Desde finales del siglo xx hasta nuestros días, el auge del uso de las redes sociales ha modificado la forma que tenemos de comunicarnos. No solo en relación a la manera de interaccionar, sino también en el empleo de términos que surgen de este ámbito y que, en su mayoría, han sido adoptados del inglés. Uno de los vocablos que más se han repetido en los últimos años es hater (pl. haters). El sustantivo nace a raíz de las reacciones tanto positivas como negativas que provocan en los internautas las publicaciones en las redes sociales. Y es en las segundas en las que se centra el anglicismo. Hoy en día, aquellas personas que muestran odio a través de este medio son denominadas como haters. En español la palabra no tiene presencia en el Diccionario de la lengua española (DLE) y la más cercana que podemos encontrar es la figura del odiador que se refiere a la persona que odia.

[fotografía] persona de pie mostrando su frustración con ira mientras sujeta un ordenador portátil
Andrea Piacquadio (Pexels)

El origen de hater en el marco de las redes sociales va de la mano de las interacciones bilaterales que se producen en plataformas como TikTok, Facebook o Instagram, entre otras. Algunos de los consumidores publican su odio de forma «anónima» sobre otros. No obstante, a pesar de su creciente uso, diccionarios como el Oxford English Dictionary registran el término como «persona que odia a una determinada persona, grupo o cosa» sin mencionar ninguna relación con las redes sociales. Por otro lado, en el caso del Merriam Webster se acerca un poco en la definición informal incluyendo «la crítica activa, menospreciada y agresiva hacia algo o alguien (como una celebridad o un personaje público)». Sin embargo, el que interpreta mejor el vocablo en este contexto, sin duda, es el Cambridge Dictionary que lo define como «persona que dice o escribe cosas desagradables o critica sus logros, especialmente en internet». Es decir, el hater no solo odia, como dice la definición del odiador en español, sino que muestra enfado a través de las redes sociales, ofende y juzga.

En español, la palabra se registra por primera vez en el BOBNEO en 2014 y en este contexto aparece escrito como en la voz inglesa, sin ninguna variación. No obstante, el Diccionario panhispánico de dudas considera que la alterativa del odiador es preferible a hater. Asimismo, la Fundéu apunta que «del término en español se documentan ejemplos al menos desde el siglo xix (“poco amigo de la escolástica y acérrimo odiador de la barbarie literaria”) como figura en el Corpus Diacrónico del Español (CORDE) de la RAE y cuyo uso puede extenderse a ese nuevo contexto digital y de las redes sociales». Aun así, el empleo del préstamo del inglés se publica en numerosos medios de España y países de Latinoamérica:

  • Al hater que está en su casa, no le interesa que nuestra película esté hecha con cariño, por más que se lo repitamos. [El Comercio (Perú), 8/5/2023]
  • «[…] Trata de pensar y reflexionar antes de dar un comentario tan básico y sin significado como el que acabas de hacer», le respondió a otro hater. [La Cuarta (Chile), 27/10/2022]
  • Sara Carbonero se une a la batalla contra los haters. [La Opinión de Zamora (España). 21/2/2018]
  • Protagonizó una polémica racista entre los fans, pero ni el lado oscuro de los haters ha podido frenarle [El País (España). 3/2/2016]

Los corpus muestran que es más común el uso del préstamo en inglés que la alternativa en la lengua española del odiador. Por otro lado, ciertamente, el uso más extendido del término hater se encuentra en el contexto de las redes sociales, pero no es el único ámbito en el que podemos encontrarlo. Cuando una persona critica a alguien o algo y lo muestra de manera frecuente se puede denominar como hater sin que sea necesario el anonimato y el medio de las redes sociales para transmitir su odio. Del mismo modo se pueden encontrar corpus con este sentido:

  • En España somos muy haters, yo la primera. [La Razón (España), 24/2/2021)

Es interesante señalar que, a pesar de ser más frecuente la palabra como sustantivo, también se puede encontrar como adjetivo como en el ejemplo anterior.

Además, cabe destacar que en diccionarios extranjeros como en italiano el Grande dizionario della lingua italiana o el Dizionario Hoepli della lingua italiana y en francés Le Grand Robert de la langue fraçaise, al igual que en el DLE, hater no se reconoce como palabra en ninguno de los contextos mencionados anteriormente y, del mismo modo, los hablantes lo usan, aunque tienen alternativas en su propia lengua.

Tal y como se ha mencionado y se ha podido observar en los ejemplos aportados, el uso del anglicismo se ha extendido en la lengua española en los últimos años acompañado del auge de las nuevas plataformas de Internet. Asimismo, se empieza a encontrar también en otros ámbitos como cuando nos referimos a una persona que critica siempre y así lo expresa sin necesidad de ser publicado en las redes sociales. Por todo ello, no sería una sorpresa que pronto se recogiera en el diccionario de la RAE y en diccionarios de las lenguas vecinas.

Cristina Hernández
Máster FPELE
Universitat Pompeu Fabra-Universitat de Barcelona (España)

hater m. y f.

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