En 1987, el informático Steve Wilhite creó y popularizó una extensión de archivo gráfico digital que permitía el despliegue en internet de imágenes animadas y banners —esto es, pancartas publicitarias para páginas web— de manera eficiente y en color. Así nacían los gifs (acrónimo del sintagma inglés graphics interchange format), cuya introducción, tal vez a modo de preludio de su extraordinario rol como medio de expresión de las culturas pop y meme, estuvo marcada por un caricaturesco debate de raíz capitalista, todavía vigente, a propósito de su nombre: ¿cómo debería pronunciarse, /gif/ o /ʤif/?
A pesar de que el sentido común parezca indicar que la primera opción es la adecuada —dado que hemos visto que la letra g proviene de graphics—, el origen de la disyuntiva lo encontramos en el eslogan «choosy mothers choose Jif» (‘las madres exigentes eligen Jif’), de la marca de crema de cacahuete homónima, que Wilhite quiso adaptar a su propio producto: «choosy developers choose /ʤif/» (‘los programadores exigentes eligen /ʤif/’). Más aún: nosotros, como hispanohablantes, podríamos añadir a esta dicotomía una realización adicional: /xif/. Así pues, con independencia de la lógica o la postura del inventor e igual que el dilema del huevo o la gallina, esta cuestión constituye una inagotable fuente de polémica que de vez en cuando vuelve a ser tendencia en Twitter o a parodiarse en alguna serie televisiva de gran audiencia y actualidad como The Big Bang Theory.
Por lo que respecta a su condición neológica, en 2012 la voz gif fue incluida en y reconocida como palabra del año por los Oxford Dictionaries (English y American); aparece también en el Cambridge Dictionary, así como en el referente del inglés americano Merriam-Webster’s Collegiate Dictionary, todas ellas obras lexicográficas que admiten las dos pronunciaciones arriba señaladas. En los diccionarios académicos de la lengua española, con todo, el anglicismo no se halla recogido, si bien el OBNEO documenta copiosos usos de este en las distintas variantes diatópicas del idioma. Esto no es de extrañar, pues los gifs han permeado tanto los ámbitos público —por ejemplo, en publicaciones y memes virales de sitios web y redes sociales— como privado —pensamos en aplicaciones de mensajería instantánea, que democratizan hasta su creación a título personal— de nuestra cotidianeidad. Así lo atestiguan los siguientes ejemplos:
- El abanico de memes (muchos de ellos con los rostros de diversos políticos locales), gifs y publicaciones que invadieron redes sociales y medios durante semanas. [El Comercio (Perú), 29/04/2017]
- La aplicación de mensajería permite mandar gifs, hacer selfies frontales con flash, hacer zoom cuando grabamos un vídeo o más facilidades para reenviar mensajes. [La Vanguardia (España), 13/09/2016]
- Aprenda a crear sus propios gifs [El Tiempo (Colombia), 27/07/2014]
Como cabría esperar, por su localizado alumbramiento, el CORDE no devuelve ninguna ocurrencia del término. No obstante, los primeros usos registrados en el CREA fechan de 1994, se repiten hasta el 2000 y, con arreglo a lo observado en el CORPES XXI, se mantienen hasta nuestros días, cada vez con más asiduidad y sobre todo en reportajes de ciencia y tecnología —de 20 resultados pasamos a 136, aunque algunos de ellos correspondan en realidad a ‘Gestor de Infraestructuras Ferroviarias’—. Nuevamente, se ratifica la universalidad de la palabra: en España, Río de la Plata, México y Centroamérica, muestra una frecuencia normalizada muy similar (≈ 0,5), lo que no es óbice para que su uso esté más extendido en los EE.UU. (≈ 1,26). Sí se aprecia una menor presencia de la voz en las zonas chilena y andina (≈ 0,05-0,1).
A diferencia de lo que reflejan los ejemplos de antes, sin embargo, la notación del vocablo que se prefiere, en estos corpus igual que en los diccionarios académicos del inglés —con la excepción del Cambridge, que contempla las dos variantes— y en el DUE, es GIF, como sigla; por el contrario, en Clave lo descubrimos como acrónimo. No podemos contrastar esta elección con las de Alvar y Alvar2, la del DEA, la de NEOMM o la del VOXUSO, pues no lo recogen. En lo tocante a otras lenguas europeas, comprobamos que el préstamo tampoco está comprendido ni en el Gran diccionari de la llengua catalana, ni en el Dizionario Hoepli della lingua italiana, ni en el Dicionário da língua portuguesa de Porto Editora; sí lo está, en cambio, en el Dictionnaire Larousse de la langue française —con ambas opciones, GIF y gif— y en el Duden Wörterbuch —solamente con GIF—, quizás por mayor proximidad lingüística respecto del inglés.
Decíamos antes que los gifs se han convertido en una herramienta comunicativa presente en la realidad inmediata de muchos de nosotros: tanto es así que en la lengua inglesa ya ha empezado a emplearse la palabra como un verbo. Aunque este hecho encaje a la perfección con una época del talante visual de la que estamos viviendo, no deja de sorprender que un elemento cuya animación es a menudo tan breve (y, sobre todo, de dudosa calidad) haya prosperado tanto y disfrute de semejante longevidad con competidores como las CGI y el 4K. O quizás su encanto resida precisamente en esa sencillez, no sé si infantil, que nos permite jugar y dejar de tomarnos tan en serio a nosotros mismos y a nuestro círculo más cercano:
- Si recordaste a alguna pareja de amigos no dudes en descargar y enviarle el GIF que corresponde a su relación. [El Universal (Venezuela), 14/02/2017]
- Y es que la intención del acuerdo es que los GIF y stickers brinden a las personas maneras más significativas y creativas de expresarse. «Vemos lo positivo en cómo las personas usan GIPHY en nuestros productos hoy, y sabemos que unir la creatividad y el talento del equipo GIPHY con el nuestro sólo acelerará la forma en que las personas usan la comunicación visual para conectar». [mx (México), 15/05/2020]
Como tantas otras coincidencias poéticas en la curiosa historia de estas icónicas imágenes que se repiten en bucle, la i de interchange —en su sentido literal, un ‘intercambio’ referido a la fácil traslación de datos entre programas de distinta índole gracias al modo en que dicha información se codifica— también parece haber sido un presagio del uso social que iban a tener.
Inmaculada López Solà
GR@EL, Grup de Recerca en Aprenentatge i Ensenyament de Llengües
Universitat Pompeu Fabra (España)