Este siglo xxi se caracteriza, en la esfera gastronómica, por el aumento progresivo del afán culinario, no solo en el contexto de la alta cocina, representado por reconocidos chefs, sino extrapolable a un ámbito no especializado. Los medios de comunicación han contribuido, sin lugar a dudas, a promocionar dicho auge. Esta difusión no debe centralizarse en exclusiva en programas televisivos, puesto que las redes sociales poseen un poder muy significativo al respecto. La popularización de esta cocina moderna ha favorecido la aparición de nuevas unidades léxicas, en concreto, el uso del término infusionar, que en esta ocasión desplaza el verbo infundir, utilizado con anterioridad, aunque con un significado menos específico según se demostrará a continuación.
La palabra infusionar se forma en el propio español como derivado del sustantivo infusión, extracto que, aparte de resultar de la ebullición de diferentes frutos o hierbas aromáticas, desde la perspectiva etimológica puede haberse formado a partir del verbo infundir. Efectivamente, el sustantivo infusión, ya en la primera acepción del DRAE23, se presenta como ‘acción o efecto de infundir’. Aun así, a pesar de que pueda interpretarse desde distintos puntos de vista, este verbo se relaciona en su tercera acepción con ‘echar un líquido en un recipiente’, acompañada de la marca «poco usado». Esto propicia que, a partir del correspondiente sustantivo derivado (infusión), surja el neologismo infusionar.
Infuse e infuser ya se localizan con anterioridad en inglés y francés, respectivamente. En el Oxford English Dictionary, por ejemplo, se proporcionan documentaciones de este término desde el siglo xvi con el significado de ‘to steep or drench (a plant, etc.) in a liquid, so as to extract its soluble properties; to macerate’. En español, sin embargo, la popularización de este método de cocción debe situarse en una etapa mucho más reciente. En realidad, el verbo infusionar no se registra en diccionarios españoles de uso habitual, ni en el DRAE23, ni en otros destinados a proporcionar neologismos o evidenciar el uso actual, como el VOXUSO, el Alvar2, el DEA, el Clave o el NEOMM. Sin embargo, resulta interesante —y, por qué no, sorprendente— que la Real Academia Española resuelva en Twitter una consulta acerca de este verbo: «[…] «infusionar» puede utilizarse como intransitivo no pronominal (Dejar reposar las hojas de té hasta que infusionen) o pronominal (Espera a que se infusione). También puede usarse como transitivo (Infusionar las hojas en agua hervida)». Además, en la sección de consultas de la Fundéu se hace referencia a este verbo con la indicación de que se emplea frecuentemente y con el fin de obviar infundir indicado por el DRAE23 (s. v. infusión) en la primera acepción del sustantivo del que deriva: «Con este sentido [hacer una infusión] se emplea infusionar, término que aún no recoge el Diccionario académico, pero que es de amplio uso y de formación correcta. Es preferible a infundir, que en la actualidad tiene otros significados».
A pesar de las obras lexicográficas indicadas, se ha encontrado el significado de infusionar en otras más específicas como NEOMA (Diccionario de neologismos del español actual, basado en la prensa de Murcia y Alicante) o en el Diccionario gastronómico de la página web de Larousse Cocina. De un modo sintético, se puede interpretar semánticamente, según el primero de estos dos diccionarios, como «introducir un ingrediente en un líquido caliente con el fin de que desprenda su sabor, aroma, color y nutrientes y estos se mezclen con el líquido». Asimismo, se hallan en internet otros portales, contextualizados en el ámbito gastronómico (secciones periodísticas o blogs culinarios) que, aparte de proporcionar recetas y trucos de cocina o información de noticias y restaurantes, incluyen explicaciones relacionadas con este campo semántico que no divergen demasiado de la que se acaba de indicar. Gracias a ello, se puede establecer cronológicamente cuándo empezó a facilitarse a través de las redes sociales el sentido oportuno de infusionar para la lengua española: El Diario Montañes (Cantabria), 12/03/2010; Placer al plato (Canarias), 16/12/2014; La Casa Maygica (España), 06/11/2015; Bendita cocina (España), 31/05/2016; entre otros.
Desde la perspectiva del uso, pueden encontrarse ejemplos incluso anteriores a las definiciones localizadas. En el CORPES XXI, se hallan tanto en España como en Latinoamérica. El primero de ellos está documentado en el año 2003 (España), no solo en medios periodísticos (que son los más abundantes), sino también en libros. Lo mismo ocurre en Cuba (2005), Argentina (2007) o Chile y México (2014).
En una etapa más reciente, sigue predominando la ejemplificación en el ámbito periodístico de toda la extensión geográfica hispanohablante, según puede comprobarse a partir de la siguiente muestra documental:
- […] prueben por ejemplo el Fuego salvaje ($70), un vodka infusionado con chili más syrup de lima, jugo de maracuyá, jengibre, menta y aceite de sésamo […] [Página/12 (Argentina), 21/02/2016]
- Refrescante el melón infusionado con vermut y normalito el chocolate con semillas, en realidad frutos secos. [La Voz de Cádiz (España), 22/12/2017]
- Se sirve en un tronco de castaño cortado a lo circular […] y se acompaña con una infusión caliente de chocolate, piel de castañas, madera y especias, que se infusiona delante de los comensales. [ABC de Sevilla (España), 23/01/2018]
- No diga teína, diga cafeína […]. Aquí es cuando empieza de verdad a infusionar toda esta historia, porque si hablamos de la cafeína en el té hay que decir también que su variedad no influye para que haya más o menos cantidad de esa molécula. […] Té blanco. Se prepara dejándolo infusionar de 4 a 5 minutos a una temperatura de 75 a 80 °C. [El País (España), 24/04/2019]
En definitiva, se ha demostrado que infundir e infusionar, aunque estén relacionados entre sí desde la perspectiva de la evolución formativa, manifiestan una progresión semántica que convierte una concepción general, basada en echar un líquido en un recipiente, en una más específica, que consiste en la obtención de sabores después de verter un líquido a una temperatura adecuada sobre determinadas sustancias aromáticas. Esta es la razón principal por la que este nuevo neologismo está ampliamente divulgado en el contexto gastronómico. La generalización de su definición a través de la redes sociales y la frecuencia de uso en los medios de comunicación a lo largo de estas dos últimas décadas son factores esenciales para que en breve llegue a legitimarse en el ámbito lexicográfico.
Marta Prat Sabater
Universitat Autònoma de Barcelona (España)