El beneficio de los recursos que atesora la Tierra constituye una de las actividades más antiguas del ser humano. De hecho, el dominio sobre determinados minerales o metales fue utilizado para designar algunas etapas de la historia del ser humano (Edad de Piedra, Edad de Bronce o Edad de Hierro, por ejemplo). La evolución de las técnicas de extracción y beneficio de estos elementos permitió ampliar la explotación de aquellos recursos para conseguirlos no solo desde la superficie sino también desde el subsuelo. Este trabajo, así como el conjunto de yacimientos y personas dedicadas a ella, recibió con posterioridad el nombre de minería, como recoge DLE. Sin embargo, desde tiempos recientes, la intención de querer conseguir mayor rendimiento del subsuelo ha ocasionado el nacimiento de una nueva palabra, megaminería, para un modelo de explotación de minerales y metales que ha despertado una fuerte oposición social, de la que se han hecho eco tanto la prensa como otras publicaciones especializadas.

[fotografía] mina a cielo abierto
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La creación de este nuevo elemento léxico se ha producido mediante la unión del elemento compositivo o prefijo de origen griego mega-, que, en su primera acepción, significa «grande», al sustantivo minería que, también en su primera acepción, es el «arte de laborear las minas», según el DLE en ambos casos. El valor intensificador de este prefijo le proporciona una vitalidad considerable, como recoge la Nueva gramática de la lengua española y, desde un punto de vista ortográfico, debe aparecer unido a la palabra a la que acompaña, sin que exista separación mediante espacios entre ellos ni se recurra al uso del guion. No obstante, dado que el resultado es una nueva palabra, pueden encontrarse ejemplos en los que no estén unidos gráficamente los dos constituyentes o aparezcan separados por un guion, como muestra representativa de la vacilación que muchas veces tienen determinados neologismos.

Aunque megaminería no se encuentra incorporada a ninguna obra lexicográfica todavía, es decir, ningún diccionario ha dejado constancia de ella hasta la fecha, sí cuenta con suficientes testimonios que atestiguan su uso y expansión en determinados dominios del español. En los registros del BOBNEO, la base de datos de los observatorios de neología de la Universitat Pompeu Fabra, se encuentran varios ejemplos, de los que se han extraído los siguientes en función de su representatividad en el eje temporal, espacial y significativo:

  • Entre los últimos se encuentra el titular de la diócesis de Comodoro Rivadavia, Virginio Bressanelli, quien hace pocas semanas dio a conocer otra declaración denunciando los estragos que la megaminería ocasiona en la provincia del Chubut. [Página/12 (Argentina), 1/12/2009]
  • En un contexto provincial de sostenido rechazo y movilización popular contra la megaminería, la Legislatura frenó por unanimidad el proyecto de oro y cobre San Jorge. [Página/12
  • Grupos que se oponen en Catamarca a la megaminería bloquean el paso de camiones de un nuevo proyecto llamado «Bajo el Durazno», en manos de las mismas corporaciones que controlan a la Alumbrera. [Página/12 (Argentina), 27/1/2015]
  • El Tribunal Administrativo del Quindío abre las puertas a la megaminería en Salento. [El Espectador (Colombia), 7/6/2019]

A través de los datos que proporcionan los ejemplos anteriores, se puede vislumbrar que el significado de la forma léxica estaría vinculado al laboreo, a la explotación de minas a gran escala. Se realiza esta a cielo abierto, generalmente, y conlleva la utilización de territorios de dimensiones considerables donde es necesario realizar enormes movimientos de tierra, en busca de un mayor beneficio que no sería posible mediante las técnicas de la minería tradicional o el sistema de galerías subterráneas. Esta actividad produce un visible cambio en el paisaje además de un acusado impacto medioambiental. En consecuencia, el tipo de explotación descrito ha provocado numerosas reacciones que la perciben de forma negativa, aunque desde el punto de vista de las grandes empresas dedicadas a esta actividad, mayormente multinacionales o extranjeras con respecto al país, es este un modelo de producir riqueza en zonas donde la minería, entendida en los términos tradicionales, no podría ser rentable.

