El sustantivo (p)seudociencia suele aparecer en los textos recopilados del español actual en contraposición a ciencia, como se puede observar en los siguientes ejemplos:

  • Como profesor de Ciencias en Secundaria, me paso horas explicando la frontera entre ciencia y seudociencia, entre el horóscopo y la meteorología. [OBNEO. El País (España), 13/03/2005]
  • Por ello, Popper plantea que en lugar de un criterio de significado, lo que se necesita es un criterio de demarcación que permita distinguir a la ciencia de la pseudociencia (marxismo, psicoanálisis, astrología y metafísica). [CREA. Revista Comunicación (Costa Rica), 3/01/2002]
plantas marinas de colores estridentes
Flickr (ZEISS Microscopy)

También es muy común el empleo de (p)seudociencia en enumeraciones junto con otros términos y expresiones que poseen una connotación negativa:

  • Por otra parte, las discusiones sobre evolución y sus múltiples derivaciones suelen estar repletas de errores de concepto, formulaciones obsoletas, fragmentos de pseudociencia, y manipulaciones ideológicas. [CORPES XXI. www.paleofreak.blogalia.com (España), 15/02/2003]
  • Así surgió el año pasado Conspiraciones: guía de delirios posmodernos (Ediciones de la Flor) sobre seudociencias, teorías conspirativas y sectas delirantes. [Clarín (Argentina), 11/09/2010]

En los ejemplos anteriores, las expresiones «errores de concepto», «formulaciones obsoletas», «fragmentos de pseudociencia», «manipulaciones ideológicas», «guía de delirios posmodernos sobre seudociencias», «teorías conspirativas» y «sectas delirantes» presentan un rasgo en común: designan realidades que se alejan de lo ortodoxo, esto es, de lo que se considera normal, legítimo o auténtico. En este sentido, se podría definir la (p)seudociencia como cualquier disciplina, creencia o práctica que pretende ser científica, y que se presenta como tal, a pesar de que realmente no lo es por carecer de rigor científico. En los textos recogidos en los diversos corpus del español, son calificadas de (p)seudocientíficas disciplinas como la homeopatía, el psicoanálisis, la metafísica, la alquimia o la fisiognomía, así como la práctica de los curanderos e ideologías como el marxismo:

  • Acababa de encontrar el núcleo central de su teoría de la ciencia, el que le permitirá separar ciencia de pseudociencia, entre las que engloba al marxismo y al psicoanálisis. [CREA. La ciencia: estructura y desarrollo (Argentina), 1993]
  • El ruborizarse, dice Darwin, es la expresión que me parece más eminentemente humana y de más reciente aparición. Sin embargo, Darwin no cayó en la fácil trampa de una pseudociencia como la Fisiognómica. [CREA. Conmemoración del centenario de Darwin (España), 1983]
  • También podríamos hacer un paralelismo semejante al de la astrología y la astronomía, entre la medicina y la pseudociencia de los curanderos. [CREA. Astronomía contemporánea (Chile), 1988]

Desde el punto de vista morfológico, el neologismo (p)seudociencia se ha creado por composición mediante la combinación del formante culto (p)seud(o)-, proveniente del tema del adjetivo griego pseudḗs,ḗs, ‘falso’, y el sustantivo ciencia. Hoy en día, la mayoría de los especialistas cree que (p)seud(o)– no es un tema grecolatino, sino un prefijo con un significado similar al de otros como para-, ‘semejante a’, o semi-, ‘casi’. De tratarlo como prefijo, habría que analizar (p)seudociencia como un derivado formado a partir de ciencia mediante la adjunción del prefijo (p)seud(o)-, y no como un compuesto. Sobre este sustantivo se crea el adjetivo (p)seudocientífico, a, incluido en el DRAE23, y definido como ‘falsamente científico’, a pesar de no estar registrada la palabra base de derivación.

En cuanto a su forma, este sustantivo presenta dos variantes gráficas: con grafía ps inicial (pseudociencia), y sin la p (seudociencia). En la misma situación se hallan las demás palabras integradas por (p)seudo– y, en general, todas las procedentes de términos griegos comenzados por la letra ψ, transcrita al latín y a las lenguas modernas como ps. Por tanto, la primera variante es la más culta y etimológica, mientras que la segunda refleja su pronunciación en español. Ya desde la Orthographía española de 1741, la RAE acepta en estos casos el empleo de las dos formas, si bien parece que la más extendida actualmente es la usada con reducción del grupo culto ps.

Posiblemente este término haya sido creado en neolatín (pseudo-scientia) alrededor del año 1645, según el Oxford English Dictionary. A partir de ahí, durante los siglos xviii y xix, las lenguas modernas toman la palabra como préstamo del neolatín y la adaptan a su propio sistema morfofonológico: inglés, pseudoscience (1796, Oxford English Dictionary); francés, pseudoscience (1849, Bibliothèque Nationale de France) o español, seudociencia (1885, Biblioteca Nacional de España).

A pesar de constituir un neologismo introducido en español ya en el siglo xix y estar bastante documentado en los corpus del español actual (100 casos en CORPES XXI, 25 en CREA, 13 en OBNEO), la mayoría de los diccionarios de referencia contemporáneos no lo recoge, a excepción del Nuevo diccionario de voces del español actual (Alvar Ezquerra 2004) y el DUE (2007).

Yolanda Iglesias Cancela
Universidad de Santiago de Compostela (España)

pseudociencia o seudociencia f.

Un pensamiento en “pseudociencia o seudociencia f.

  • 9 de mayo de 2017 a las 13:53
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    Pseudociencia, por supuesto. El español no es un volapük para escribirlo sólo por fonética -habría que escribir entonces Jeneral, Jitano, Gitarra, Saragosa como quería el traidor chilota Andrés Bello.
    ¡Y Güisqui!

    La ps- se pronuncia con toda facilidad, otra cosa son las torpezas fonéticas de tantos españoles, incapaces de pronunciar a-tlán-ti-co por ejemplo. Pobres de ellos si tienen que pronunciar Tlatletlolcotl.

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