Muchas personas admiten haber tenido la breve pero fuerte impresión de haber vivido antes una situación que en realidad están conociendo por primera vez. Esa sensación, que en francés ha sido denominada déjà-vu, literalmente significa ‘ya visto’ y que habría sido acuñada en 1876 por el pensador francés Émile Boirac en una carta al editor de Revue philosophique. La experiencia del déjà-vu no solo se asocia a esa sensación de familiaridad que se produce en una situación nueva, sino también al sobrecogimiento y la extrañeza que acompaña a esa experiencia.