Es posible determinar que la palabra debió gestarse entre la década de los noventa y los primeros años del presente siglo, momento a partir del cual empezó a generalizarse en aquellas áreas geográficas que se veían afectadas por este tipo de explotaciones. De hecho, en textos especializados publicados en los primeros años del siglo xxi se hallan testimonios que introducen esa voz y que, dada su fecha de publicación y la recopilación de fuentes citadas en su interior, justificarían su cronología.

Las fuentes y corpus consultados sitúan este proceso en el español americano, principalmente en Argentina y Uruguay, desde donde fue expandiéndose a otros países como Colombia, Perú, Chile, Venezuela, Guatemala o México, entre otros. Estos países ya contaban con una larga tradición minera, por otra parte. Junto a los casos documentados en BOBNEO se encuentran otros en CORPES XXI o en el Corpus del Español de Mark Davis que, aunque amplían geográficamente la localización de la palabra, son más recientes y dan cuenta de un extenso uso, como se puede constatar en los ejemplos siguientes:

  • Con la consigna «No a la megaminería, no al puerto, Uruguay es Natural», a partir de este jueves se organizarán varias actividades, ya que además coincide ese día con la celebración del Día Internacional de la Tierra. [El País (Uruguay), 19/4/2011]
  • Cuestiona, además, que Correa sea «el mayor promotor de la megaminería» y «el señor de las transnacionales». Rechaza que siga entregando campos a los grandes grupos petroleros, aunque haya mayor participación estatal en la renta. [El Universo (Ecuador), 15/1/2012)

Asimismo, se puede reseñar que la expansión de este tipo de industria minera ha llegado a suelo peninsular y, si bien la denominación de la actividad estaba ya incorporada en la lengua española, ha comenzado a utilizarse en otras lenguas nacionales como el gallego, en cuyo seno, por tanto, también es un neologismo. Recientemente también ha traspasado las fronteras de esta actividad y, a través de un proceso metafórico, se ha introducido en el ámbito de la informática a partir de la construcción minería de datos, calco del inglés data mining. En este contexto, se ha localizado el uso de megaminería referido a ese último proceso:

  • Pero, aparte de esa megaminería de datos, hay, por supuesto, un nivel mucho más focalizado, específico, táctico de espionaje electrónico. Hay, de un lado, el chuponeo ilegal, de espías estatales, privados o, como les gusta hacerlo ahora, en asociación público-privada. [Caretas (Perú), 13/2/2014)

Aunque no exista todavía refrendo lexicográfico para la voz megaminería, la expansión que ha ido adquiriendo con el paso de los años permitiría que engrosara las páginas de los diccionarios del español, en virtud también de los derivados que ha ocasionado como megaminero y megaminera. Tras la consulta de diccionarios y corpus de otras lenguas modernas, como el francés, el italiano o el inglés, se ha podido comprobar que este vocablo no encuentra en ellas equivalencia léxica ni semántica, de momento, salvo en inglés, donde se localiza el sustantivo strip mining (‘minería a cielo abierto’) según el Oxford English Dictionary, que se aproximaría al valor significativo de megaminería. Resulta interesante advertir que la voz de la que procede, minería, se incorporó en la sexta edición del DRAE (1822), aunque estaba en uso en siglos anteriores como corroboran el CORDIAM y el corpus del Diccionario histórico de la lengua española. En ambos recursos textuales se observa una primera datación en textos americanos durante el siglo xviii, concretamente en México, lo que pone de manifiesto que la actividad minera es, y ha sido a lo largo del tiempo, un puente entre España y América y que sigue proporcionando valiosos materiales para el inacabable edificio del léxico español.

Miguel Ángel Puche Lorenzo
Universidad de Murcia (España)

megaminería f.

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