Según el Diccionario de la lengua española, la base compositiva para– proviene del griego παρα- y significa ‘junto a’, ‘semejante a’, ‘al margen o en contra de’. En cuanto a política, el diccionario de la Real Academia Española indica que proviene del latín politĭcus, que a su vez proviene del griego πολιτικός/πολιτική (politikós/politiké). Dicho lema cuenta con 12 acepciones diferentes y en este caso se trata de la acepción que la define como ‘arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados’.

Pared exterior de una casa, con una ventana cerrada y una placa cerámica que reza «Plazuela de la Santísima Trinidad».
Pixabay

De acuerdo con el artículo «Parapolítica. Una discusión sobre sus interpretaciones», publicado en 2010 por V. Barrera y C. Nieto, dicha unidad se acuña en los medios de comunicación. Se emplea para las negociaciones políticas en Colombia con el objetivo de llegar a un acuerdo con los comandantes paramilitares —es decir, prima el sentido del prefijo para– ‘al margen o en contra de’, ya que se refiere a las negociaciones con dichos grupos al margen de los cauces del Estado de derecho—:

A finales del año 2006 irrumpió en la agenda pública lo que mediáticamente se denominó el «escándalo de la parapolítica», luego que Miguel de La Espriella denunciara la existencia del Pacto de Ralito, la famosa reunión donde comandantes paramilitares y políticos regionales acordaron la «refundación de la patria».

Barrera y Nieto afirman que «aunque con el término parapolítica, en tanto categoría periodística, se designó la manera en que paramilitares y políticos formalizaron sus vínculos por medio de acuerdos y pactos, detrás de este término se esconden un sinnúmero de interacciones, incesantes negociaciones, desacuerdos y construcción de “consensos” que fueron dando forma diferenciada a la expresión de la política y del Estado en los niveles nacional, regional y local».

Esta unidad se integra rápidamente en la prensa peninsular redactada en español para hablar, sobre todo, de esa realidad política colombiana. Su primer uso documentado en la base de datos del Observatori de Neologia es de 2007, por lo que es una forma que con un uso estable y consolidado.

Si bien es cierto que se documenta en numerosas fuentes de todo el dominio lingüístico, aparece, sobre todo, en fuentes colombianas, como el diario El Colombiano o el semanario El Tiempo.

Algunos de los usos recogidos en la base de datos son los siguientes:

  • Uribe mantiene su popularidad a pesar del caso de la parapolítica. [El País (España), 9/03/2007]
  • Varios concejales de la ciudad acordaron tramitar una solicitud a la Fiscalía para que acelera las investigaciones de la parapolítica en Antioquia. [El Colombiano (Colombia), 29/02/2008]
  • Esta es la segunda vez que Mario Uribe Escobar es detenido por las autoridades dentro del escándalo de la llamada parapolítica.  [Clarín (Argentina), 27/02/2010]
  • Martínez, condenado a ocho años por parapolítica, salió temprano. [El Tiempo (Colombia), 17/03/2012]
  • CIDH revisará condena de exsenador condenado por parapolítica. [El Tiempo (Colombia), 7/01/2016]

Como se ha podido constatar, todas ellas se refieren a la situación vivida en Colombia. Cabe señalar que la unidad parapolítica no está documentada en ninguna de las fuentes de referencia para la lengua española de la sección Martes Neológico.

Al revisar las obras lexicográficas de referencia para el portugués (tanto de Brasil como de Portugal), el francés, el catalán y el italiano (respectivamente, el Dicionário Brasileiro da Língua Portuguesa, el Dicionário Priberam da Língua Portuguesa, Le Grand Robert, el Diccionari de la llengua catalana y el Dizionario Hoepli della lingua italiana) hemos constatado que tampoco figura en sus repertorios. En cambio, el Oxford English Dictionary sí que incluye el adjetivo parapolitical, que se define como ‘existing parallel to, or outside, the sphere of mainstream (esp. national) politics’, y el primer ejemplo documentado (en los que aparece la forma con guion) es de 1935:

  • One must bear in mind that fascism not only is a political device but displays far more the qualities of a para-political creed. [American Political Science Review (EE.UU.), 1935]

La prensa hispanoamericana especialmente y la peninsular nos permiten constatar que no ha habido ampliación semántica de esta unidad. De hecho, todos los contextos documentados en la base de datos del Observatori hacen referencia a la realidad política colombiana ya descrita anteriormente.

Por todo lo aquí expuesto podemos afirmar que este neologismo ha mantenido un uso estable a lo largo del tiempo, pero en ningún momento ha presentado un uso lo suficientemente generalizado como para integrarse en el repertorio ni de los diccionarios descriptivos consultados ni en el diccionario normativo de la RAE. Encontramos una situación paralela en las otras lenguas románicas analizadas (el catalán y el francés), si bien en el Oxford English Dictionary sí que se halla un adjetivo de dicha familia léxica: para-political.

Se tendrá que ver si se consolida a lo largo y ancho de toda la hispanofonía, puesto que en alguna variante (como en la colombiana) ya está lo suficientemente consolidada, pero en las demás no se ha llegado a generalizar como en la prensa de dicho país.

Albert Morales
Observatori de Neologia, Universitat Pompeu Fabra (España)
Università Ca’ Foscari Venezia (Italia)

parapolítica f.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *