La preocupación constante del ser humano por su salud y bienestar le ha llevado, en los últimos tiempos, a un gran interés por lo natural y ecológico y a un rechazo de lo artificial y elaborado. Para una alimentación saludable, por ejemplo, se valoran los productos ofrecidos por la tierra de forma natural, sin ayuda de fertilizantes o productos químicos. Esta conexión entre salud y natural ha supuesto una gran valoración de los hábitats saludables y, del mismo modo, un rechazo de aquellos lugares cuya permanencia en ellos pueda resultar nociva para la salud del hombre.

[fotografía] chimeneas industriales emitiendo humos
SD-Pictures (Pixabay)

La palabra neológica geopatía está construida a partir de dos elementos compositivos cultos: el elemento prefijal geo-, del griego γεω- (geō-), de la raíz de γῆ (gê), ‘tierra’, y el elemento sufijal –patía, del latín -pathīa, y este del griego -πάθεια (-pátheia), ‘sufrimiento’, ‘afección’. La significación de estos formantes, siguiendo el orden natural de las construcciones cultas de determinado + determinante, nos dice que, literalmente, esta palabra significa ‘(zona, lugar de la) tierra (con) enfermedad o afección’.

La información que se desprende del uso de esta palabra en la prensa actual muestra que la geopatía hace referencia a aquellas zonas o lugares de la tierra que no son saludables para vivir o trabajar debido a las influencias nocivas provenientes del subsuelo, generalmente ondas electromagnéticas, corrientes de agua, etc. La significación que aporta la única cita periodística de esta palabra que encontramos en el BOBNEO es muy parecida:

  • Permite resolver conflictos o traumas relacionados con la imagen paterna y mitigar los efectos de las geopatías (cuando un organismo es sensible a la sobrecarga de las ondas vibratorias del centro de la tierra y que pueden ocasionar enfermedades). [El Universal (México), 24/03/2008]

No encontramos esta palabra recogida en los bancos de datos de la Real Academia: ni en el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), ni en el Corpus del Español del Siglo XXI (CORPES). Tampoco aparece en los diccionarios generales y de uso del español consultados (DRAE23, Clave, VOXUSO, DEA) y lo mismo nos ocurre en los diccionarios de nuevas voces (Alvar, Alvar2, NEOMM). Ni en los diccionarios de otras lenguas consultados on-line (catalán, francés, inglés, italiano, portugués).

Sorprenden estas ausencias de documentación cuando se trata de un vocablo de gran actualidad y de uso frecuente. Tanto es así, que encontramos prensa que destaca la polémica ocasionada por incluir en el ámbito universitario cursos que se ocupen de estos contenidos, considerados por otros pseudociencia, neologismo comentado en otro Martes Neológico, y en la que aparecen otras voces neológicas relacionadas con el tema como bioconstrucción o geobiología:

  • Entre los profesores figuraban arquitectos, psicólogos, osteópatas e investigadores como Enric Aulí, ambientalista y experto en bioconstrucción y geobiología (que entre otros aspectos estudia las geopatías o lugares donde la emisión de radiaciones electromagnéticas terrestres puede afectar a la salud). [El Periódico (España), 16/11/2018]

Hemos comprobado que el uso del vocablo con esta significación inicial de ‘lugar con características que afectan a la salud’, ha pasado en muchas ocasiones a significar el tipo de enfermedad provocado.

  • Lo terrible es que aquel hombre me confió entre lágrimas que sus dos esposas anteriores habían muerto en ese mismo lado de la cama. Fibromialgias, resfriados repetidos, insomnios, inhibición del deseo sexual… ¡pueden deberse a una geopatía! [Clarín (Argentina), 27/08/2015]

Abundan en la actualidad empresas dedicadas a la detección de esas «malas energías», así como a proponer las construcciones y decoraciones adecuadas de los lugares teniendo en cuenta las geopatías detectadas:

  • Joan Saura, cuando era consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, pagó un estudio para decorar la nueva sede del departamento siguiendo los preceptos del arte oriental ‘feng shui.’ Según publicó la prensa, el estudio consistió en detectar las geopatías, la energía mala, y neutralizarlas. [Hoy.es (España), 16/09/2012]

En la descripción de los estudios que se ofrecen por diferentes empresas comerciales para ayudar a mejorar el estado de salud aparecen, de nuevo, más palabras neológicas como geobiólogo o geopatógeno:

  • Las geopatías son enfermedades provocadas por radiaciones y contaminación electromagnética, cada vez más frecuentes debido al uso generalizado de las nuevas tecnologías. Los geobiólogos ayudamos a mejorar el estado de salud de muchas personas en el hogar o en su lugar de trabajo, alejándolas de las zonas geopatógenas, es decir, de las zonas con radiaciones o alteraciones geofísicas como aguas subterráneas, gas radón, líneas Hartmann o fallas geológicas. [https://www.pereleon.com/estudio-geobiologico/ (consulta 23/07/2021)]

La actualidad y frecuencia de uso de esta palabra reclaman su presencia en todo diccionario que pretenda reflejar el uso de la lengua. El hecho de que su significación sea puesta en duda por su falta de cientificidad y carga de superstición no puede ser motivo para que, como vocablo de nuestra lengua, no esté presente en el diccionario.

Gloria Guerrero Ramos
NeoUMA
Universidad de Málaga (España)

geopatía f.

Un pensamiento en “geopatía f.

  • 20 de diciembre de 2022 a las 21:33
    Enlace permanente

    Muy buen artículo. Si existen las geopatias, también deberían existir lugares que fueran muy saludables. Podríamos referirnos a estos lugares con una palabra?
    Geo-catarsis…por ejemplo

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *