que además de los impuestos defiende una ecotasa al turismo y la creación de 50. [El País (España), 13/05/2015]
- Creatividad municipal: en el conurbano cobran una ecotasa a los envases no retornables y afines. [Cronista.Com (Argentina), 9/03/2016]
Al parecer, el origen del término se encontraría en la voz inglesa ecotax, creada y puesta en circulación por ciertos institutos de investigación medioambientales norteamericanos, y difundida en los distintos países europeos, en buena medida, por las variadas directivas de la Unión Europea en materia de imposición sobre dióxido de carbono y energía, desde, al menos, el año de 1992.
En todo caso, se trata de una palabra compuesta del prefijo culto de origen griego eco-, en la acepción que la Academia define como ‘ecológico’, y el sustantivo tasa, en la acepción que esta misma institución define como ‘tributo que se impone al disfrute de ciertos servicios o al ejercicio de ciertas actividades’, en la misma línea que otras palabras compuestas más o menos normativas como ecoturismo, ecotransporte, ecorregión, ecoimpuesto, ecotipo, ecomuseo o ecoesfera. Desde el punto de vista de la estructura interna de esta palabra, dicho prefijo funciona como complemento (una especie de atributo) y el sustantivo tasa como núcleo de la combinación, por lo que se puede decir que ecotasa significaría algo así como ‘tasa ecológica’ (o ‘tasa dirigida a promover e incentivar prácticas sostenibles, disuadiendo de aquellas que gastan más recursos o son más lesivas para el medio ambiente’, como suele decirse de forma más verbosa), como ecoimpuesto significaría algo así como ‘impuesto ecológico’, ecoturismo, ‘turismo ecológico’ (o ‘turismo con que se pretende hacer compatibles el disfrute de la naturaleza y el respeto al equilibrio del medio ambiente’), o ecotransporte, ‘transporte ecológico o no contaminante (es decir, que usa energías limpias)’.
De todas formas, conviene señalar que, aunque las expresiones ecotasa y tasa ecológica pueden usarse y de hecho las encontremos en los textos designando indistintamente la misma realidad impositiva no la significan ni mucho menos de la misma manera:
- Se trata de la creación de una ecotasa o tasa ecológica para gravar con un impuesto sobre ingresos brutos a los comercios que utilicen y entreguen bolsitas de polietileno. [La Capital (Argentina), 26/08/2015]
De un lado, la voz ecotasa la significa de forma léxica o sintética, porque, al ser una palabra, una forma dada por el inventario léxico de la lengua, el complemento eco-, que carece de existencia independiente y de posibilidad de conmutación con otros elementos, se relaciona de forma interna con el núcleo: se trata de una nota semántica más de tasa, de una característica que modifica la estructura semántica de este nombre. De otro, la combinación tasa ecológica la significa de forma sintáctica o analítica, porque, al ser un sintagma, una unidad construida por el hablante, el complemento ecológico (mucho más complejo que el anterior porque es un adjetivo de relación en -ico del nombre ecólogo, compuesto, a su vez, del citado eco- y el sustantivo culto logo), que sí posee existencia independiente, y que, por tanto, puede conmutar con otros adjetivos de la lengua, se relaciona con el núcleo de forma externa: se trata de una característica circunstancial de tasa, una nota semántica que no afecta a su estructura semántica interna.
Marcial Morera
Instituto Universitario de Lingüística Andrés Bello
Universidad de La Laguna (España)